Decía en otro momento que uno con tanta tecnología
podía terminar paranoico al sentirse vigilado porque saben de nosotros más que
nosotros mismos, al inducirnos a deseos que aparentemente son nuestros.
Y entonces pensé, como primera pregunta, qué es la
libertad?
Y ahí sí que me metí en enredos, pues hoy ya no hay
conceptos absolutos que permitan determinar con precisión los alcances que una
mera palabra puede contener en sí misma considerada (Nooo, el doctor, pontificando nuevamente con palabras rimbombantes,
oí que algo me decía).
Con todo y sonrojo prosigo. Libertad… miles de modalidades,
desde la del voto –mentira de la democracia-, locomoción, decisión, elección,
de crítica, de opinión y demás, libertades parcialmente ciertas en la medida en
que tienen su límite, según país, según gobierno, y también según situación
personal.
Y quedo en blanco porque no se me ocurre más, en la
medida en que el concepto es tan amplio, tan relativo, tan etéreo que pareciera
que estuviera tratando de hablar de Dios.
Y me pongo a leer sobre el tema y quedo más loco de lo
que creía (teorías, conceptos, valores, modalidades, por un lado y por otro las
significancias religiosa, filosófica, económica, política) hasta que un aparte
llamó mi atención: Libertad puede indicar
también una falta de obligación. Sin embargo, cabe destacar que la libertad no
se refiere a hacer aquello que nos guste de manera inconsciente y egoísta, sino
a hacer lo que se debe por el bienestar propio y común.(1) (A partir del sin embargo me salió lo gamín que hay en mí y pensé en el mucha
labia que es posible escribir, pensando sólo en que lo que nos guste no puede
ser inconsciente y egoísta si el solo placer de comprar con libertad está
sujeto a un mercadeo y publicidad a la que me inducen, en mi pretendida
libertad, a elegir lo que otros han elegido de antemano! O cuándo he elegido
por el bien común? Ni en elecciones!)
Entonces, para no alargarme en un interminable
discurso solo puedo pensar en el concepto, como algo etéreo, invisible,
sonoramente bello, sutil, impalpable, incorpóreo y aún volátil, en el que creo
que gobierna mi vida, me hace valioso, me hace sentir seguro y pleno y eso que
no estoy hablando de los otros conceptos, como Dios o patria, igualmente
etéreos, invisibles, sonoramente bellos, sutiles, impalpables, incorpóreos y
aún volátiles, pero mera quimera de iluso poeta!
Y me hace recordar el Veritas liberabit vos (2) que
trae la biblia y el escudo de la universidad y para colmo estudié derecho, como
para que vean la contradicción que guía mi vida.
Entonces qué viene siendo la
libertad? Un sarcasmo lleno de ironía, no hay de otra.
Un recuerdo que parece sólido como una piedra, acto
seguido me resulta tan vaporoso como una neblina. Ése es uno de los principales
problemas de estar loco: nunca estás seguro de las cosas.(3)
Óleo sobre papel, con espátula. JHB (D.R.A.) |
(2) La verdad os
hará libres, dijo el Señor. San Juan, 8:32. Otra
contradicción en mi vida y otra coincidencia nominal!
(3) John Katzenbach.
Historia del loco.
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