lunes, 13 de mayo de 2019

ENTONCES HABLEMOS DE LIBERTAD


Decía en otro momento que uno con tanta tecnología podía terminar paranoico al sentirse vigilado porque saben de nosotros más que nosotros mismos, al inducirnos a deseos que aparentemente son nuestros.

Y entonces pensé, como primera pregunta, qué es la libertad?

Y ahí sí que me metí en enredos, pues hoy ya no hay conceptos absolutos que permitan determinar con precisión los alcances que una mera palabra puede contener en sí misma considerada (Nooo, el doctor, pontificando nuevamente con palabras rimbombantes, oí que algo me decía).

Con todo y sonrojo prosigo. Libertad… miles de modalidades, desde la del voto –mentira de la democracia-, locomoción, decisión, elección, de crítica, de opinión y demás, libertades parcialmente ciertas en la medida en que tienen su límite, según país, según gobierno, y también según situación personal.

Y quedo en blanco porque no se me ocurre más, en la medida en que el concepto es tan amplio, tan relativo, tan etéreo que pareciera que estuviera tratando de hablar de Dios.

Y me pongo a leer sobre el tema y quedo más loco de lo que creía (teorías, conceptos, valores, modalidades, por un lado y por otro las significancias religiosa, filosófica, económica, política) hasta que un aparte llamó mi atención: Libertad puede indicar también una falta de obligación. Sin embargo, cabe destacar que la libertad no se refiere a hacer aquello que nos guste de manera inconsciente y egoísta, sino a hacer lo que se debe por el bienestar propio y común.(1) (A partir del sin embargo me salió lo gamín que hay en mí y pensé en el mucha labia que es posible escribir, pensando sólo en que lo que nos guste no puede ser inconsciente y egoísta si el solo placer de comprar con libertad está sujeto a un mercadeo y publicidad a la que me inducen, en mi pretendida libertad, a elegir lo que otros han elegido de antemano! O cuándo he elegido por el bien común? Ni en elecciones!)

Entonces, para no alargarme en un interminable discurso solo puedo pensar en el concepto, como algo etéreo, invisible, sonoramente bello, sutil, impalpable, incorpóreo y aún volátil, en el que creo que gobierna mi vida, me hace valioso, me hace sentir seguro y pleno y eso que no estoy hablando de los otros conceptos, como Dios o patria, igualmente etéreos, invisibles, sonoramente bellos, sutiles, impalpables, incorpóreos y aún volátiles, pero mera quimera de iluso poeta!

Y me hace recordar el Veritas liberabit vos (2) que trae la biblia y el escudo de la universidad y para colmo estudié derecho, como para que vean la contradicción que guía mi vida.
            Entonces qué viene siendo la libertad? Un sarcasmo lleno de ironía, no hay de otra.

Un recuerdo que parece sólido como una piedra, acto seguido me resulta tan vaporoso como una neblina. Ése es uno de los principales problemas de estar loco: nunca estás seguro de las cosas.(3)

Óleo sobre papel, con espátula. JHB (D.R.A.)


(2) La verdad os hará libres, dijo el Señor. San Juan, 8:32. Otra contradicción en mi vida y otra coincidencia nominal!
(3) John Katzenbach. Historia del loco.

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