Continúo pontificando dentro de mi
propia ignorancia.
La respuesta siempre ha estado ahí,
es la más simple, dado que lo simple, siendo lo menos, resulta ser lo más.
Y qué es lo importante? Siendo
simplista, lo importante es vivir, ya cada cual a su acomodo, a su forma de
ver, a su experiencia, a su esclavitud, porque hay cosas de las cuales uno no puede
liberarse, como es el trabajo si la vida depende del ingreso, por ejemplo. El
fantoche que sólo vive de mostrarse, es feliz así, por eso me digo, que siga
siendo fantoche, es su problema, siempre que no esté cerca de mí. El que
arrastra su vida negativamente es feliz siendo negativo, pues que siga
siéndolo, es su problema, pero lejitos de mí. De allí que la respuesta a esa
pregunta es personal y cada cual carga su propio destino como a bien tiene.
Y sigo con el cuestionamiento. Qué
es lo importante de la vida? Pues la vida misma, no hay de otra –aunque cabe la
opción del suicidio, claro está-. Es vivir el día a día, pues el vivir resulta
ser lo importante, de lo que no hay escapatoria. Pero me digo que es vivir,
pero no de cualquier manera. Es vivir viviendo, el día a día, es cierto, pero
sin esperar nada más que el disfrute de ese día. Me siento pontificando sobre
lo que debería ser desde la lejanía de mi juventud y adultez, desde mi vejez,
lamentando eso sí, no haber descubierto a tiempo los misterios de la vida;
aunque para ser sincero, ya ni lamentándolo, aceptando lo que es porque ya no
puede retrotraerme a ese pasado para hacer las modificaciones. Lo que me
resulta cierto es que ese vivir no debe ser de buscar aceptación, de ser los
más queridos, lo más que quisiéramos pero que no somos, según los estereotipos
actuales. De allí que parece, según un documental sobre minimalismo, que
adquiriendo lo que buscamos es lo que nos hace falta en la vida y ese faltante
siempre faltará a pesar de haberlo cubierto temporalmente.
Nos convertimos, gracias a la sociedad
de consumo, en seres sin rostro para nosotros mismos, porque somos el reflejo
de lo que queremos que vean los demás, dado que el reflejo que nos presenta el
implacable espejo no nos satisface.
Entonces, para concluir, qué cosas
son importantes en la vida? Lo simple, se me ocurre como única respuesta. El
caminar pausado, sin afán, disfrutando del paisaje de la naturaleza o aún el
urbano. El sonreír porque sí y porque no. El dejar el estrés para los otros,
para los que lo saben disfrutar o sufrir. Es el mundo de las nimiedades, de ese
círculo que se cierra ante uno como zona de confort que impide que los males
ajenos lo ataquen a uno, en este mundo lleno de noticias grotescas y eternas;
en el disfrute de uno mismo, viviendo para uno porque por más pareja o familia
que se sea, uno vive para uno mismo, cada cual con lo suyo, pues en últimas es
uno mismo quien vive y quien muere, en su debido momento.
Sigo pensando en lo bueno que es
pontificar!
Si
dejamos que el miedo nos domine, no seremos capaces de hacer nada ni por
nosotros ni por los demás. Lo que tenga que pasar, que pase. Pero lo que
tengamos que hacer para evitar que pase, también hay que hacerlo, sin dejarnos
bloquear por el miedo. (1)
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