De las cosas más difíciles de probar es
la inocencia, resulta más fácil probar que no se es un robot, basta con
espichar el botón que dice que no se es un robot y luego señalar dónde hay
carros y luego semáforos y listo.
Pero la inocencia cómo se puede
controvertir? Me dirán que la Constitución y la ley dicen que uno se presume
inocente mientras no se demuestre lo contrario. Pero las autoridades no han
entendido este principio y presumen, por el contrario, la culpabilidad.
Y entonces vuelve la pregunta, cómo
demostrar la inocencia? La vía más fácil es demostrar que uno no es culpable,
pero no está demostrando la inocencia, por lo que ésta queda en entredicho.
Entonces el precepto constitucional y
legal quedan en entredicho, pero ni se le ocurra a uno invocar la presunción de
inocencia porque ahí es Troya, los investigadores se sienten ofendidos y la
entienden como confesión, es como una ordalía, sólo la suerte le ayuda a uno y
todo termina tratando de demostrar la existencia de Dios. Y lo peor de todo es
que la acusación tiene efectos hasta colaterales, porque el hecho de la
acusación ya conlleva como el refrán: si el río suena… y allí es donde la
inocencia se vuelve añicos, a pesar de su presunción. Y ni se diga nada si
llega a circular por redes sociales, ahí sí ni Dios lo salva a uno de caer en
ellas…
Y dicen que una presunción es un
principio que parece que no tiene final, agrego yo.
Y para culminar, si la inocencia se
presume y quien la pone en duda debe probar lo contrario, por qué termina uno
probando que no es culpable, dejando en entredicho su inocencia?
Son preguntas bobas que me hago en mis
momentos de lucidez, si es que tengo algo de lúcido!
Reunión de
pastores, decía el antiguo refrán español, oveja muerta.(1)
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