lunes, 6 de abril de 2020

LA DESINFORMACIÓN EN TIEMPO DE VIRUS



      Es tal la información que hay sobre el coronavirus y su poder de infección que uno ya no sabe en quién creer, ni qué creer. Es decir, vivimos en desinformación.

      El tapabocas, obligatorio. Que sí, para el que esté contagiado o tenga tos frecuente. Que no, que es para todo el mundo. Que el que venden en la tienda no sirve. Que se tiene que salir con máscara antigas, que son más efectivas para prevenir. Que miren con desconfianza al que no usa. Que miren con desconfianza al que no sabe ponérselo. Que el color azul es para afuera si está contagiado. Que no que es el blanco. Que los que no tienen color tampoco sirven.

      Ahora los guantes plásticos, obligatorios para entrar de compras. Que no, que esos no sirven si no son de alta gama. Que los de comer el pollo asado sirven. Que no, que solo sirven para comer pollo. Que no es para que los usen todo el día. Que hay que reciclarlos lo más que se pueda. Que se botan en la primera postura. Que así no se quitan, que mire el video que explica cuál es el procedimiento preciso para retirarlos de las manos.

      Me da risa al ver las cosas en la vida real, cuando debo salir por el mercadito. Tapabocas que ya llevan, aparentemente, veinte días de uso, sin lavarse, al menos. Otros colocados a la loca o a la ignorancia. Otros con tapabocas que van gargajeando por el camino, como si el escupitajo no fuera transmisor. Y ante la imposibilidad de hacerse entender para que el tendero lo entienda a uno a través del tapabocas, la solución sencilla, levantarlo para hacerse entender.

      Y los guantes que se usan. Los tenderos, especialmente los carniceros, usando cuanto tipo de guantes, baratos, hay. Con esos cortan la carne y reciben el pago, se rascan y afilan el cuchillo, pero están usando guantes, que es muy higiénico, según dijeron las autoridades.

      Y así puedo seguir, como la distancia que hay que guardar entre uno y otro, la mirada de desconfianza por cualquier tos pública, pero lo realmente absurdo son los absurdos que se ven en la vida real, bajo el entendimiento de cada cual, independientemente de su grado de instrucción, porque aún tenemos dudas o certezas atávicas, generalmente no tan ciertas por provenir de nuestro gen cavernícola.

      La desinformación realmente es lo que nos va a matar, al no poder distinguir, no por ignorancia mental, lo que es o no es, lo que ha de hacerse o no. De allí que, independientemente de lo que digan, he decidido dejar de ver tanto video y recomendación pública, porque las redes sociales van a ser el peor virus de la humanidad, porque cierto o mentira, son creadores de miedo o incentivadores de ignorancia, todo lo cual llevará en algún momento al caos.

Vuelve la vista atrásrecuerda que eres un mortal.(1)

Tomado de Facebook.
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(1) Colleen McCullough. El Caballo de César.

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