miércoles, 9 de diciembre de 2020

PÓLVORA

             Un ejemplo más de lo que es tener tantas leyes que prohíben pero que no se cumplen. Naturalmente no las cumplen los irresponsables, los que se sienten superiores a las leyes, lo que es lamentable. Pero lo que es más lamentable es que ni la policía ni el resto de autoridades tampoco la hacen cumplir, a pesar de la evidencia de que se está irrespetando la ley (a pesar de la sordera natural de la policía y de la autoridad). Siendo así, para qué carajos hicieron de la prohibición de la pólvora una ley? Y después todos ellos se quejan de los quemados, sabiendo que para evitarlos bastaba con hacer cumplir la ley, darles un escarmiento y santo remedio. Simplemente aplicar la ley.

 

            Entonces sigo preguntándome, para qué carajos la ley si no es para cumplirla y hacerla cumplir? En el inicio de las fiestas decembrinas –en la noche del 7 de diciembre- hubo pólvora como si fuera el juicio final o el 31 de diciembre y fue hasta altas horas de la noche.

 

            Pero sordos ante la prohibición, de los tarados que la usan y sordos los policías (porque solo tienen oídos cuando les conviene o cuando los gritan). Qué más se puede esperar de este país de leyes?

 

            Si yo hubiera sido litigante de los malos que piensan que ante todo está defender(se) al estilo de Abelardito, de Granados o Lombanas (o más malo de lo que mis pensamientos pueden), se me ocurrió que estando dentro de la ley uno puede defenderse en caso de que la queja moleste a la policía. Se me ocurrió que en noche de pólvora, todos aquellos que mandan cadenitas de bendiciones, saturaran las redes de la policía, de la alcaldía, llamaran al unísono a los teléfonos de urgencias denunciando la pólvora, una y otra vez, hasta que al menos se agotaran de recibir tanta llamada, para ellos molestia. Por experiencia tales llamadas no hacen efecto y la policía termina amenazándolo a uno, pero no pueden, porque uno obra como buen ciudadano, que al conocer una ilicitud la denuncia y eso es ser buen ciudadano y ellos, como buena autoridad que deberían ser, deberían atender el llamado y evitar la pólvora. (Aunque sé que en este país todo es posible o imposible, según se vea).

 

            Como ven, mi mala leche sale automáticamente (me digo que afortunadamente no fui abogado litigante, porque de haberlo sido estaría a la altura de los citados o un poco más allá, porque basta con que se me vuele y soy más malo que Caín). Y como los citados, me ocultaré en el derecho de los buenos ciudadanos, preocupados por que se cumplan las leyes (¡?).

 

            Solo si la policía cumpliera con su deber (que es mucho pedir en estos tiempos) y clavara unos cuantos (a los que me gustaría ver quemados), ofrecieran recompensa (que por la plata baila el perro), otro gallo cantaría pero supongo que estaríamos en el Edén y eso es mucho pedir (para la policía de este país).

 

            Fue un simple sueño que tuve (y supongo que por la incitación propuesta no me pueden clavar por soñar, o sí?). Pero nadie sabe la tortura que sufren los animales cuando están sometidos a ese estrés.

—Que los inocentes estén protegidos. Eso es lo que las leyes deben hacer.[1]

AK5EUSFQ75GIVP7HXPS5H7YSDA (2)



[1] Donna Leon. La tentación del perdón.

(2) Tomada de https://www.elespectador.com/noticias/actualidad/las-mascotas-tambien-son-victimas-de-la-polvora/?fbclid=IwAR3bLazR5DhxbLlU4sbyRCG6d1t9nYJD3IjMAbAdzwBwC_G3fZXbFR7Jv30

No hay comentarios.:

Publicar un comentario