Sentirse culpable sin razón, sin motivo, sin haberse hecho nada. Simplemente despertar con la sensación de que se es responsable de algo o de que se es el causante. La quijada angustiada es un síntoma; nuca contraída, un temor aparente, sin explicación, son otros síntomas.
Culpabilidad ausente, pero presente, premonición, latido, sumisión ante la imposibilidad de entender, nada más qué hacer! Culpabilidad ajena? Sensaciones inexplicables. Extrasensoriales? Complejo de culpa?
Sobreviene el deseo de desestresarse, de liberar la nuca, la quijada, dejarlas libres. Estirar la quijada, lo máximo, para sentirse liberado, para liberar ese fantasma, para sentirse liberado; exorcizar la culpa asumida pero no generada. Fue el sueño? Fue la última película vista? Qué fue? Sigo preguntándome. Por qué esas culpas se pegan sin ser llamadas? Porque han de ser culpas, pues si no lo fueran, no se tendría esa sensación.
Serán fantasmas que nos contagian? Sigo preguntándomelo, porque la sensación sigue latente, sabiendo que no es mi problema.
A veces, casi siempre, no lo decidía él sino su cerebro, que, lo que resultaba bastante irónico, por lo visto pensaba por su cuenta.(1)
------
(1) Memoria total. David Baldacci
No hay comentarios.:
Publicar un comentario