lunes, 8 de noviembre de 2021

¿TINTERILLADAS?

             Primero Panamá papers, luego Pandora papers y quién sabe qué siga a continuación. Destapes de maniobras de evasión de impuestos, básicamente. Y en este mundo moderno, quién quiere pagar más impuestos si con los que hay se sabe que se roban la mitad? Un pensamiento que se me atravesó.

 

            Entonces, todo el que tenga plata en el exterior termina siendo o bien criminal o si lo tiene pero no es tan grave, termina siendo mal visto. Advierto de antemano que no tengo plata en el exterior, si apenas me alcanza la pensión, cómo pretender tener afuera?

 

            Son meras elucubraciones mías, que alguna vez pretendí creer en la pureza de la ley, pero que con el tiempo me di cuenta que esa pureza estaba viciada, porque dejaban alguna venta abierta, si no la puerta, o aún la puerta y ventana cerradas, siempre había un resquicio por donde se pudiera filtrar una luz no deseada, vista desde el punto de la inocencia al pensar en la pureza de la ley; los que dejaban ese resquicio, los sabios y honorables congresistas, sabían por qué y para quién dejar que esa luz negra lograra penetrarla.

 

            En alguna oportunidad había dicho que si en un país era ilegal hacerlo, el país que a su turno recibía la plata no lo consideraba ilegal, todo quedaba en empate, siempre que se le pudiera hacer el quite al primero. Con plata, los abogados bailan al son que se quiera.

 

            Y una noticia me llamó la atención[1]. Avianca, inicialmente con sus negocios, tenía su sede en Colombia. Por cuestión de impuestos se fueron (ficticiamente, es decir, solo en el papel) para Panamá papers, qué ironía. Y ahora que están quebrados, para bajar más los impuestos se van para Inglaterra (ficticiamente, es decir, solo en el papel). Y aquí no pasó nada, no hay nada ilegal en ninguno de los países involucrados. No hay evasión fiscal, dirá todo el mundo. Será? Me pregunto yo y me acordé del dicho bíblico, con la vara que midáis, seréis medidos.

 

            Y eso me llevó a otro pensamiento mal pensante, hablando de dualidades o de la débil línea entre lo ético, lo legal, lo moral, la inocencia de la ley, en una palabra. El código disciplinario, con el que se busca perseguir a corruptos. Una tortuosa modificación a la Ley 734 de 2002 que el procurador de la época decidió modificar (que en redacción dejaba mucho que desear y que más del 90% era transcripción de la anterior), aprobada en junio de 2015, pero con los ires y venires solo se sancionó en enero de 2019 (Ley 1952), pero ya casito que entraba en vigor, un mico -en mi humilde concepto, nótese la ironía y hasta el sarcasmo- del plan nacional de desarrollo (Ley 1955 de 2019) que prorrogó su entrada en vigencia (a quién interesaría ese detalle? Alguna prescripción de investigación que se iba a producir en beneficio de algunos?) hasta julio de 2021. Bueno, parecía que por fin, pero no. A última hora aprovecharon una coyuntura para presentar una nueva modificación que resultó en la Ley 2094 de 2021, que entra a regir nueve meses después de la sanción (o sea en el 2022), pero curiosamente en materia de prescripciones entra en vigencia en diciembre del 23. Cosa curiosa, me digo y eso por qué, me digo. Algún interés para no enlodar el buen nombre de algún honorable padre de la patria o prestante contratista, me digo, no sin sorna, ironía y sarcasmo, todos en uno. Casi siete años para que entre a regir, excepto lo último comentado. Un bonito resquicio veo yo. Ah inocencia perdida, pero no a las buenas sino a mansalva y en campo descubierto.

 

            Y tendría mucho más de qué hablar sobre el tema, pero sinceramente me cansé de escribir al descubrir que la inocencia de la ley, como la mía, no existen, simplemente son ilusiones y me hacen sentir que hasta perdí el sentido común.

 

Estaba dispuesto a cambiar las cosas. A hacer justicia.
Me miró a los ojos.
—Son unas palabras muy fuertes, ¿verdad?
—¿Qué decía aquella canción de De Gregory? Buscabas justicia, te encontraste con la ley.[2]

Tomado de Facebook
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[1] https://www.portafolio.co/negocios/empresas/aerolinea-avianca-mudaria-su-domicilio-al-reino-unido-557794. La aerolínea Avianca mudaría su domicilio al Reino Unido con el objetivo de tener un mayor beneficio fiscal. Dice la noticia, no yo, el malpensado.

[2] Dudas razonables. Gianrico Carofiglio.

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