viernes, 17 de noviembre de 2023

ELECCIONES CELESTIALES

                Sé que no puedo escribir sobre política, por mi mala leche. Tampoco sobre religión, por las mismas razones.

                 Sin embargo, es que no me pude contener con lo que vi en redes en las últimas elecciones. Reunir los dos temas en uno es explosivo. Y pensaba que quienes escribían y reproducían tales mensajes era gentes medianamente cultas, cultivadas y con estudios universitarios o al menos con un poco de sentido común, pero no, si seguimos así, el mundo será manejado por estúpidos o más de lo que muchos ya lo son.

                 Y teniendo en cuenta mi mala leche, entro en tema.

                 Recibí oraciones para exorcizar las elecciones y a los candidatos de aquél que nos gobierna, en pleno siglo XXI, no en la edad media, en este siglo, válgame Dios. Recurrir a los cielos, tal como se ve en las imágenes -para que no se diga que son producto de mi mala leche- pero tanta ignorancia junta escandaliza, por no decir que me emputa, si he de confesarlo con claridad.

                 Replicando tales sandeces, propias de siglos pasados, en las que se delega la responsabilidad social en Dios y si no funciona quién llevará la responsabilidad, me pregunto. Y siendo así y pensando solo en Venezuela y Nicaragua, parece que el Dios de esas latitudes es sordo o está de parte de tales dictadores.

                  En el nombre de JESÚS: rompemos, cortamos, destruimos, cancelamos, invalidamos el pacto histórico que hizo Gustavo Petro, con hechicería, brujería, brujos, brujas, hechiceros, santeros, satánicos sobre Colombia. Dice uno de los párrafos de la oración y con eso ya se me elevó la presión, no dicen cuantos rosarios, padrenuestros ni salves se deben decir para que llegue a su destino tal oración, lo que me da lugar a pensar en dónde está la caridad cristiana tan replicada y poco ejecutada, deseando el mal al prójimo. Me hizo acordar de hace unos días en que tomé un taxi, se le olvidó poner el taxímetro y me clavó con la carrera, hice el reclamo porque hacía poco había hecho el mismo recorrido y sabía el costo, pero para qué pelear con tal individuo que para colmo, luego del reclamo, me dijo que Dios lo bendiga, eso me dijo el hijueputa y solo pude responderle, pues espero que a usted no, pues mi caridad cristiana no daba para tanto, si es que todavía tengo.

 La otra oración empezaba: *Oración para antes de las Elecciones* Señor Dios, a medida que se acercan las elecciones, buscamos entender mejor los temas y preocupaciones que afronta nuestro país, y cómo el Evangelio nos apremia a responder a estos retos como ciudadanos fieles de nuestra comunidad parroquial. Y luego agregaba: Te pedimos Señor nos conceda discernimiento para que elijamos líderes que escuchan tu Palabra, viven en tu amor y caminan por la senda de tu verdad y de la justicia a medida que siguen el camino de Jesús y sus Apóstoles y nos guían hacia tu Reino de paz y de libertad. Si Dios supiera de semejantes cosas, además de excomulgarnos nos saba del reino de los cielos a patadas, ante tanta estupidez.

 En consecuencia, dejemos las cosas así porque al parecer las redes sociales están diseñadas para alborotar la estupidez humana, pues una cosa es la Oración de la paz, de San Francisco, bellamente elaborada por algún alma de poeta y otra el de las viejas locas (y viejos, para no ser tildado de algo) que se comportan como beatas mientras les desean el mal al prójimo y ese tipo de personas sí deberían soportar los castigos propios de la edad media, pues no hay justificación para tanta estupidez.

 Eso me dijo el señor, Juan 1:11. 

Con la escabrosa recuperación posterior, el país no pudo volver a ser el que había pretendido ser. Del mismo modo en que ellos ya no podrían serlo. El país fue más real y más duro, y ellos se tornaron más desencantados y cínicos. Y también se hicieron más viejos, se sintieron más cansados. Pero, sobre todo, se habían alterado dos percepciones: la que el país tenía de ellos, y la que ellos tenían del país. Supieron de muchas maneras que el cielo protector en el cual les habían hecho creer, por el que habían trabajado y sufrido carencias y prohibiciones en aras de un futuro mejor, se había desarbolado tanto que ya ni siquiera podía protegerlos del modo en que se lo habían prometido, y entonces ellos miraron con distancia hacia un territorio desgajado e impropio y se dedicaron a cuidar (es un decir) de sus propias vidas y suertes, y de las de sus seres más entrañables.[1]

 

Al llegar la Pola al asiento que se le destinaba, dijo en alta voz: ¡Miserable pueblo, yo os compadezco! ¡Algún día tendréis más dignidad![2]

 

Y más adelante, tomando de Laboulaye: "Creer que el sufragio universal producirá por sí la elección más acertada es una ilusión; el sufragio universal es una mas enorme muerta, impulsada por la pasión: los hombres de más talento no son por lo común los más populares, y es muy dudoso que la multiplicidad de sufragios produzca necesariamente las elecciones más ilustradas."[3]

Tomado de Facebook



[1] Herejes. Leonardo Padura.

[2] Crónicas de Bogotá III. Pedro Ibañez.

[3] Memorias. Aquileo Parra.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario