Una acción siguiente al despertar es tomar conciencia del rededor y luego asumir el hecho de levantarse.
El empleado pensará: un día más.
El pensionado: un día menos.
El primero tiene alternativa,
puede maldecir por ser un día más de esclavitud o bien un día mas que le
permite devengar. El segundo no tiene opción.
El acto de levantarse es
decisivo, cada cual adoptará su decisión de lo que será su vida en el
transcurso de ese día, aún siendo un día rutinario, previsible, predecible,
rutina de cualquier día, de todos los días.
Aunque si he de ser sincero,
creo que nadie se levanta haciéndose esas preguntas tan trascendentales,
simplemente se levanta y continúa con su rutinaria vida de desempleado, de
empleado o de pensionado.
Lorenzo preguntó: Juan, tu eres vago?
Aturdido al no saber qué responderle, sabiendo
que sus preguntas generalmente me ponen en aprietos y sin posibilidades de
salir bien librado me limité a decirle: Sí, soy un vago pensionado.
Así zanjé olímpicamente tan filosófica pregunta.
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