miércoles, 30 de octubre de 2024

MAS FELICIDAD

                 En una película oí una frase atribuida a Séneca: La felicidad es no desear nada. Naturalmente resulta simplista la afirmación, tal como la oí, tal como la planteé. Dentro de otro contexto ya más profundo otro filósofo afirma: La felicidad para Séneca solo puede venir de la vida virtuosa, y de la autosuficiencia, no de entregarse al placer[1]. En otro lado encuentro otra: Séneca, de acuerdo con la doctrina estoica, arguye que la naturaleza es razón (en griego logos) y que la persona deberá emplear su facultad de razonar para vivir en concordia con la naturaleza y de este modo alcanzar la felicidad[2].

                 Como se ve, los filósofos o bien tergiversan o bien enredan y uno no termina por saber con certeza que fue lo que dijo y eso sin olvidar que, tratándose de filósofos, los hay más enredados unos de otros, pero enredados son y en definitiva uno no termina sabiendo con tanto argumento y contraargumento. Entonces vuelvo al vulgo, la felicidad es no desear nada, estando satisfecho con lo que se tiene. Otra simplista afirmación porque el abogado más malicioso que el filósofo preguntará y si ya se tiene se puede tener o se debe buscar otro sueño, dado que el hombre es insatisfecho por esencia? Y después de obtenido qué? Y si se tiene y no se aspira a más entonces es un insatisfecho… y miles de preguntas que amargarán al más simplista, al que se conformaba con que era feliz no deseando nada, teniéndolo todo con lo que tenía, no requiriendo de nada más, para de esa forma estar contento[3].

                 Y me puse a buscar con el doctor Google sobre lo que entendían científicos, filósofos y demás genios sobre la felicidad (Einstein, Freud, Platón, Aristóteles, Sartre, Piaget, Kierkegaard, Descartes, Foucault, Spinoza, por citar algunos) y complicados todos ellos y con tal mano de definiciones, que además de borracho, uno queda más confundido de lo que estaba.

                 Y me di cuenta que eso mismo pasaba con la felicidad, cada cual tiene su versión para su diversión, cada cual la enreda a su modo y el todo es centrarla con mirada simplista. Pero en últimas, para qué carajos centrarse en la opinión ajena (sabiendo que la mayoría de filósofos son además de pesimistas, depresivos) y también resulta cierto que muchas cosas no se aprenden de lo que otros escribieron, de lo que otros vivieron o dijeron, la cosa no es por ahí, en muchos casos (Entonces para qué empezó este discurso, se preguntará alguien; algún otro será más malvado y dirá muchas cosas, pero…) Sí, pero, me hizo recordar que la voz popular puede ser tan inteligente como un filósofo y recurrí a los grafitis que en otra época copié y, como tales, desconozco su origen y autor. 

La felicidad está a la vuelta de esa esquina... que no llegamos a doblar nunca. 

La felicidad empieza donde la realidad muere. 

Hay dos manera de lograr la felicidad: una es hacerse el bobo y la otra, serlo. 

Pinocho también era feliz. 

Ser feliz es jartísisimo.

Y el último, oído de un poema que en su juventud citaba un hermano: Feliz el que murió cagando, su alma se fue al cielo y el bollo quedó colgando.

 Amén. 

Saber muchas cosas que ya no sirven para nada. ¿No era eso, también, hacerse viejo?[4]

Tomado de Facebook
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[1] https://www.icns.es/noticia_seneca-sobre-la-felicidad-de-vita-beata

[2] https://www.google.com/search?q=que+dijo+seneca+sobre+la+felicidad&rlz=1C1UUXU_esCO936CO936&oq=que+dijo+seneca+sobre+la+felicidad&gs_lcrp=EgZjaHJvbWUyBggAEEUYOdIBCDU2MzVqMGo3qAIIsAIB&sourceid=chrome&ie=UTF-8.

[3] En la filosofía oriental, la felicidad se concibe como una cualidad producto de un estado de armonía interna que se manifiesta como un sentimiento de bienestar que perdura en el tiempo y no como un estado de ánimo de origen pasajero, como generalmente se la define en occidente.

[4] La víspera de casi todo. Víctor del Árbol Romero.


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