miércoles, 21 de diciembre de 2016

EL ESCONDITE PERFECTO


Felicidad no es hacer lo que uno quiere
sino querer lo que uno hace.

 Jean Paul Sartre

Releí un cuento que hace mucho había copiado de los inicios del internet, por lo que excuso su autor, tenía por título El escondite perfecto y hablaba sobre la felicidad. Me llamó la atención y lo transcribo al final, luego de algunas reflexiones previas.

En efecto, nuestra vida es eso, una búsqueda permanente de la felicidad por la permanente insatisfacción, por la falta de algo, por tener el algo, por desear algo, pero nunca satisfecho con ese algo efectivamente tenido mas no disfrutado.

Y es curioso ver que todo aquello que buscamos vanamente se encuentra frente a nuestras narices, no las vemos y son, por lo regular, gratis o al menos, bastante baratas.

Y ante tal ceguera, producto de la insatisfacción, cuando no de la pereza y aún de la abulia, es que hemos perdido el placer de sorprendernos aún de nosotros mismos, de capacidades o cosas que no habíamos tenido la oportunidad de conocer, pero que estaban allí o que están allí, escondidas mas no perdidas y siempre existe la oportunidad de recuperar, de encontrar y aún de reencontrar.

Ser feliz no es difícil ni complicado, muchas veces basta con dejar el uso y abuso de calificativos que todo lo trastoca. Otras, es simple cuestión de dejar pasar, que las cosas pasen sin preaviso, sin arrogancia. Otras más es liberarse de falsos prejuicios y arriesgarse a tomar otros caminos. Y así, hay muchas más excusas para ser feliz, siempre que se tenga conciencia que ser feliz es estar tranquilo, en paz con uno mismo, sin pretensión alguna. Aceptarlo y asumirlo. Naturalmente, cómo cuesta! Muchos piensan que están leyendo un discurso al mejor estilo de Walter Rizo o de Paulo Coelho, puede ser, poco importa. Pero vale la pena intentarlo, recordando que muchas veces el no hacer es mucho más importante que el hacer que obstaculiza.

Ah! Lo olvidaba, el ser feliz no es lo que digan los parámetros de cualquier estudio por más importante sea la universidad que lo diga, ni del vecino, ni de los documentos Conpes; es todo aquello que lo hace a uno conforme con uno mismo, que lo hace sentir satisfecho, que le hace sonreír sin razón pero con el corazón. (Y aquí me contradigo) No importa lo que sea.

Para culminar por hoy, a lo que vinimos fuimos:

En el principio de los tiempos, se reunieron varios demonios para hacer una travesura. Uno de ellos dijo:
-          Debemos quitarles algo a los hombres, pero, ¿qué les quitamos?
Después de mucho pensar uno dijo:
-          ¡Ya sé, vamos a quitarles la felicidad, pero el problema va a ser dónde esconderla para que no la puedan encontrar.
Propuso el primero:
-          Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo.
A lo que inmediatamente repuso otro:
-          No, recuerda que tienen fuerza, alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está.
Luego propuso otro:
-          Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar.
Y otro contestó:
-          No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará.
Uno más dijo:
-          Escondámosla en un planeta lejano a la Tierra.
Y le dijeron:
-          No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que pueda viajar a otros planetas y la va a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad.
El último de ellos era un demonio que había permanecido en silencio escuchando atentamente cada una de las propuestas de los demás. Analizó cada una de ellas y entonces dijo:
-          Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren.
Todos voltearon asombrados y preguntaron al mismo tiempo:
-          ¿Dónde?
El demonio respondió:
-          La esconderemos dentro de ellos mismos, estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán.
Todos estuvieron de acuerdo y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.


Foto: JHB (D.R.A.)

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