viernes, 27 de octubre de 2017

POBRECITO YO…


En el mundo hay víctimas y victimarios. Pero a veces se nos escapa una tercera categoría, muy importante en salud mental, el victimista, es decir, la persona con tendencia a considerarse víctima o hacerse pasar por tal. (…)
No dicen directamente lo que desean y prefieren quejarse. En vez de luchar por cambiar las cosas, se quejan de su mala suerte. Buscan llamar la atención buscando lástima mediante lamentos y quejas. Exageran y deforman situaciones y sus posibles consecuencias negativas. Suelen pensar mal de los demás. Ante un fracaso, se justifican y echan la culpa a otros o a las circunstancias. Se hacen las victimas para que se le reconozcan los méritos. Son prevenidos y de mala fe. Sienten placer al mostrarse como víctimas. Como se sienten víctimas, no ven necesario sentirse culpable. En últimas, hacen del sufrimiento su forma de vida.
La actitud de estas personas es pasiva e inconscientemente manipuladora, se vale del chantaje emocional y suele hallarse inmersa en una eterna e inactiva espera, de que el mundo reconozca su inmenso dolor y la injusticia que se ha cometido con ellos.(1)

No conocía la palabreja pero es muy común recaer en el pecado de hacerse el victimista(2) y de acuerdo con el resultado, termina siendo una cara que se utiliza para utilizar a otro y para obtener algo de otro. De alguna manera, en algún momento de nuestras vidas, sin saberlo, lo hemos utilizado; de ser permanente dicen que es un transtorno paranoide, por lo que se recomienda la visita al siquiatra.

Nada más recordar cuando al jefe se le contaba que su abuelita (de uno, se entiende) se murió. Uno ponía cara compungida, tristeza emergente en cada palabra pronunciada y a la espera de que le dijeran pobrecitooo. O cuando le han robado y va a contar el cuento, la misma vaina: cara compungida, tristeza emergente y espera al pobrecitooo. O alguien de la parentela está en el hospital y para poder ir a verlo en horas de oficina y en forma conmiserativa para pedir permiso, se pone cara compungida, tristeza emergente y la espera de que le digan: vaya mijito, lo que necesite. Qué más manipulación de sentimiento se puede hacer?

            Si eso se predicó de nosotros, qué se dirá de los ahora llamados millennials(3) que resultaron más llorones y a los que les encanta el pobrecitooo y lo utilizan para obtener todo lo que quieren, corroborando aquello que dijo Maquiavelo que no importan los medios, desde que se alcance el fin.

            ¿Parece que este mundo es cada día más complicado? ¿O es solo una sensación? En mi época uno contaba que lo habían robado y de inmediato le decían: Pero si es bobooo… para qué dio papaya… Y si uno trataba de aplicar la técnica lo retroalimentaban con aquello: Ay no pobrecito, pero cómo sufre y así se le quitaban las ganas de volver sobre el cuento.

            El mundo cambia y el problema es que está cambiando demasiado rápido y no nos da tiempo para acoplarnos y tal vez por eso sea que seguimos pensando que el tiempo pasado fue mejor, al menos uno sabía a qué atenerse.

            Hoy, a esta edad, me conformo con que me digan en el Transmilenio: Pobrecito, siéntese acá! Y pondré cara compungida, tristeza emergente y con gesto lloroso agradeceré la gentileza!



Imagen Google (4)

(1) Pobrecito yo: la tendencia a hacerse pasar como víctima. http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/trastorno-paranoide-de-la-personalidad-hacerse-pasar-como-victima/542395

(2) El victimismo o victimización es la tendencia de una persona a considerarse víctima o a hacerse pasar por tal. ​ Una víctima es quien sufre un daño personalizable por caso fortuito o culpa ajena. El victimista se disfraza por tanto de víctima, consciente o inconscientemente, simulando una agresión o menoscabo inexistente; y/o responsabilizando erróneamente al entorno o a los demás. (…) Para ello, el sujeto victimista posiciona a su adversario de forma implícita como atacante al adoptar una postura de víctima en el contexto de la discusión. En Psicología una personalidad victimista o tendencia psicológica victimista que puede llegar a desembocar en una conducta patológica como trastorno paranoide​ consiste en una tendencia a culpar a otros de los males que uno padece y resguardarse en la compasión ajena. Esta tendencia se caracteriza por una deformación pesimista de la realidad en la que el sujeto se regodea en el lamento y queda incapacitado para realizar cualquier tipo de autocrítica. Es uno de los pilares de la cultura de la queja. https://es.wikipedia.org/wiki/Victimismo
(3) O generación Y o síndrome de Peter Pan –ya no saben cómo apodarlos. y parece que por culpa nuestra, por exceso de darles todo lo que a nosotros no nos dieron o no nos pudieron dar…
(4) https://www.generarmemes.net/meme/pb8i4s

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