En el mundo hay víctimas y victimarios. Pero a veces se nos escapa
una tercera categoría, muy importante en salud mental, el victimista, es decir,
la persona con tendencia a considerarse víctima o hacerse pasar por tal. (…)
No
dicen directamente lo que desean y prefieren quejarse. En vez de luchar por
cambiar las cosas, se quejan de su mala suerte. Buscan llamar la atención
buscando lástima mediante lamentos y quejas. Exageran y deforman situaciones y
sus posibles consecuencias negativas. Suelen pensar mal de los demás. Ante un
fracaso, se justifican y echan la culpa a otros o a las circunstancias. Se
hacen las victimas para que se le reconozcan los méritos. Son prevenidos y de
mala fe. Sienten placer al mostrarse como víctimas. Como se sienten víctimas,
no ven necesario sentirse culpable. En últimas, hacen del sufrimiento su forma
de vida.
La
actitud de estas personas es pasiva e inconscientemente manipuladora, se vale
del chantaje emocional y suele hallarse inmersa en una eterna e inactiva
espera, de que el mundo reconozca su inmenso dolor y la injusticia que se ha
cometido con ellos.(1)
No conocía la palabreja pero es muy común recaer en el pecado de
hacerse el victimista(2) y de acuerdo con el resultado, termina siendo una cara que se utiliza para
utilizar a otro y para obtener algo de otro. De alguna manera, en algún momento
de nuestras vidas, sin saberlo, lo hemos utilizado; de ser permanente dicen que
es un transtorno paranoide, por lo que se recomienda la visita al siquiatra.
Nada más recordar cuando al jefe se le contaba que su abuelita (de
uno, se entiende) se murió. Uno ponía cara compungida, tristeza emergente en
cada palabra pronunciada y a la espera de que le dijeran pobrecitooo. O cuando le han robado y va a contar el cuento, la misma
vaina: cara compungida, tristeza emergente y espera al pobrecitooo. O alguien de la parentela está en el hospital y para
poder ir a verlo en horas de oficina y en forma conmiserativa para pedir
permiso, se pone cara compungida, tristeza emergente y la espera de que le
digan: vaya mijito, lo que necesite.
Qué más manipulación de sentimiento se puede hacer?
Si eso se predicó de nosotros, qué
se dirá de los ahora llamados millennials(3) que resultaron más llorones y a los que les encanta el pobrecitooo y lo utilizan para obtener todo lo que quieren,
corroborando aquello que dijo Maquiavelo que no importan los medios, desde que
se alcance el fin.
¿Parece que este mundo es cada día
más complicado? ¿O es solo una sensación? En mi época uno contaba que lo habían
robado y de inmediato le decían: Pero si
es bobooo… para qué dio papaya… Y si uno trataba de aplicar la técnica lo
retroalimentaban con aquello: Ay no
pobrecito, pero cómo sufre y así se le quitaban las ganas de volver sobre
el cuento.
El mundo cambia y el problema es que
está cambiando demasiado rápido y no nos da tiempo para acoplarnos y tal vez
por eso sea que seguimos pensando que el tiempo pasado fue mejor, al menos uno
sabía a qué atenerse.
Hoy, a esta edad, me conformo con
que me digan en el Transmilenio: Pobrecito,
siéntese acá! Y pondré cara compungida, tristeza emergente y con gesto
lloroso agradeceré la gentileza!
Imagen Google (4)
(1) Pobrecito yo: la
tendencia a hacerse pasar como víctima.
http://www.semana.com/vida-moderna/articulo/trastorno-paranoide-de-la-personalidad-hacerse-pasar-como-victima/542395
(2) El victimismo o victimización es la tendencia de
una persona a considerarse víctima o a hacerse pasar por tal. Una víctima es quien sufre un daño personalizable por caso
fortuito o culpa ajena. El victimista se disfraza por tanto de víctima, consciente o
inconscientemente, simulando una agresión o menoscabo inexistente; y/o
responsabilizando erróneamente al entorno o a los demás. (…) Para ello, el
sujeto victimista posiciona a su adversario de forma implícita como atacante al
adoptar una postura de víctima en el contexto de la discusión. En Psicología una personalidad victimista o tendencia
psicológica victimista que puede llegar a desembocar en una conducta patológica como trastorno paranoide consiste en una tendencia a culpar a otros de los males que uno
padece y resguardarse en la compasión ajena. Esta tendencia se caracteriza por una
deformación pesimista de la realidad en la que el sujeto se regodea en el lamento y queda incapacitado para realizar cualquier tipo de autocrítica. Es uno de los pilares de
la cultura
de la queja.
https://es.wikipedia.org/wiki/Victimismo
(3) O generación Y
o síndrome de Peter Pan –ya no saben cómo apodarlos. y parece que por culpa
nuestra, por exceso de darles todo lo que a nosotros no nos dieron o no nos
pudieron dar…
(4) https://www.generarmemes.net/meme/pb8i4s
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