lunes, 2 de octubre de 2017

COSAS DE LEGULEYOS

Se buscaba que la ley fuera justa e igualitaria. Nada más utópico, aún en los mundos modernos en donde los países más democráticos son tiránicos, pero deben identificarse con la democracia así sea de nombre, porque ahora el socialismo es democrático.

Pero bueno lo que resulta cierto es que el exceso de democracia es malo. Dos ejemplos: la tutela, muy bien ingeniada de protección de ciertos derechos muy especiales. Pero a partir de la interpretación de esos derechos se vagabundeó, se pervirtió, se degeneró, pero eso sí es efectiva para defender no derechos, como el de Pretelt para quedarse en su puesto, el mismo Petro para impedir que lo sacaran y otra serie de joyas de la corona, que simplemente dan vergüenza mencionarlos. Se les nombró para que gobernaran en el país de las leyes, no para que dedicaran su tiempo a hacerle el quite. Pero bueno, por eso estamos en el país del Sagrado Corazón; la tutela da para quienes tienen amigos jueces, los demás, entutelar a la justicia para ver si algún día se purifican e imparten justicia a los que realmente la necesitan, a los que tienen el derecho, no la oportunidad!

El otro, la consulta popular. El colmo del vagabundeo, ya ni los que deben gobernar lo hacen con tranquilidad por el temor y acuden entonces al expediente de consultar. Si se les nombró era porque se consideraba que eran capaces, al menos para decidir, pero no, para eso están asesores, comités y demás enervantes desplazadores de responsabilidad. (Pero se está desviando del tema, oigo decir. Sí, eso me pasa por la mala leche de los temas que escojo, me defiendo).

Lo de la consulta popular, en la que votan quienes desconocen el tema, quienes son llevados por la pasión del acaloramiento, quienes son engañados, manipulados o simplemente son familia o empleados del interesado final. Cuánto proyecto, sin interés oculto, no es frenado por un grupo, con interés oculto? Casos se han visto y ahora más que nunca. Siempre recuerdo lo que me enseñó una jefa: Detrás de toda buena obra, siempre hay un interés mezquino y en este caso, casi darlo por descontado.

Una carretera que no se puede hacer porque a algún gamonal no le gustó o no le consultaron previamente y con argumentos ecológicos, de los cuales no tienen ni idea, frenan todo el desarrollo.

Desde algún tiempo venía pensando en el tema pero llegó en mi ayuda un artículo de Salomón Kalmanovitz(1), persona seria y que conoce de lo que habla y concluye, como yo (hay que elevar el ego de vez en cuando), que las consultas, tergiversadas como la tutela, lo que dan es un retroceso al avance que originalmente se tenía programado.

Dice el articulista: La Corte Suprema de Justicia otorgó una tutela a favor de una comunidad en el Cesar que se oponía a que se erigiera un peaje para financiar una nueva carretera que los conectaría con La Guajira. Los constructores tuvieron que abandonar el proyecto. Con este fallo, la Corte envió un mensaje oportunista: cualquier contribución tiene que ser consultada con los más obligados a hacerla, que seguramente se negarán; además, que si van a construirse vías debe ser con recursos que aportamos todos los ciudadanos, menos beneficiados por las obras en cuestión. Es todo o nada. (…) Las consultas previas y populares sobre minas, exploración y explotación de hidrocarburos e hidroeléctricas permiten que surjan personajes que se especializan en movilizar a los pobladores para impedir o, en el mejor de los casos, extorsionar a los inversionistas. (…) El interés general queda así subordinado al interés particular.

Y nótese que la consulta se fue de la mano con la tutela y quien abrió el boquete al que se le fue la mano fue a la Suprema y no la Constitucional, cosas de leguleyos. Por eso no pretendamos tener leyes para la generalidad, siempre habrá un interés mezquino para interpretar los resquicios que a conciencia se dejan.

Estamos en el país del Sagrado Corazón, con el cuadro completo: políticos (redunda ponerle adjetivos), leyes con resquicios y jueces, todos ellos sumos corruptos. Lo mejor, encomendarse a la Virgen del Agarradero, al menos esa existe de nombre.

—Eso es sobornar al votante.
—No, eso es seducirlo. Recuerda, la mayoría son pobres. Necesitan saber que su voto tiene valor y que los grandes hombres les prestan atención aunque solo sea una vez al año. Es todo lo que tienen.(2)


Imagen Facebook (3)


(1) Salomón Kalmanovitz. Consultas y desarrollo económico. http://www.elespectador.com/opinion/consultas-y-desarrollo-economico-columna-711364
(2) Robert Harris. Conspiración Saga: Cicerón - II
(3) 21371247_10155505932945168_332578110300724779_n

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