jueves, 22 de marzo de 2018

DEJANDO SOMBRAS



Al pasar por la vida dejamos sombras, no sombras de recuerdo de lo que fuimos, sino sombras invisibles de lo que somos, como estelas de espíritus caminantes en otra dimensión. Esa sensación que a veces nos acompaña y que de algún modo y en algún momento notamos como compañía que a veces asusta, que otras se agradece, por no ser conscientes de ellas.

Será que dejamos alguna sombra de este tipo a nuestro pasar? Tal vez la cuántica tenga la respuesta.

Las sombras serán los recuerdos que dejamos en otros? En las situaciones vividas? En el tiempo?

Será que en cada instante que pasa nuestra sombra queda impresa en el instante mismo? O serán tergiversadas por el viento mientras se graban? Serán sombras o algo más?

Imaginar que cada instante queda grabado en la memoria del tiempo, una grabación inalterada, inalterable; una grabación que sirve de pasaporte al cielo, donde no vale opinar porque lo que fue, fue y Pedro, al advertir alguna mentira, alguna excusa, algún desplazamiento de responsabilidad, alguna suplantación, evitará que prosigamos al paraíso, dejando en evidencia nuestra culpa, simple y llana, pasándonos la película que requiere para refrescarnos que el fueque no tiene allí valor, determinando que seamos nosotros mismos los que ante la evidencia seamos los que admitamos el castigo, porque no hay apelación, recordando que qué mejor portero que Pedro, el que negó tres veces y le iba saliendo caro, porque aún ahora es ejemplo del fueque, tal vez por eso fue el portero designado, tal vez esa fue su ironía.

Tal vez sería la única oportunidad en que objetivamente, sin subjetividad ni eufemismo alguno, se podría asumir la responsabilidad de actos, sin achacarla al prójimo, sin posibilidad de alegar eximentes, ni incitantes, porque no los hay ni siquiera la legítima defensa, ni siquiera los malabares de Granados, Lombana o Delaespriella, porque allí no hay defensa, sólo asunción de la verdad, tal cual, escueta, tal como es.

Sólo quería cerrar los ojos e imaginar.

No hay nada más peligroso que alguien que decide ser decente en el último minuto. Hará cualquier cosa por intentar enmendar su pasado.(1)

Imagen de Facebook. FB_IMG_15095882899431207.jpg


(1) Julia Navarro. La biblia de barro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario