miércoles, 8 de mayo de 2024

SIGNOS

             Así puede iniciar la vida. De un punto y aparte, con o sin coma seguida o comillas disonantes y hasta de un punto y coma.

             También esa vida, está llena de puntos seguidos y de puntos finales, aún sin darnos cuenta, tildando apartes de esa misma vida.

             Es claro que se inicia de una palabra solamente -nacer- o con una frase delimitada, por una coma, por un signo de admiración o de interrogación, a cada cual lo que le corresponda, aunque siempre le seguirá un punto, seguido o aparte.

             Y también es claro que termina con un punto final, el último, el que define la terminación de esa biografía y que indica que no hay nada a continuación, nada más.

             Y pensando en el punto final, a lo largo de la vida hay muchos puntos finales, tal vez demasiados, pero necesarios. Algunos conscientes, otros inconvenientes, como indiferentes pueden ser. Unos los ponemos nosotros, otros nos los imponen y pueden ser puntos finales decorosos y hasta dolorosos, pero generalmente necesarios para poder iniciar otro párrafo u otro capítulo, porque la biografía está llena de capítulos, unos inconclusos, otros cerrados y sellados para siempre; no es uno solo, como la vida lo es, porque no lo puede ser, por aquello de que hay que pasar página, pues de lo contrario sería estancamiento, el libro no terminado, aunque también es cierto que lo dejamos así o pasamos página voluntariamente o nos exponemos a que nos la pasen sin nuestro querer, porque no puede dejar de pasarse página sería inconcebible, pues todo como tiene inicio siempre tiene que tener un final, así sea inconcluso.

             Y pensándolo, esa vida tiene comas, puntos y comas y puntos seguidos. Lo que los distingue es el espacio que se da a la respiración, corto, uno un poco más prolongado y otro que puede entonarse como una pausa con suspiro incorporado. Vaya uno a saber.

             Hasta ahora me doy cuenta de lo importante que son los signos ortográficos, simples grafías que pueden que no digan nada, pero que lo pueden tildar todo. 

Pero ¿cómo le diré? ¿La vida no es más que conjunciones, una detrás de la otra?

—Se parece más a un sistema de puntuación. Dos puntos y exclamaciones para algunos; puntos suspensivos para los demás.[1]

 

Tomado de Facebook
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[1] Mariposas en la noche. James Sallis.

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