Ten cuidado con
lo que preguntas, no sea que te lleves una respuesta desagradable. —Esa era una
de sus máximas preferidas en los tribunales.(1)
-
Me pregunto, cómo
liberarse de prejuicios?
-
Y yo… todos los prejuicios
son adquiridos?
-
Pues algunos deben
ser genéticos y hasta atávicos. Porque la palabreja tiene el pre fijo!
-
Ya empezó con sus
pendejadas?
-
No, lejos de mí! Por
definición prejuicio debería ser juicio previo o no?
-
Por el contrario,
el prejuicio es que uno no tiene juicio ni para pensar ni para expresar, lo suelta
como bomba, sin pensarlo, sin importarle lo que ocurra ni siquiera los daños colaterales.
-
Entonces el pre… el
prefijo… me hizo acordar de las clases de español con el prefijo, el sufijo y todo
eso, ya hace más de 50 años y me vi en aquellas épocas, en particular en ese colegio
de altos techos, construcción, creo que republicana o anterior a esa, grandes ventanales,
pasillos que culminan en arcos…
-
Aterrice, papito,
aterrice.
-
No, precisamente pensando
en ello me llevó al prejuicio que se tenía en la época, buena educación pero quedaba
en el aire el dejo de ser un colegio para
clases menos favorecidas, como se destilaba en la época.
-
Sí, el prejuicio de
los colegios distritales de otra época, buena educación, pero, como usté dice, para clases menos favorecidas.
-
Y con los años oír
a las clases emergentes que de allí salieron, haciendo comentarios como que a sus
hijos no los pondría en esos colegios…
-
Prejuicio. Y no es
que sea un juicio previo, es un juicio sin precaución, un juicio disparado a la
loca, una opinión irreverente, propia del insulto…
-
Pobres testigos de
Jehová! Pero se la ganaron…
-
Aunque habría que
reconocer que son muy valientes, valientes porque se meten en la boca del lobo,
pleno catolicismo de ese entonces con aquello de apostólico y romano, siendo solo
bogotano…
-
Sí, hay que reconocerles
eso a los primeros exploradores que se atrevieron a tocar de casa en casa. Igual
que a los gitanos, que recuerdo que también fueron objeto de discriminación por
estas tierras bogotanas. Las mamás con la amenaza de que ellos robaban niños y se
los comían. Pobres gitanos.
-
El prejuicio es vicio
y como vicio que es, difícil de liberar.
-
Y aún habiéndose quitado,
lo atávico que tenemos lleva a ser resucitado en momentos de efervescencia y calor,
cuando de pelea se trata, se suelta para la ofensa y sin calcular los daños colaterales,
además del hijueputazo, añadido el prejuicio de negro, de marica, de vagabunda o
del epíteto que resulte adecuado en ese momento y, como dije, sin calcular los daños
colaterales que son los que resultan más venenosos.
-
Sí, qué cagada. El
prejuicio es discriminatorio, excluyente, genera violencia verbal que termina en
la física, como cuando nos cogimos a pata por… ya se me olvidó por qué fue.
-
A mí también (a Dios
gracias!)
Foto: JHB (D.R.A.)
(1) Robert Harris Conspiración Saga: Cicerón - II
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