miércoles, 31 de mayo de 2017

LA HISTORIA REPETIDA


-siempre hubo entre los perros y yo,
si no una guerra abierta,
un estado de paz sin confianzas. (1)

Me preguntaba cómo es posible que ciertos personajes y ciertas tendencias, con la experiencia histórica que ha tenido la humanidad y que es de conocimiento mundial, ya que la globalización ha permitido que dejemos el provincialismo para ver más allá de nuestro propios cerros, podamos incurrir en pasiones políticas o religiosas que el tiempo ha demostrado son funestas, por mencionar solo éstas.

Y lo curioso del caso es que esas tendencias se están viendo en lo que llamamos potencias. Estados Unidos con el Trumph, Inglaterra el Bretix, Francia con sus elecciones, Alemania… ya conocemos a Alemania y el nacionalismo no ha desaparecido, puede volver.

Y ya la vivimos en Colombia y personajes de la talla de Uribe y otros más apasionados que le acompañan o que le hacen la contra.

Parece que eso de que quien no conoce la historia está condenado a repetirla es simplemente un cliché, un mito urbano, porque aún conociéndola seguimos repitiendo a través de los tiempos las mismas barbaridades cometidas en el pasado, en tiempo de bárbaras naciones, como antaño se decía, como antaño se hacía. 

Y eso me lleva a pensar que somos borregos que eternamente pastan en el pastizal que el pastor elije, sin derecho a que podamos pensar. Siempre me pregunté cómo con tantos alemanes –y tantos enemigos- soportaron a Hitler por tanto tiempo. También me pregunté, desde la Cabaña del Tío Tom, cómo fue posible que los negros en superioridad de número, de fuerza y de corpulencia, pudieron estar tanto tiempo sometidos. Cómo aguantamos aún a Uribe y cómo hay gente que todavía le sigue como al profeta enviado por Dios. Y no hay argumentos que valgan contra ello, es como si la ceguera se generalizara e impidiera ver con lógica, con sentido común.

Antonio Caballero me ayuda a encontrar la explicación. El miedo. Y dice: Y lo busca halagando los más bajos instintos del pueblo francés: el chovinismo y la xenofobia. En la raíz del fascismo está el racismo. El miedo al otro: al diferente, al extraño, al extranjero, al que es distinto por la raza o por la religión, por la ideología o por la lengua o por el color de la piel. El nacionalismo es la versión blanda, liviana del racismo, y en consecuencia del fascismo. La palabra fascismo viene de los fasci di combatimento, haces de combate, apretados y homogéneos como haces de flechas o de espigas, que conformaban las tropas de choque del partido del duce italiano Benito Mussolini, el cual tomó por eso el nombre de Partido Fascista. Luego vino el nacionalsocialismo hitleriano: el nazismo. Y con él, la guerra mundial. Todo ello como resultado del huevo original, del huevo de la serpiente: el miedo a la diferencia. Un miedo que solo se supera mediante el uso de la violencia, único modo de tratar al otro, al diferente.(2)

Y por su parte, la Fallaci sostenía (creo que en palabras del considerado patriota griego Panagoulis): Ésta es la época de los ismos -comunismo, capitalismo, marxismo, historicismo, progresismo, socialismo, desviacionismo, corporativismo, socialismo, fascismo-, pero nadie se percata de que todo ismo rima con fanatismo. Ésta es la época de los anti -anticomunista, anticapitalista, antimarxista, antihistoricista, antiprogresista, antisocialista, antidesviacionista, anticorporativista, antisocialista, antifascista-, pero nadie se percata de que todo ista rima con fascista. Nadie dice que el verdadero fascismo consiste en ser anti por principio, como quien agarra una rabieta, negando a priori que en cada corriente de pensamiento haya algo justo o algo susceptible de ser utilizado para buscar lo justo. El sentido e incluso el significado de la libertad se pierde al encasillarse en el dogma, en la ciega certeza de haber conquistado la verdad absoluta, sea éste el dogma de la virginidad de María o el dogma de la dictadura del proletariado o el dogma del Orden y la Ley, cuando la libertad es el único concepto inapelable e indiscutible. Tanto es así, que la palabra libertad no tiene sinónimos, tan sólo extensiones o adjetivos: libertad individual, colectiva, personal, moral, física, natural, religiosa, política, cívica, comercial, jurídica social, artística, de expresión, de opinión, de culto, de prensa, de huelga, de palabra, de fe, de conciencia. En última instancia, ella es el único ismo o sea el único fanatismo admisible, pero sin ella un hombre no es un hombre y el pensamiento no es pensamiento.(3)

Y es así como el miedo nos gobierna, porque hace parte de nuestra propia vida, siempre hemos tenido miedo, siendo cobardes? No lo sé. Tal vez por eso somos honrados, por miedo a que nos delaten, por miedo al qué dirán, por miedo a la cárcel, tal vez por eso, simplemente por eso es que somos honrados. Y por eso, tal vez, sólo tal vez repitamos la historia por enésima vez.

—Porque este país está dividido por la mitad; o estás en un lado o en el otro, y basta que unos digan A para que los otros respondan B. Es sorprendente, pero aquí nadie escucha. En ocasiones, las posiciones se basan en estar en contra de lo que diga el adversario, no en un pensamiento propio que lleva a unas conclusiones. (4)


Tomado de Google.


(1) Saramago. El mejor amigo del hombre
(2) Antonio Caballero. El exiguo exágono. http://www.semana.com/opinion/articulo/antonio-caballero-opinion-sobre-las-elecciones-en-francia/524307#
(3) Oriana Fallaci. Un Hombre. Y lo escribió hace más de 40 años! Si se quiere más ilustración ver: https://es.wikipedia.org/wiki/Alexandros_Panagoulis
(4) Julia Navarro. Historia de un canalla

No hay comentarios.:

Publicar un comentario