viernes, 3 de noviembre de 2017

LAS COSAS SIMPLES

Un krill a otro: No tenemos un propósito. (1)

Hoy no me referiré a las cosas simples de la vida, como es tomarse un café en la soledad de un libro o en una buena compañía, pero sin celulares distractores, donde los distractores son los naturales como el pasar de la gente, la conversación ajena, el clima.

Me refiero hoy a las cosas simples de la naturaleza, aquellas que quedan y pasan desapercibidas a nuestros ojos por el exceso de movimiento y de información. Aquellas que se dan por sentado, pero sin percibir su existencia.

Hoy, la simplicidad de la vida me la dio una simple mariposa blanca, pequeña, revoloteando a mi alrededor, llamando mi atención y por su atrevimiento, casi termina sometida a todo el peso de mi ser. Casi la piso, en otras palabras.

Y me dio mucho qué pensar. Todo aquel submundo que no vemos, por estar embebidos en un celular, por el agite de la ciudad, por la preocupación cotidiana.

Y pensar que todo ese submundo es indispensable o más que ello, imprescindible para la vida del planeta. Ya está demostrado que el planeta sin humanos funciona divinamente, no somos necesarios, no es necesario el pensamiento ni el querer humano para que la tierra sigue girando sin nosotros, sus depredadores, como también ha quedado demostrado.

Ver la sencillez de la mariposa, de la abeja y aún de la mosca, cada una con su tarea, eternamente realizada, en su propia nimiedad, si se ve en la distancia.

Y pensándolo mejor, son tan importantes que de extinguirse, ellas se llevan el ecosistema y eso que cualquiera diría: pero si se trata de una miserable mariposa… Pero una mariposa… Vienen a mi memoria las siguientes frases: "el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo"(2) o "el aleteo de las alas de una mariposa pueden provocar un Tsunami al otro lado del mundo" y "El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo." Y conste que no se tratan de palabras o frases sinsentido. Sin una abeja, sin una mariposa se acaba la polinización, sin polinización… y continúen con la cadena de pensamiento y el ecosistema se irá en un cerrar de ojos.

Hemos perdido entonces el tacto de poder ver las cosas simples de la naturaleza, lo que ha hecho de nosotros, sus depredadores, lejanos espectadores indiferentes a quienes sólo nos importa la plata, el celular y que hablen bien de nosotros, no importa que seamos unos hampones, unos depredadores.

Pare ahí… oigo decir, ya se le está saliendo la mala leche y con lo bien que iba…

Y con lo bien que iba, me repito.


Foto: JHB (D.R.A.)

(1) De la película Happy feed 2.
(2) Proverbio chino.

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