Todos ingerimos diariamente la dosis de morfina que adormece
el pensamiento.(1)
Sentido común. El común de las personas. Nosotros (cuando
queremos connotación de muchísima gente). La gente. Esos. Los de allá.
Sentido común y con ironía en mi época se decía que el menos
común de los sentidos. Y hoy…
Y el común de la gente o gente común, como se decía antaño.
Pero hoy qué tenemos de común con el prójimo, fuera de ser animales y
supuestamente racionales? La gente común y corriente era distinguible, había
una serie de presupuestos identificatorios. Hoy, ya no. La gente de sociedad,
distinguible antaño. Hoy, ni eso!
Somos muchos, como mecanismo de defensa para decir que
estamos solos, pero que no se metan con nosotros porque tenemos un fantasma con
el que queremos decir que somos muchos, estando solos, aparentando multitud de
soledades, como mecanismo de defensa…
La gente. Esos. Los de allá. Para distinguirnos de quién? De
los de acá? De los que nos creemos más? De los que aspiramos pero no llegamos?
De los que nunca seremos aunque aspiremos? De los que no nos conformamos con
ser lo que nos tocó?
Y multitud de palabras que abundaron, que fueron y ya no son
y otras que no fueron pero ahora son. Este mundo ya está loco, no sé qué tanto
como yo.
Y solo
resta decir con Saramago(2):
Hay palabras que se retraen, que se niegan, porque tienen demasiado
significado para nuestros oídos cansados de palabras.
Cuadro al óleo, espátula y papel. Autor JHB (D.R.A.)
(1) Saramago. Claraboya.
(2) Claraboya.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario