miércoles, 29 de noviembre de 2017

VIDA AJENA


Imaginamos que los demás, particularmente los poderosos –incluyamos a quienes detentan el poder, religioso o político, industrial o económico, presidentes, escritores, artistas, el Papa o simplemente aquellos a quienes le damos ese calificativo- llevan una vida diferente a la de cualquier otro mortal, sólo porque son poderosos, son importantes o son… lo que son?

Presumimos que en todo momento están haciendo algo importante -y olvidamos que son simples seres humanos-, que no les queda tiempo para nimiedades, para un momento de pereza, para echarse un motoso y si se quiere, creemos que no cagan –actividad que se considera denigrante, si se mira desde la distancia, pero necesaria, si se mira desde la necesidad, si se me perdona la (im)pertinencia-.

Es la imagen que se acomodó en nuestros cerebros (no la de la última cita, aclaro), sembrada por quién sabe quien –cualquiera crea un mito urbano siempre que lo sepa propagar- y es lo que nos lleva a pensar que esos personajes siempre andan ocupados, ni siquiera tienen tiempo para el sueño, mientras que la realidad es otra. Se aburren como uno, les da pereza como a uno, les sobra tiempo como a uno y hasta cagan, como uno, desde el Papa hasta el portero, todos debemos hacerlo al menos una vez cada día(1). Recuerdo, aunque es confusa esa rememoración, si era afirmación comunista o de algún ateo, que para hacer aterrizar a la humanidad había una frase que decía algo así como: El Papa también caga. (Si la referencia es sacrílega que me perdone Dios porque la iglesia creo que ya me habrá excomulgado una vez más!)

Y esa alusión por sacrílega o grotesca que parezca nos debe hacer aterrizar a esa realidad de que presidente o Papa, son meros mortales, como cualquiera de nosotros y que el título o poder que detenten no es suficiente para hacerlos diferentes a nosotros, el resto de la humanidad. La diferencia estará en la actitud y en la aptitud, pues una cosa es ser Putin y otra Papa.

Ellos no son diferentes a nosotros, el resto de mortales, también la cagan. Y para culminar, si no se sienten ofendidos, encontré un poema(2) que puede parecer grotesco pero ilustrativo, si se le quita todo eufemismo, es el Poema a la mierda (otros para suavizarlo lo llaman el Poema a la caca), entre cuyos apartes dice:

En este lugar sagrado,
donde acude tanta gente,
hace fuerza el más cobarde,
y se caga el más valiente.

Óleo con espátula sobre papel. JHB (D.R.A.)




(1) Parece que la alusión proviene de un proverbio español que decía, en una de sus variantes, algo así como: Cagar es un placer,/
de cagar nadie se escapa,/ caga el rey, caga el papa,/ caga el buey, caga la vaca,/ y hasta la señorita más guapa/ hace sus bolitas de caca.
(2) Puede consultarse completo en: http://foros.monografias.com/showthread.php/31745-Poema-a-la-caca o en http://isabelangela.blogdiario.com/1147723620/un-poema-de-mierda/.

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