El tiempo es fijo, según enseña la física –no
sé cuál-, aunque relativo, según Einstein y meterse a hablar del tiempo es
tarea titánica. Para los simples mortales el tiempo va para adelante, mirando
atrás ya es pasado y tratando de ver más allá del horizonte, futuro. Entonces
leí que era lineal, es decir lo percibimos como algo lineal, como una
carrilera.
Leí también que el tiempo además de ilusión es
invención humana; por eso a la vaca poco le importa estar parada todo el tiempo
rumiando sus pensamientos vacunos sin importar cuántos instantes de su vida se
fueron en esa eterna tarea. Por eso no se preocupa de nada y nada le importa. O
más bien será que el tiempo es tiempo pero por la invención del reloj la
ilusión se concretó?
Como ven, el tiempo da mucha tela para cortar.
Teóricamente un segundo es un segundo, pero según la percepción un segundo
puede ser más largo o corto que otro, a pesar de ser el mismo segundo, puede
ser una eternidad o un suspiro, el último.
Entonces todo se reduce a la percepción de cada
cual y de cada situación y no es tan fijo como aparenta; tal vez la física
humana se equivoca y en tal caso es relativo, como lo afirmó Einstein, por lo
tanto no es la física la que se equivoca, dirá el otro y en el entretanto el
tiempo pasa, sigue pasando o al menos creemos que pasa, pero al seguir al sol o
a la luna, si se quiere, hace que el tiempo adquiera realidad, así sea sólo
viéndole recorrer su lineal camino, con algunas distracciones, se puede pensar.
Como ven, uno puede hablar de nada –en este
caso conversar conmigo mismo- durante mucho tiempo, dependiendo del interés que
haya aunque casi siempre todas las conversaciones y reuniones que se tienen
terminan en el recuerdo, es decir en el pasado, en acordate de aquella vez, te imaginás lo que paso el otro día, y
sonriendo o entristeciéndose el tiempo pasa, como filósofo preguntándose sobre
lo divino y lo humano, sabiendo que ninguna de sus preguntas tienen respuestas
y aún teniéndoles la conclusión siempre es la misma: qué mas da?
Tantas cosas
importantes en la vida y usté ahí… sin hacer nada! Oiría a mi mamá. Y para que viera
que su hijo era letrado le contestaría: Haciendo
nada? Yo, aquí procrastinando! Y por estar en éstas, se me fue el día y no hice
nada…
… decía siempre la palabra necesaria. Pero
impedía la discusión. Quedaba todo dicho.(1)
Óleo sobre papel. JHB (.DR.A)
(1) Saramago. Claraboya.
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