—¿Qué es la nostalgia?
—El recuerdo de lo perdido, y a veces de
lo que uno ni siquiera conoce.(1)
No podemos
ser ajenos a las modas que pasan, se insertan, se reinsertan, que pasan y no
vuelven, las que nunca pasan, las que nunca pegan.
Gracias a
las redes sociales y no sé si a la pereza mental de las nuevas generaciones,
ahora escribir al parecer da pereza. Las vocales van desapareciendo, la
ortografía es cosa de la antigüedad, la misma escritura –manual, aquella de
papel y lápiz- va desvaneciéndose. Estamos en el mundo de galimatías(2),
retornando a ellas o simplemente retomándolas cuando ya el lenguaje se
universaliza y la vida va perdiendo cierto sentido.
Ver
barbaridades escritas –y la mayoría escuda su ignorancia en el autocorrector,
en que no vi lo que escribía, en el afán- y olímpicamente el asunto queda allí.
Y contestan el interminable sorry! Sin
vergüenza. Ya ni siquiera en las redes sociales hay vergüenza! Y la sumatoria
de idiomas que una frase puede contener hace más ininteligible el escrito.
Entre paréntesis: Habrán notado que como ahora los colegios son bilingües, en
donde la segunda lengua no es la primera porque pareciera que ya da vergüenza
hablarla, sus conversaciones en redes sociales están creando un galimatías mayor?
Sólo decía y cierro el paréntesis, sin mencionar los famosos emoticones que se
suponen dicen todo, pero están sujetos a interpretación.
Y son solo
frases sueltas, que no sobrepasan el renglón, pero que al leerlas me dejan un
sinsabor de ignorancia, el destino de la tierra. Diría que de la tristeza se
van a extinguir los dinosaurios actuales, es decir, a personas como yo, que
medimos la cultura con el arte del buen escribir, que lleva al buen pensar,
aunque hago otro paréntesis: confieso que con aquellos a quienes considero
íntimos, mi lenguaje puede dejar mucho qué desear, pero tampoco –digo a manera
de excusa- es tan deplorable y grotesco como el que oigo de las nuevas
generaciones en buses, parques y hogares. Cierro el paréntesis exculpante, en
el que hay un mea culpa a conciencia.
Paréntesis que a propósito deja el sino de doble moralidad… (aquí me rajé!)
Curiosamente me he encontrado con un colectivo urbano(3) que sale a la calle
en busca de errores en las pintadas y los marca con otro color; en las redes,
la gente celebró la idea. En Madrid, o Quito, un grupo de personas
autodenominadas Acción Ortográfica sale a la calle en busca de grafitis mal
escritos y los corrige.(4)
Eso
me reconcilia, aunque pasajeramente, con el resto de humanidad, al menos sé que
quedamos algunos dinosaurios que queremos ser y pasar por cultos. Las
siguientes imágenes(5) se encargan de acabar de ilustrar este blog.
He dicho!
(1) Julia
Navarro. La biblia de barro.
(2) Un galimatías es un término usado para describir un lenguaje
complicado y casi sin sentido, embrollado, lenguaje oscuro por la impropiedad
de la frase o por la confusión de las ideas. Puede tener texto cifrado. Se usa
cuando alguien trata de expresarse de una forma complicada. Su aplicación no
tiene que ver con connotaciones de desconocimiento del lenguaje o entonación
extranjera. Se refiere a las personas que inherentemente no hablan de forma
clara. https://es.wikipedia.org/wiki/Galimat%C3%ADas. No lo sabía y es un nombre masculino y así, en
plural, es decir, no tiene singular porque lo es en sí mismo!
(3) Me perdonan, pero
no tengo ni idea qué significa esa expresión tan sofisticada, en un mundo en
donde la rimbombancia de las palabras le hace a uno más dilecto, más culto y
petulante, añado.
(4) http://fmcapital953.com.ar/accion-ortografica-el-colectivo-urbano-que-corrige-grafitis/
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