viernes, 16 de febrero de 2018

USTED NO ES IMPORTANTE



            Ese usted oído en un capítulo de Star Treck me lo apliqué. En varias oportunidades de mi vida laboral lo oí, cuando pensaba que yo era importante, pero me repitieron somos prescindibles, hoy estamos, mañana no.

            Si lo pienso bien, ya más objetivamente –si ello es posible-, puedo afirmar no soy importante.

            Y veamos: Para el gobierno, no lo soy a menos que tenga que pagar impuestos y ser objeto de estadísticas que no llevan a ningún lugar. Para él no soy nada importante, una cédula más, un Nit más, conmigo o sin mí el gobierno prosigue. Ni siquiera mi voto es importante, porque no hace diferencia –a pesar de que la demagogia diga lo contrario-, ni para eso soy importante.

            Para la sociedad, si así puedo predicarlo de ese componente etéreo tan inexistente como el gobierno, tampoco soy importante, porque soy una más, invisible y no indispensable, porque no hago diferencia, talvez tumulto.

            Si reduzco más ese conglomerado, para el vecino no soy nada importante, cero a la izquierda, tal vez ni siquiera me conoce, menos ha de reconocerme. En su vida soy inexistente mientras no nos tropecemos en el ascensor, donde la educación indica que ha de saludarse, pero no más. Con un vecino no se puede intimar, es peligroso, me ha enseñado la vida que no hay peor cosa que un mal vecino. Por eso tampoco para esos vecinos soy importante, como ellos no lo son para mí, he de aceptar.

            Para mi círculo más cercano, qué tan importante soy? Si se pudiera ser objetivo ante esta pregunta y se evitara todo eufemismo –no mijito, no diga eso, nosotros lo queremos, usté es muy importante pa’ nosotros- se podría uno preguntar qué tan importante es uno para ellos? Podrían vivir sin mí? Soy indispensable e imprescindible para ellos? Requieren de mí para vivir su propia vida? Con eufemismo las respuestas serán afirmativas; siendo objetivo y con respuestas negativas, vuelvo y me pregunto qué tan importante soy?

            Por eso es mejor no seguir indagando para evitar preguntarme ante el espejo qué tan importante soy para mí mismo?

Deseaba por encima de todo, no molestar a nadie, pasar inadvertida, apagada como una sombra en la oscuridad. (1)


Óleo sobre papel. Espátula. JHB (D.R.A.)


(1) Saramago. Claraboya.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario