Dicen, los que saben, que las palabras
se las lleva el viento. Dicen también, los que saben, que todo pasa y nada
queda. Pero también decimos, los que no sabemos, que las palabras se las lleva
el viento, pero el recuerdo las retorna. Decimos, los que no sabemos, que todo
queda en el recuerdo. Decimos también, los que no sabemos, que un aire, traído
por el viento, refresca el recuerdo. Y el recuerdo, así se vaya con el viento,
retorna a nuestra memoria.
Y esta memoria, junto con su recuerdo,
en algún momento se reencontrará. Recuerdos que vendrán acompañados de tristes
sonrisas, de sonoras carcajadas o de pícaras nostalgias. Y un instante hará
revivir el recuerdo que jamás se olvidará!
Dicen que en la tumba de San José su
lápida decía: No muere el que muere, sólo muere el que es olvidado.
Y mientras exista nuestro recuerdo,
qué tan cierto es el epitafio y más cuando hemos trascendido en el recuerdo.
Foto: JHB (D.R.A.)
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