Qué puedo hacer en seis minutos. Buena
pregunta. Tengo seis minutos y una página en blanco. Pensando en qué puedo
hacer, miro la página en blanco y cómo se va llenando, corriendo contra el
tiempo, veo cómo los errores se hacen más frecuentes, por lo que hay que
regresar, corregir, releer y continuar. Y ya han pasado dos minutos, quedando
cuatro pendientes en su caminar. Lento? Como ando corriendo contra el tiempo,
parece que a esos minutos que quedan les da por caminar más rápido, lo que
genera la ansiedad de escribir más rápido, lo que hace que el margen de error
sea mayor y entonces... quedan cuatro minutos...
Respirar profundo, ser consciente de
los minutos que quedan, continuar, por el afán, supongo, en errar, leer y
releer para verificar que no se han cometido más errores y remirar el reloj:
quedan tres minutos y sigue en su andar y qué va quedando escrito? Pareciera
que los renglones que van quedando no caminan tan rápido como los dos minutos
que faltan. Afortunadamente no tiene este reloj segundero, porque de ser así,
más angustioso se haría su andar, de solo verlo ya los errores crecerían
duplicándose...
Falta un minuto y no supe realmente si
aproveché o no esos seis minutos de vida que transcurrieron. Una mirada atrás
para ver seis minutos, una mirada atrás para ver cómo transcurrió mi vida
durante ese tiempo, ver cómo se aproxima ese futuro fijado en la hora cero, ver
cómo ese presente se convirtió en pasado y cómo termino el tiempo.
Fueron solo seis minutos de vida que
pasaron, seis minutos de los que fui consciente de presente, pasado y futuro;
seis minutos de afán porque corría contra el tiempo...
Y ahora qué...?
La vida se movía con lentitud para
aquellos ancianos; lo único que aparecía al galope era la muerte.(1)
Foto: JHB (D.R.A.)
(1) Gary Jennings, Robert Gleason y
Junius Podrug. Sangre
azteca.
(1) Gary Jennings, Robert Gleason y
Junius Podrug. Sangre
azteca.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario