viernes, 12 de octubre de 2018

SEIS MINUTOS


Qué puedo hacer en seis minutos. Buena pregunta. Tengo seis minutos y una página en blanco. Pensando en qué puedo hacer, miro la página en blanco y cómo se va llenando, corriendo contra el tiempo, veo cómo los errores se hacen más frecuentes, por lo que hay que regresar, corregir, releer y continuar. Y ya han pasado dos minutos, quedando cuatro pendientes en su caminar. Lento? Como ando corriendo contra el tiempo, parece que a esos minutos que quedan les da por caminar más rápido, lo que genera la ansiedad de escribir más rápido, lo que hace que el margen de error sea mayor y entonces... quedan cuatro minutos...

Respirar profundo, ser consciente de los minutos que quedan, continuar, por el afán, supongo, en errar, leer y releer para verificar que no se han cometido más errores y remirar el reloj: quedan tres minutos y sigue en su andar y qué va quedando escrito? Pareciera que los renglones que van quedando no caminan tan rápido como los dos minutos que faltan. Afortunadamente no tiene este reloj segundero, porque de ser así, más angustioso se haría su andar, de solo verlo ya los errores crecerían duplicándose...

Falta un minuto y no supe realmente si aproveché o no esos seis minutos de vida que transcurrieron. Una mirada atrás para ver seis minutos, una mirada atrás para ver cómo transcurrió mi vida durante ese tiempo, ver cómo se aproxima ese futuro fijado en la hora cero, ver cómo ese presente se convirtió en pasado y cómo termino el tiempo.

Fueron solo seis minutos de vida que pasaron, seis minutos de los que fui consciente de presente, pasado y futuro; seis minutos de afán porque corría contra el tiempo...

Y ahora qué...?

La vida se movía con lentitud para aquellos ancianos; lo único que aparecía al galope era la muerte.(1)

Foto: JHB (D.R.A.)


(1) Gary Jennings, Robert Gleason y Junius Podrug. Sangre azteca.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario