Una frase tomada al aire, sin contexto alguno, el cual dejo de lado, pues me pareció más interesante la afirmación, como digo, olvidando por completo el contexto, que no importa.
Antes de entrar en tema quise saber lo que significaba la palabra derrotado, porque por algo me estaba creando un sinsabor esa palabra. El RAE me dijo: adj. Que anda con vestidos deteriorados o raídos. (me dije, no aplica) y 2. adj. Vencido en el ánimo, deprimido. (creo que tampoco aplica). Al no ser la precisión que buscaba, entonces me voy a ver qué dice de derrotar y me encuentro con: 1. tr. Vencer y hacer huir con desorden al ejército contrario. (no aplica para el caso). 2. tr. Vencer o ganar en enfrentamientos cotidianos. (será éste?). 3. tr. Destruir, arruinar a alguien en la salud o en los bienes. (tampoco aplica). 4. tr. Disipar, romper, destrozar hacienda, muebles o vestidos. (tampoco). 5. intr. Taurom. Dar derrotes. (será cascar?). 6. prnl. Dicho de una embarcación: Apartarse de su rumbo originario. (Mucho menos, aunque la vida lo aparta constantemente a uno del camino deseado).
Eso me lleva a desviarme del tema, al ver cómo una palabra, de común uso termina siendo no propiamente lo que uno pensaba o, siéndolo, ver cómo tiene tantas variantes a veces disímiles y me corrobora que, con o sin contexto, puede ser mal dicha o mal interpretada lo que genera en consecuencia discusiones bizantinas que solo remueven la bilis, innecesariamente.
En fin, para el caso del tema principal, la acepción que más se acercaría es la segunda que es el vencer en la vida cotidiana, para el caso, en ser vencido. (Para quien quedó con la inquietud de la acepción de dar derrotes, como quedé yo, es un término de tauromaquia –el arte del toreo, para mayor precisión-, que corresponde a la cornada que da un toro al levantar la cabeza y hacer un movimiento con un cambio brusco de posición. Aclaro que no es que sepa de estas lides, sino que la averigüé adicionalmente. Y si pudiera hacer el símil, se aplicaría también a la vida, de esos garrotazos que nos da, que nos aparta del camino y que nos deja allí tirados hasta que nos reponemos, es decir, cuando somos vencidos por la vida misma).
Si la cuestión es si se está vencido o si se fue vencido, como diría cualquier poeta, depende, depende de lo que piensen las personas de uno y a su vez esta afirmación depende, de si la persona lo conoce o no, de si es cercana o no, de si sabe o no de su vida y dependiendo de la respuesta, cada cual concluirá lo que quiera y siendo así, como es opinión ajena, en cuanto sea desfavorable, qué le importa a uno y de ser favorable, ya es otra cosa, pues demerita el vencimiento (que como cosa curiosa, la palabra tiene diversos puntos de vista, de caer vencido por el comentario ajeno o de haber dejado pasar el tiempo llegando al vencimiento del problema).
Se preguntarán, bueno y entonces qué? Solo puedo apresurarme a decir que cada cual piense lo que quiera, en últimas, a estas horas de la vida, ya no hay nada de qué quejarse y mucho menos de estar pendiente de opiniones ajenas.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario