Me hicieron un reclamo por el título del blog que comparto. Me dijeron que no correspondía a lo que ellos esperaban. Que en la intimidad de mis pensamientos no era lo que realmente pensaban que era.
Como sea, todos esos pensamientos que en mi soledad tengo, hacen honor a lo escrito, no a lo deseado por otros, sino a la serie de pensamientos que me surgen, algunos locos, otros incoherentes, otros que a veces ni yo mismo me explico cómo logran ser expresados.
Por eso, como encabezamiento desde un principio escribí: Los temas de este blog serán tan variados como mi mente, que es una loca, con mil ideas a un mismo tiempo, tratando de emerger al tiempo, lo que naturalmente hace que a ratos mi secuencia lógica no resulte de la misma manera, lógica, es más bien dispersa e ilógica. Podré hablar de todo un poquito y de mi propia locura, de los argumentos que creará. Escribo para mí. De antemano no aspiro a que me excusen por las barbaridades que pueda decir, porque filosofar en voz alta es mi prerrogativa.
En conclusión, no es sano fiarse de los titulares, para evitar equívocos.
Uno debe reservarse para sí mismo los momentos más vergonzosos de su vida.
Antes de que hiele. Henning Mankell.
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