viernes, 8 de abril de 2022

REFLEXIONES MATRIMONIALES

             Una de mis lecturas me llevó a pensar que, de cualquier manera, suelen presentarse algunas inquietudes en determinados momentos de la vida, y es algo que se piensa, pero que no se dice o que ni siquiera se piensa, pero la latencia está en algún lugar. Puede ser cierto o no, pero algo de verdad puede haber para alguien.

 

En cualquier caso, quedó claro que no mantenían ya ningún tipo de contacto. Según ella, se separaron porque se aburrían demasiado juntos. 

 

Rememoró el tiempo que pasaron, que se le antojaba el mejor de su vida en común. ¡Tenían entonces tanto de que hablar y tan poco tiempo para ello…! 

 

(…) y que, en realidad no sabía mucho acerca de su marido. De hecho, parecía que, en veinte años, no había querido saber nada de él. 

 

                Y son estos los pensamientos que llevan al desenlace de descubrir el desamor o, por el contrario, a permanecer allí inalterable porque se cree que ya no hay nada qué hacer y lo mejor es dejar que pase, como sea que esté descrito en el destino. ¿Por qué amargarse de antemano con los malos momentos si, quieras o no, siempre acaban presentándose al final? 

 

            Y a su vez, eso me llevó a pensar en ¿Cómo se describe a una persona que pasa tan inadvertida que parece confundirse con su entorno? 

 

                Son momentos que pasan en la vida, de alguna manera, o que simplemente nunca pasan, pero están latentes, de alguna manera.

 

Con creciente malestar, Wallander pensó que, al final, lo que queda de la vida de una persona va a parar al basurero más próximo[1].

Tomada de Facebook
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[1] Pisando los talones. Henning Mankell. Todas las citas son del mismo autor.

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