No había caído en la nota, pero me preguntaba a dónde iban a parar las fotos que se tomaban hoy en día, a través de selfies o de aquellas en que en cada oportunidad se tomaban con mi amorcito o con mi bendición. Pues hoy ya no se llevan los viejos álbumes familiares, en que se acuñaba el recuerdo de los mejores tiempos vividos (pues que recuerde, las fotos nunca se tomaban en momentos de ingrata recordación).
Antes, como decía, a pesar del
costo que representaba, el álbum familiar no podía faltar. Y a él era a
quien acudían para retratarse cuando se casaban. Después, volvían con su primer
hijo. O con motivo de los diversos momentos importantes de sus vidas que
deseaban mantener vivos en el recuerdo. En alguna que otra ocasión incluso,
había tomado las fotografías de boda de dos generaciones de la misma familia.
La primera vez que aquello ocurrió, empezó a tomar conciencia de que estaba
haciéndose viejo. Nunca había pensado demasiado en ello con anterioridad
cuando, de repente, se vio con los cincuenta ya cumplidos. Y de eso hacía ya
seis años[1].
Y me pregunto, hoy, que ya no
cuesta nada tomarse una foto, por cuánto tiempo perviven, pues la velocidad del
tiempo de hoy es instantánea y la gente vive tomándose instantáneas, la mayoría
insulsas, como la del restaurante al que fui, el plato que pedí, en cuanto
hayan ido a celebración o a restaurantes finos, para descrestar la liviandad de
su propia vida. Son fotos que se comparten con quienes no les interesa la vida
ajena o simplemente para hacer sentir envidia, de momentos felices, al parecer
eternos, mintiéndose en ello.
Pero bueno, la pregunta iba
orientada a que con tal cantidad de fotos que la gente se toma ahora con su
celular, a dónde van a perdurar, si el álbum familiar ha desaparecido. O, lo
mismo que el álbum, esas fotos desaparecen, en la medida en que se van
generando más y más fotos que, como las noticias, son desplazadas por nuevas
noticias, al mejor estilo del Facebook.
Y culmino preguntándome, las
fotos van desapareciendo con el paso de los años, como desaparecen del
recuerdo, sin dejar huella de ese recuerdo, ante la abundancia de fotos?
Es solo una inquietud que me
surgió, al estar abstraído en la lectura.
insistía en que el presente no era peor que
cualquier otra época.[2]
[1] de
La pirámide. Henning Mankell.
[2] La falsa pista. Henning Mankell.
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