viernes, 29 de abril de 2022

TIEMPOS MODERNOS

             En DW vi un programa[1] que presentaba lo último en tecnología de reconocimiento usado en prueba en algunas ciudades de China. Unos dicen que es un laboratorio sobre el futuro, otros opinan que es el principio de un estado policial. Como sea, bastante bueno el programa.

             E interesante, bastante interesante. A través de ese programa de reconocimiento se ve cómo uno está siendo seguido a lo largo del día, mientras esté a la vista de una cámara, que además cuenta con el seguir del celular. Me dije, lo que hacen los algoritmos. Me llamó la atención la capacidad que tiene, identificar al transgresor, al que no bota la basura en su sitio, al que no lleva casco en la construcción, al que se pasa la calle teniendo luz roja y la posibilidad de que quede anotado y se le ponga correctivo. Curiosamente el programa dejó de funcionar cuando el covid nos obligó a usar mascarilla, pero como a cada problema hay solución, ésta fue rápida y con las modificaciones del caso se logró la identificación aún con tapabocas.

             Naturalmente queda la duda hasta dónde la sociedad se convierte en estado policial. Vivir en sociedad tiene su costo, me decía. Pero si uno no le debe nada a nadie, es una buena medida para brindar seguridad dentro de la libertad debida.

             Hoy estamos vigilados por todos lados, hasta el Google maps me sigue y me dice, para evitar olvidos, por dónde he estado, una buena forma para refrescar mi débil memoria. Y lo otro, a diferencia de los chinos con sus cámaras de alta precisión, las filmaciones que han de tener de mí en los últimos años han de ser borrosas o las cámaras pueden estar en mal funcionamiento, como suele suceder en este país, que hay cámaras por todos lados pero de una calidad que por buena que sea, no da para prueba de reconocimiento y por eso, esa tecnología de seguimiento y reconocimiento se demorará en este país, porque se compran las más baratas -parte de nuestra naturaleza colombiana- y no de muy buena calidad, por lo que aún sigo siendo sombra.

             Como digo, ese estado policial de ese tipo se demora en implantarse por estas tierras, estoy seguro de que moriré sin verlo, con la esperanza de que al menos en el carro fúnebre ya la cámara funcione bien, para estar seguros de que me morí bien muerto.

             Los problemas legales, éticos o morales, se los dejo a otros, pues sé que me siguen las cámaras desde hace ya varios años y nada qué hacer, solo sobrevivir, pues se trata de los tiempos modernos y estoy muy viejo para andar escondiéndome. 

Lo peor eran dos cosas.
No saber por qué y no poder hacer nada.[2] 

Foto JHB (D.R.A.)


[1] https://www.dw.com/es/china-estado-policial-o-laboratorio-del-futuro/av-61594562. China construye un enorme sistema de vigilancia digital. El Estado recopila cantidades gigantescas de datos y los ciudadanos participan voluntariamente pues las ofertas son útiles y quienes respetan las reglas son recompensados.

[2] El perro que corría hacia una estrella. Henning Mankell.

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