miércoles, 12 de abril de 2023

QUÉ DIFÍCIL ES SER HOMBRE EN ESTE TIEMPO

                Y me refiero a ser hombre en el sentido masculino (o macho o varón o caballero, si se prefiere como se decía en otros tiempos). Por cualquier mirada, actitud o expresión, como hombre (masculino, varón, repito), uno puede terminar mal. Así se sea un anciano, hoy con mayor razón, puede terminar siendo tildado de viejito pervertido (nótese el diminutivo tan de moda y su entonación).

 

                Imaginarse nada más a uno caminando en cualquier lugar y si viene una mujer a medio vestir (nótese que es la moda, no prejuicios míos), mostrando las tetas (hablando sin eufemismos) incluyendo el inicio de la aureola que delata el pezón (sigo hablando sin eufemismos, las cosas como son), puesto adrede para ser vista, pero tratándose de un anciano quien mira es un pervertido y si no se les mira entonces es un anciano maricón. Lo que son las cosas.

 

                Digo si se les mira, porque es imposible no mirarlas (mostronas, diría mi mamá) y se visten así y luego se emberracan porque se les mira, e imposible no mirarlas, como se mira un paisaje, si fuera un bello paisaje, pero… dejemos así. Ellas por su parte pensando que uno es un viejo verde y uno pensando que ellas son unas desvergonzadas y hasta, una que otra, con la pinta de prepago escrita en la cara, recordando otros tiempos. Mientras las prostitutas se visten así porque al menos son conscientes de ello y no tienen tantos prejuicios.

 

                Si se les cede el puesto o se ofrece a ayudarles con paquetes o en cualquier otra circunstancia que antaño se consideraba caballerosidad, de pervertido, sexista o anciano abusivo lo catalogarán.

 

                Uno como hombre, que hoy no tiene oportunidad de defensa, estamos condenados a ser culpables mientras no se demuestre lo contrario, por lo que olímpicamente hoy somos tildados de sexistas, machistas, racistas y el resto de epítetos que el fanatismo permite actualmente, hace que el hecho de ser hombre sea sinónimo, en tales casos, de culpables, con lo cual nos hicieron más vulnerables, tal vez más cobardes e hipócritas, ante la imposibilidad de defendernos, porque de hacerlo se nos va más hondo.

 

                Por eso sigo pensando que hoy más que nunca es difícil ser hombre y si se es viejito, peor. Y por cualquier mal paso puede terminar empapelado en un injusto sistema judicial como el nuestro.


Tomado de Facebook
332525953_599948121529583_9139261759159464267_n


No hay comentarios.:

Publicar un comentario