Estaba curioseando
por el doctor Google preguntándole de dónde provenía el dicho, que cité en
algún momento, que dice: Váyase para sus tres mierdas y me encontré con un blog
de Andrés Ospina
que corresponde a un refrandario bogotano (no sé si la palabra esté autorizada
pero así está citada) que me atrevo a transcribir en algunos que me llamaron la
atención, pues el publicado es bastante largo y aún así espero que lleguen al
final, que una sonrisa no se le niega a nadie.
¿a cómo, y por qué tan caro? Expresión
de recurrente uso empleada por los potenciales compradores en el comercio
informal, a fin de blindarse contra una posible estafa, y a la vez anticiparse
a la necesaria negociación de una rebaja.
¿a cuánto jode la hora? Clásica
fórmula despectiva utilizada por hermanos mayores para hacer referencia a la
hiperactividad de los más pequeños, o por quienes son víctimas de los
constantes embates de un jefe perturbador o demasiado exigente.
a dormir donde lo trasnocharon. Odiosa
expresión de reproche usada para amonestar a quien, por causa de un bostezo
delator o de un inevitable cabeceo, da muestras de extenuación o cansancio
a esa vieja no se la come ni el óxido. Figura
despectiva para ilustrar la condición poco apetecible en materia sexual de una
dama, desprovista de gracia. El término ‘comer’ se equipara al acto
copulatorio. Véase bagre.
al que escupe para arriba en la cara
le cae. Sabio llamado a la modestia. Se fundamenta en la ley universal de
la gravedad, y en el hipotético caso de un individuo lanzando un esputo hacia
la estratósfera, para que éste luego retorne, atomizado, a su lugar de origen,
bañando con sus finas gotas al emisor. Véase gargajo, arribista, gomelo.
al que le van a dar, le guardan. Razonable
máxima cuyo principal objetivo es desmentir a quienes -después de haber
repartido un determinado bien o dádiva- se excusan ante aquel que no lo
recibió, arguyendo que éste no se encontraba presente al momento de entregarlo.
ábrase, que huele a pescado. Despectiva
forma de solicitar a un individuo la inmediata retirada, al acusarle de
despedir desagradables sensaciones olfativas, molestas para todos los
presentes.
ábrase, como la yuca. Coloquialismo
-de dudosa ralea- usado para indicar a alguien la necesidad de abandonar un
determinado recinto o espacio. La figura retórica se basa en el momento en el
que el tubérculo en cuestión comienza a quebrarse, tras llegar al punto de
cocción.
acosa más que novia fea. Voz
despectiva para aludir a un individuo ansioso y falto de paciencia.
¡adelante! ¡Mire! ¡Sin compromiso! Lema
estratégico de seducción usado por los vendedores de establecimientos
informales y de locales tipo ‘sanandresito’. Su fin principal es cortejar al
potencial cliente para que -una vez éste decida probarse alguna prenda de
vestir o pieza de calzado- se le obligue -mediante toda suerte de mecanismos
coercitivos, muchos de ellos violentos- a adquirirlo. Véase chiviado, chimbo,
regatear, san andresito, tumbe.
agárreme ese trompo en la uña. Voz de
alerta para aludir a una actividad difícil de ejecutar, equiparada a la difícil
pirueta de sostener el accesorio en cuestión en un espacio tan reducido.
agüita pa’ mi gente. Variable
posmoderna y criolla del lema romano aquel de ‘al pueblo pan y circo (panem et
circenses)’, creada durante la década de los 90 del siglo XX por el magnate
tolimense de la televisión Jorge Eliécer Barón Ortiz.
ahí perdió el año. Triste
verbalización de un grave error cometido por un individuo determinado, con
reminiscencias de la catástrofe escolar constituida por la reprobación de un
periodo lectivo anual.
ahora el hijueputa es uno. Voz
quejumbrosa con la que el interlocutor -habiendo sido en principio víctima-
termina -en virtud de los ardides ejercidos por su habilidoso enemigo-
convertido en supuesto verdugo.
apague y vámonos. Manoseada
expresión utilizada -por lo general de manera irónica- al referirse a una
situación en la que no existe perspectiva alguna de avance o evolución, dado lo
desesperado del hecho en curso.
¿amigo? ¡El ratón del queso! Voz de
desconfianza utilizada por los descreídos para dar realce a su mantra vital de
nula confianza en la humanidad.
¡apúrele, que estoy botao! Clásico
slogan publicitario empleado por el comerciante y mago José Simhón durante las
décadas de los 80 y 90 del siglo XX, con el objeto de promocionar por vía
televisiva y periódicamente algunos de los tapices, alfombras o papeles de
colgadura expendidos en el desaparecido almacén Konker, de su propiedad.
aquí: ¡jodido pero contento! Fórmula de
contestación de muy recurrente uso entre los bogotanos para señalar su
sorprendente capacidad para sobreponerse con alegría a la desdicha, el
desempleo y las veleidades económicas.
¡aquí estoy, y aquí me quedo! Célebre y
antañona frase de la que un antiguo primer ex mandatario de la nación echó
mano, en el marco de una de las peores crisis gubernamentales en la historia
del país. Su trascendencia fue tal que ésta sirvió como título para un
conmovedor libro en el que se resumiría el viacrucis experimentado por él y los
suyos durante tal periodo.
atiende por las dos ventanillas. Cómica
expresión empleada para aludir a un individuo de predilecciones sexuales
heterogéneas y variopintas. Se utiliza para equiparar su labor a la de una
entidad financiera o crediticia destacada por su multiplicidad de servicios.
bien pueda. Cortés
aunque algo burda demostración de buena disposición empleada para dar
aprobación a un individuo dubitativo al momento de ejecutar una acción
determinada. La forma correcta sería “bien puede”.
Y así sigue el buen diccionario, demasiado
largo para este blog y evitar que me señalen de pirata, por lo que me limitaré,
acto seguido, a mencionar algunas frases elocuentes, sin la definición dada por
Ospina, pues supongo que el tiempo no les alcanzaría hasta el final.
búsqueme, y vera que me encuentra.
busque motel. Véase arrecho, ganoso,
páguele pieza.
caído de la hamaca.
calle esos ojos.
chupar gladiolo.
¡chupe! por bobo.
coja oficio.
coma callado.
come más que plata al 20.
como dijo Mickey Mouse: ¡todo el mundo pa’ su
‘house’!
como los perros en misa.
como me la recetó el doctor.
como mosco en leche.
¡cómo ño, moñito!
como volador sin palo.
confunda, pero no ofenda.
conmigo es diciendo y haciendo.
de culos pa’l estanco.
de mejores casas me han echado.
deje así.
dejen de comer pan delante del pobre.
dejen miar al macho.
¡déle, déle, que el golpe avisa!
desbarata un balín.
después de ojo afuera, no hay Santa Lucía que
valga.
disculpemen (sic) su educación.
donde comen dos, comen tres.
¿dónde estufo?
¿dormimos juntos, que no saluda?
eche pa’ la pieza.
el agua es pa´las matas y pa´los
enfermos.
¡el de p’irnos!
el palo no está pa’ cucharas.
el que nunca ha tenido ganado hasta la mierda
lo embiste.
el que se quedó se quedó.
el teléfono no es para hacer visita.
el último y nos vamos.
en par patadas.
en qué familia íbamos.
en tiempo de guerra, cualquier hueco es
trinchera.
en un dos por tres.
es más macho un timbre.
es mejor que digan que uno es un hijueputa a
que uno es un huevón.
escóndase, que llego la basura.
ese huevito quiere sal.
eso no lo hace ni Mandrake.
¿eso sí quién lo manda?
¡esto no es un hotel!
¡flaca: tírame un hueso!
fresco, que usted sabe cómo soy yo.
fue por canela y le dieron clavo.
habla hasta por los codos.
hagámonos pasito.
hágase el marica, que así se queda.
jala más pelo de cuca que cable de
buque.
¡la madre! Exclamación de inconformidad o
descontento para con una situación determinada.
la madre que sí. Fórmula de juramento.
la peor diligencia es la que no se hace.
la puntica, no más.
las cuentas claras, y el chocolate
espeso.
¿le anotó placas?
le falta mucho pelo pa’ moño.
¿le gusto? ¿le debo? ¿o se le perdió uno
igualito?
¿le va a enseñar a su papá a hacer
hijos?
le vieron la cara.
les da uno la mano y le cogen el codo.
lo que es la abundancia de escasez.
los de atrás son los que recochan.
mañana le pago.
más aburrido que mico en un bonsái.
más caliente que un negro en un baile.
más cerrado que culo de muñeca.
más colgado que salchichón de tienda.
más cansón que una tostada en un
brasier.
más contento que policía estrenando
bolillo.
más feo(a) que un carro por debajo.
más largo que una semana sin carne.
más malo que pegarle a la mamá.
más mamado que chupo de guardería.
más ordinario que un entierro en volqueta.
más ordinario que marrano comiendo
ponqué.
más perdido que Adán el día de la madre.
más perdido que cachaco en playa.
más perdido que el hijo de Límber.
más picado que muela de gamín.
más raro que un perro a cuadros.
más se perdió en el diluvio, y nada era
mío.
más tragado que calzoncillo de ciclista (o de
marica). más tragado que media de torero.
mata y come del muerto.
me cortaron los servicios por exceso de
pago.
¡me extraña!
me hace el favor y le baja al tonito.
me hace el favor y me da sencillito.
me pateó el sereno.
me trae alguito.
miando fuera del tiesto.
mucho tilín tilín y nada de paletas.
mugre que no mata, engorda.
mujer que no joda es hombre, o tiene
mozo.
¡nanay cucas!
negro, ni el teléfono.
¡ni por el putas!
ni que estuviéramos bravos.
ni raja ni presta el hacha.
¡no alcanzo!
no está ni tibio, papito.
no hablo inglés, pero lo entiendo.
no haga bizcos, que se queda así.
no le cabe ni un tinto.
no lo hay.
no me abra los ojos, que no le voy a echar
gotas.
no me alegro, ¡pero sí me da un
fresquito…!
no me crea tan pendejo.
no me dio ni la hora.
no pregunte.
no pueden ver a un pobre acomodado.
no se busque una muerte pendeja.
no se pierde ni la corrida de un catre.
no se vaya, que esto se compone.
o sea que le salí a deber.
¡oigan a este!
o todos en la cama o todos en el suelo.
orine feliz, orine contento. Pero orine
por dentro.
pa’ sus tres mierdas. Tríptica fórmula de
maledicencia proferida para con un individuo, en el marco de una situación
tensa.
pa´ antier es tarde.
pa’ las que sean.
pagan justos por pecadores.
¡páguele pieza!
peló el cobre.
perder es ganar un poco.
pero disimule.
picho en plata.
pide más que deme.
píntemela, que yo se la coloreo.
plata en mano, culo en tierra.
por ahí no se nos dieron las cosas.
por eso estamos como estamos.
por la plata baila el perro.
¡por la sombrita!
por plata no se preocupe, que plata no
hay.
primero fue lunes que martes.
queda sirviendo pa’ tres cosas.
¿qué hacemos? ¡Pues, empanadas que es lo que
más se vende!
¿qué hay pa´hacer?
quedé más lleno que el hijo de la
sirvienta.
regalado hasta un puño.
regular, tres cuartos.
roba más que el gobierno.
sale pa’ pintura.
se cree la última Coca-Cola del desierto.
se despide más que circo pobre.
se las pisa, y pregunta de quién son.
se le apareció la virgen.
se le corrió el champú.
¡se le dijo! ¡se le advirtió!
se le moja la canoa.
se le salen las plumas.
¡se le tiene!
se le tiene en cuenta pa’l día del
gamín.
¡se les quiere!
se lo pasaron por la galleta.
se me cuida.
se pierde, pero se goza.
se tiraron al chino.
se toma la sopita.
señor: ¿me lleva por 500?
si como camina cocina, me le como hasta el
pegao.
si es ya es ya.
si no la caga a la entrada, la caga a la
salida.
si sigue timbrando lo sigo llevando.
siéntese… que parados sólo trabajan los
peluqueros y el pipí de los hombres.
¡sí! ¡Cómo no!
sóbese, que no hay pomada.
sobrado de lote.
sosténgamelo en la cara.
tenga, pa’ los dulces.
tiene más patas que una mesa de billar.
tiene los servicios cortados.
tengo un filo, que si me agacho me
corto.
tengo una miada, que me sabe la boca a
champaña.
tiene más frente que las Farc.
tiene más ojos que una piña.
tiene más plata que un cura con dos
parroquias.
tiene más reversa un avión.
tiene unos ojos como para chuparle las
tetas.
tira la piedra y esconde la mano.
tirando pólvora en gallinazos.
¡todo bien! ¡todo bien!
todo lo del pobre es robado.
todo niño nace con un pan debajo del
brazo.
tome, pa’ que se entretenga.
trabaja más que gorgojo en un riel.
tú frescavena, que yo chocolisto.
una limonadita de mango.
una cosa es una cosa y otra cosa es otra
cosa.
¡usted no sabe de quién soy hijo (a)!
¡usted no sabe quién soy!
usted no sabe con quién se está
metiendo.
vaca pa’ el guaro.
vende hasta un hueco.
¿y ese milagrazo?
¿y cómo es la vuelta?
¿y cuánto es lo mínimo, pa’ llevarlo?
ya vino a dárselas de mucho café con
leche.
yo le digo el milagro, pero no el santo.
yo lo visto, pero no lo alimento.
yo soy de lavar y de planchar.
Creo que al
menos pasaron un buen rato, si lograron llegar al final, tanto como lo pasé yo
y me reí, aún sin definición, pues las frases dichas nos recuerdan viejos
tiempos, viejas situaciones y nos refresca la sonrisa. Cómo les quedó el ojo?
Papel… ¿Has pensado, al menos, lo que
representa para nosotros? Observa, toca, palpa esas hojas que tienes en las
manos. Advierte su olor… Mira qué vivas están, ardientes o frías según el
pensamiento del autor. ¿Percibes el latido que nace entre tus dedos? Creo que
nunca, desde que el material existe, los sabios musulmanes se han mostrado más
infatigables escritores. Los escritos proliferan tan deprisa hoy que el oficio
de copista-librero se ha hecho tan rentable como el de chambelán. Avicena.
Tomado de Facebook
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