viernes, 20 de octubre de 2023

PILOTO AUTOMÁTICO

            No me refiero al de los carros modernos, de los aviones, ni el del calentador. Me refiero a ese que a veces, ahora muchas veces más, conduce mi vida.

 

            Sé que ya lo he mencionado en algunas otras oportunidades y hoy la recalco con un dejo de preocupación preocupante, a pesar de que hoy es ya muy común aquella frase de que a todos nos pasa lo mismo. Y, tal vez por eso mismo hemos alejado la preocupación del asunto, gracias a la frase de autoayuda (curioso que una frase generalizada y repetida tantas veces vuelva secundario algo que puede ser realmente preocupante).

 

            El asunto es que en alguna oportunidad, no muy lejana, realicé una serie de actividades, rutinarias por cierto, que por cualquier detonante me hizo pensar en qué momento las había realizado sin darme cuenta en absoluto de haberlo hecho. Las daba por sentado. Reflexiones sobre a qué hora hice esto, aquello o lo de más allá, todo en un mismo día y secuencialmente, rutinario -claro está recalco-, y no acordarme en absoluto de haberlas ejecutado a conciencia. Si estoy aquí es porque salí y si salí cerré la puerta y si cerré la puerta eché llave y si eché llave el llavero debe estar en mi bolsillo, pues los resultados son obvios y son las explicaciones que hoy me doy para no recaer en el pecado de recordar si cerré el gas, si apagué la luz y ante la duda deba devolver mis pasos.

 

            Las cosas debieron hacerse al hacer la recapitulación, pero por estar pensando en estas pendejadas, ahora me pregunto si ya me tomé las pepas de la noche, pues se me pasó el tiempo echando globos o viendo televisión sin verla, en automático, y siguiendo consejo médico de que si no se acuerda no se las tome, para evitar la sobredosis en determinados casos, como el del losartan, o en contravía de tal consejo, repetir la dosis, como en el caso del omeprazol que no hace daño la repetición, porque el dicho dice que el que es caballero repite.

 

            O asumo que lo hizo el piloto automático y se deja la cosa así, porque si es automático él sabrá qué hace, pues todo se limita a un carisellazo o habituarnos a que en la rutina, nos maneje, que es lo que al parecer sabe hacer, o al menos eso creo.

 

            Lo preocupante es no saber que ese piloto lo que hace es estar avisando una anomalía mental, que la mente se esté yendo y, de ser así, el piloto automático será el único conductor de nuestras vidas. Cómo saber que el bombillo rojo prendido que anuncia el piloto en automático es señal de advertencia de que las cosas pueden estar fallando, cómo poder saberlo. 

Cada vez eran más las cosas que no sabía o descubría no haber sabido nunca. También notaba con cierta frecuencia cómo se olvidaba de otras que ya sabía. Ferrer Machuca, su médico, le había recetado vitaminas, le había aconsejado suprimir el alcohol y le confesó sonriente: «A veces a mí me pasa lo mismo. Se me olvida cualquier cosa… Es que nos vamos poniendo viejos y estamos demasiado traqueteados».[1]

Tomado de Facebook
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[1] Adiós, Hemingway. Leonardo Padura.

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