Ante todo,
quiero decir, que antes de pensionarme recuerdo que tenía sueños, claro que los
tenía, quién no los ha tenido. Sí, ese tipo de sueños los tuve en mi juventud,
hoy ya acelerando el paso de los años, ya creo que no, con que pasen buenamente
los días es más que suficiente, para qué soñar ahora si los sueños de antaño no
se cumplieron, por lo general y ahora, en lo particular, con mayor (o será con
menor?) razón, tampoco.
Pero
no aludo a esos sueños, pues las palabras escritas tomaron otro camino que no
era el inicialmente pensado.
Vuelvo
entonces. Antes soñaba, supongo, pero no era, según mis recuerdos y
perspectiva, algo cotidiano y si lo era, muy poco recordaba al despertar, si
era que recordaba algo de los sueños recientemente tenidos. Pesadillas, supongo
que también, pero más bien escasas.
Ahora,
desde que estoy pensionado sueño todos los días o esa es al menos la sensación
que tengo al despertar. Lo curioso es que sueño todos los días y recuerdo que
soñé, no en el detalle, sino más bien como si fuera una sinopsis planteada, no
de todo el elenco pero sí de determinados personajes; no del lugar, pero sí de
las señas aproximadas de la ubicación. Pesadillas? No y si las he tenido me las
he gozado por lo que se transforma la pesadilla en mero sueño. Personajes,
lugares, acciones son objeto de sueño. Aunque siempre me he preguntado si la
gente que me conoció, así fuera de vista mas no de trato, me han tenido como
personaje de sus propios sueños, como tantos han sido partícipes de los míos.
Pero claro, nunca lo sabré, como tampoco sabré su opinión al respecto.
Y
con esa desviación de tema, me olvidé de lo que quería expresar y ya no tengo
otra alternativa que recitar con Calderón de la Barca: los sueños, sueños
son.
De
vez en cuando vale la pena salirse del camino, sumergirse en un bosque.
Encontrarás cosas que nunca habías visto.
ALEXANDER GRAHAM BELL (1847-1922).
Tomado de Facebook
416131457_339066618982350_4448898985283201803_n
[1] Citado en Puerto escondido. María Oruña.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario