Con tanta maricada actual a lo único que nos va a llevar
es al caos. Espero no se ofendan, pero si lo hacen, problema de ustedes.
Discriminación, desigualdad, persecución, de lado y lado,
de los que están a favor como de los que no, con tanta distinción sexual que
viene apareciendo por estas épocas me lleva a pensar que sólo el caos nos
liberará de la carga.
Antiguamente había una sola forma de denominarlos:
maricas (o locas para ser más ofensivos) o mujeres raras (para no ser tan
expresivo, éramos más delicados). Hoy las denominaciones son un sinfín. Me
preguntaba cuántas formas de sexualidad había (antiguamente eran hombres y
mujeres y los raros, que no eran muchos, al menos visiblemente). Me atreví a
consultar al doctor Google y me dijo que de un lado había cinco formas: hetero,
homosexual, bisexual, pansexual y asexual. Pero agregaba que había cuatro más: polisexual,
demisexual, grisexual y queer y eso que faltaba por mencionar al trans, al
trangénero, trasvesti, intersexual, heterocentrista, queen, endosex que pueden
ser lo mismo pero que, al parecer, les gusta distinguirse cambiando la
denominación, siendo lo mismo, y qué decir del abrosexual, la relación abierta,
androsexual, antrosexual, cisgénero, género fluido y no sigo porque no termino.
Naturalmente no me pregunten qué significa cada uno de ellos porque
sinceramente dejé de entenderlos, las vertientes me marearon y como queda claro
yo soy de otra época, donde se eran hombres y mujeres y los raros. Por eso y
por salud mental decidí no entender, ni confirmar, porque todo ello lleva en
algún momento a ser discriminatorio, ofensivo y que, para colmo de colmos,
entre ellos mismos existen sus rencillas (lo natural entre seres humanos) y
todos terminamos siendo discriminatorios y discriminados.
Es todo un acabose y como cuando no tenemos ningún
argumento adicional de defensa o de explicación, porque no la tengamos
realmente o porque vemos que la terquedad ajena se cierra a entender y se
cierra a no entender argumento, es cuando se llega a los extremos en que las
personas normales, o los que eso aparentamos, terminamos más discriminados,
aunque se tenga el derecho. Eso me lleva a recordar que alguna vez, más de una,
diría, la señora vicepresidenta que teníamos, al haberse quedado sin
argumentos, dentro de su propia ignorancia, alegó que la perseguían por ser
negra (vaya argumento). Eso por el color de piel. O cuando se obligó por ley a
la igualdad de cuotas en el poder para las mujeres; otro adefesio que se impuso
porque no se tenía en cuenta la inteligencia sino la situación, pues resulta
que en muchos casos no estaba la persona indicada y tocaba a la brava cumplir
con la ley, por lo que se terminaba tildando al hecho de machista, pero qué se
le va a hacer.
Y para cerrar en medio de este caos, cómo se podrían
repartir esas cuotas cuando a esos grupos y subgrupos de los citados
inicialmente exijan representación igualitaria en los puestos del gobierno? Y
eso que no menciono en profundidad al ministro(a) que nombraron pero que dijo
que era marica (palabras textuales) y lo desnombraron para el equilibrio de
poder, pero que después nombraron y que dijo que no era marica sino mujer, pero
que sí, pero que no, lero, lero. Lo que hay que ver. Y veremos cómo sería una pelea entre ellas o ellos, una pelea de locas, que es cosa seria.
¿Con tanta maricada no sería lo más prudente
identificarnos simplemente como seres humanos y dejamos la güevonada? (nótese
la irascibilidad con que ya ando).
Me metí en honduras pero asumo lo dicho y, es más, me
tiene sin cuidado cualquier título que quieran endilgarme, desde machista,
racista, segregacionista y todos los demás, pero eso sí, todo menos
izquierdista.
Se os han dado tierras para instalaros como
colonos. Dedicaos a trabajarlas en lugar de tratar de vivir de los subsidios
sin hacer nada.
Tomado de Facebook
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