viernes, 31 de octubre de 2025

CULPA AJENA

            Sin querer, asumí una culpa ajena, ante la evidencia que se dejaba ver por no haber contexto. Y además, para empeorar las cosas, no cabía la posibilidad de exculparme en esta incómoda situación.

             Pedí el ascensor y alguien salió a toda prisa, sin saludar, como se suele hacer ahora, y como suele suceder cuando uno está en otro piso, le advertí que no era el primer piso sino el sexto. El otro, medianamente ofendido o eso creí en ese momento, me dijo apresuradamente que venía a ese piso. Sin más, entré al ascensor para dirigirme al primer piso.

             Entré, como dije, en él y nada más cerró sus puertas un olor envolvente a peo, de esos que predicen diarrea, invadió todo mi espacio. En ese momento llegó a mi pensamiento un dicho coreano que oí en Netflix que decía que: tras el peo venía la cagada.

             Para colmo, el ascensor, en vez de bajar subió unos pisos ante algún llamado inesperado y para mi desgracia se subieron tres personas más, no una, tres.

             El olor era notorio y envolvente y yo, el único pasajero que respiraba por la boca para no oler el efluvio ajeno, puse cara de yo no fui.

             Cómo explicarles que el olor no provenía de mí sino de otro personaje que ya había bajado. Eso me puso en gran dilema. Pensé en advertirles que no había sido yo. Pero cómo hacerlo. La única opción que tuve fue la de hacerme el pendejo, tal como los otros hicieron pero con mirada castigadora y acusante, y me pareció sentir que entre miradas ellos se dijeron que el viejito que les acompañaba, o sea yo, era simplemente un cochino que ya no dominaba sus esfínteres. Nada qué decir, nada qué agregar.

             De esa manera asumí un culpa ajena de la que yo mismo también había sido víctima, pensando que en el futuro esas personas solo pensarían de mí en ese viejito cochino o de pronto, alguno de ellos se atreviera a preguntarme: cómo le fue en su cagada?

             Qué vaina, me dije, si soy inocente y sólo víctimas de las circunstancias, o un daño colateral, como se dice ahora. Espero que al menos el victimario no haya podido llegar a su destino a salvo, al menos que ese fuera el castigo del universo, por enlodar a un inocente. 

     El caso era que cuando uno estaba al otro lado de la mesa y necesitaba a un abogado, quería al más astuto y retorcido que existiera. Allí se cumplía el proverbio: quien se acuesta con perros se despierta con pulgas.[1]



[1] Perseguidas. Karin Slaughter.



Tomado de Facebook
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miércoles, 29 de octubre de 2025

QUÉ ES SER MACHISTA? ME PREGUNTO

             Viendo una serie de Netflix (Machosalfa[1]) me surgieron algunas preguntas alrededor del tema. Pero luego de que surgieran pensé en que se debía empezar por el principio, esto es, qué se entiende por machista.

             Consulté a mi eterno doctor Google, Wikipedia y unos cuantos artículos y todos ellos me cambiaron el concepto que tenía, al haber sido acusado en algunas oportunidades como machista y aclaro de antemano, mis comentarios, que podían considerarse hasta despreciativos, no estaban dirigidos a quien lo decía porque fuera mujer sino porque la estupidez me sobresalta y me hace venenoso, sea masculina o femenina. Es algo que no soporto.

             Retomando el tema, la cuestión es netamente histórica, del hombre educado como el ser protector, el ser suministrador, al que se le debe sumisión, el macho alfa (aunque hoy abundan las mujeres alfa -por este comentario se me considerará machista, me pregunto-). Y curiosamente todo el problema nace por culpa de las religiones (católica y cristiana[2], budista[3] -aunque ya no se considere religión-, islamista[4], hinduista[5], sin citar las del oriente que siguen semejante parámetro). Y ni hablar que en uno, el machismo se implantó por la vía materna, recordando los eternos: Los niños no lloran, no juegan con muñecas, sea macho, etcétera, etcétera, pero dejemos a las madres a un lado, porque madre es madre y sabe lo que hace (o eso es lo que uno espera de ellas). 

En fin, resumiendo, transcribo un aparte de un artículo que me ilustró de mejor manera: El machismo consiste en una serie de creencias, valores y conductas que dicen que los hombres son superiores a las mujeres y por eso las subordinan. De acuerdo con Claudio Tzompantzi Miguel, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, el machismo es algo que los hombres aprenden desde pequeños sin cuestionarse, “es algo que hemos naturalizado”. Dentro de esta creencia, un varón debe probar cómo es un “verdadero hombre”. Así, los hombres rechazan tres conceptos: “no soy mujer, no soy homosexual y no soy un niño”.

Para empezar, no pueden hacer todo aquello que se relaciona con las mujeres: evidenciar sus emociones, realizar los quehaceres de la casa y ser débiles tanto física como emocionalmente.

No pueden mostrar sus emociones ante las mujeres ni ante ellos mismos porque los proyecta como débiles. Tampoco pueden mostrar emociones hacia otros hombres porque eso los relaciona con la homosexualidad. Y tampoco pueden relacionarse con su niño interior. ¿Por qué? Un pequeño es dependiente y un hombre no debe ser así. Se vuelve un proceso de deshumanización.

También se ven afectados en su sexualidad. Es muy importante el tamaño del pene (entre más grande lo tengan, mayor es su hombría, y si se erecta fácilmente y eyaculan bastante, serán grandes machos). Es muy importante el número de parejas sexuales que tengan, porque a mayor cantidad, mejor.

Es así como el género masculino se pone en riesgo, tanto en su salud emocional como física, en sus relaciones con otras mujeres y hombres, e incluso con su propia infancia.

En su cabeza tienen la idea de cómo ser un hombre, pero sus emociones les dicen otras cosas. Su mente se ve afectada porque reciben un doble mensaje: “no tengo que llorar, pero quiero llorar”.[6] 

            Bajo estos conceptos respiro mejor, de acuerdo con la literatura no soy machista, ni se me puede tildar de tal, soy consciente del papel que ha venido perdiendo el hombre y de la subordinación a que ha sido sometido en los últimos tiempos (comentario machista, oigo decir, y?), de lo mariquetas que se han vuelto los hombres (comentario discriminatorio, dirá otro, y?), pero no me molesta en lo más mínimo, los roles que han de ser desempeñados, desde que sean bien ejercidos, poco importa si se es hombre o mujer, de allí que cuando me llaman machista no es por serlo (creo) sino porque, como dije, no soporto la estupidez ni a los brutos, sea hombre o mujer, así de simple.  

            Por lo visto empecé por una generalidad y terminé exculpándome, tratando de demostrar que no lo soy y solo puedo terminar pensando y si lo fuera qué? A estas alturas son nimiedades que ni me van ni me vienen, simplemente soy el que soy y si me acusan de ser machista, mi única respuesta posible será: Y? 

La presunción de inocencia era simplemente eso, un adverbio o sustantivo que cubría las espaldas sin engañar a nadie.[7]

Tomado de Facebook
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[1] Pedro, Luis, Raúl y Santi son cuatro amigos que se sienten perdidos en la nueva era del empoderamiento femenino y que luchan por adaptarse, cada uno a su propia —y caótica— manera.

[2] «Luego le dijo a la mujer: Haré más agudo el dolor de tu embarazo, y con dolor darás a luz. Y desearás controlar a tu marido, pero él gobernará sobre ti». (Génesis 3:14-19).

[3] El budismo ha sido criticado por su trato a las mujeres, sobre todo a las mujeres monjes, inferiores a los hombres.

[4] la mayoría de los textos hablan de los deberes y derechos que tiene un hombre sobre la mujer, como ejemplo, la clara discriminación a la hora de recibir herencias en caso de ser mujer, siendo este caso considerada una mujer la mitad de un hombre.[40]​ o como el hecho de que se permite que un hombre se case con varias mujeres pero no a la inversa.

[5] En el hinduismo la mujer es ritualmente inferior, a esto se le unen tradiciones de las familias hinduistas en las que las hijas al casarse el padre debe pagar una dote, y muchas veces este pago empobrece a la familia, lo que convierte a las mujeres como indeseadas. 

[6] https://unamglobal.unam.mx/global_revista/machismo-afecta-tanto-a-mujeres-como-a-hombres/#:~:text=Tampoco%20pueden%20mostrar%20emociones%20hacia,hombres%2C%20explic%C3%B3%20el%20acad%C3%A9mico%20universitario.

[7] Los amantes de Hiroshima. Toni Hill.


lunes, 27 de octubre de 2025

LO QUE ES LA HISTORIA

             Volví a mis lecturas de cultura. Me encontré con un buen libro: La era del ingenio. Anthony C. Grayling. Habla del florecimiento del pensamiento ocurrido únicamente en el siglo XVII; a ese período se limita, siglo en el que realmente no hubo paz, nada más pensar en la llamada guerra de los treinta años, treinta, Dios mío. Y aún así floreció el pensamiento, en todas sus ramas, de los consabidos filósofos hasta los científicos que hoy pasarían desapercibidos totalmente, como los dedicados a la óptica o a la botánica, por ejemplo.

                De ellos solo nos enseñaron sobre la existencia de unos cuantos (Descartes, Pascal, Hobbes, Galileo, de ese siglo, de otros Aristóteles, Platón, Euclides, Pitágoras de otro siglo particular). De esta manera encontré tan acertada una frase que resume lo que digo: … le contaban historias de una guerra que los libros del colegio resumían en un único párrafo[1]. Y a eso se resume la historia que nos enseñan, a un simple resumen, unos párrafos que pretenden resumir décadas, dejando de lado otras circunstancias, otros momentos que terminan en el olvido de la historia. En el libro inicialmente citado oí mencionar unos nombres totalmente desconocidos[2], pero que aportaron mucho para el avance de la humanidad y que por obra del historiador del momento fueron dejados a un lado al no poder caber en un párrafo. (Pierre Petit, Gassendi, Beeckman, Van Helmont, Roberval, De Peiresc, Hobbes, Giovanni Doni, Torricelli, Constantijn Huygens, Mersenne. Olvidando igualmente a Isabel Estuardo, que además de bonita, dicen, fue una intelectual de la altura de Descartes, con quien se carteo y dio origen a un famoso libro del mismo Descartes, en fin[3]).

             Lo mismo había pensado hace un buen rato, de tantos anónimos que aportaron a la historia que decidió dejarlos en anónimos, como cuando en alguna oportunidad me encontré unos hermosos cuadros de pintores de finales del siglo XIX y principios del XX, particularmente en Inglaterra cuyos cuadros incitan a la envidia[4], pero solo nos hablaron de Miguel Ángel, Rafael, Leonardo por no explayarme. 

 Antes no somos más ignorante; me gustó un comentario que hizo Pérez Reverte[5], en donde en resumidas cuentas dice que la cultura a través de la lectura (la buena lectura) es la única defensa que nos queda y mostrando su celular señala que en ese aparato hay tres mil años de cultura a la que todo el mundo tiene acceso pero a la que nadie acude, por estar embebidos de cosas inútiles como el Facebook, Instagram y demás redes sociales que no aportan nada, fuera de ignorancia y odio (precisión mía, preciso).

 Pero también es cierto que hoy la cultura o el tener cultura no es distintivo y, por el contrario, creen que es una inutilidad para el mundo real, el diario. Puede que así sea, pero lo inútil puede estar lleno de curiosidades y, al contrario de lo que pueda pensarse, puede ser de utilidad para la vida. Y hablando de lo inútil, me llamó la atención un artículo que encontré: La conquista de lo inútil[6]. Los que corren maratones, los que escalan montañas, los que ayunan varios días, los que atraviesan caminando el desierto, los que se lanzan al mar confiados únicamente en el viento y la vela. Todos ellos conquistan algo inútil que es, al mismo tiempo, demasiado valioso… ¿Para qué? «Para nada —escribió Herzog— O para mucho: para conquistar lo inútil». Y concluye Sara Jaramillo: Definitivamente, lo que parece inútil es cualquier cosa, menos inútil. Por eso vale la pena pararse del sofá y, con miedo o sin miedo, salir a conquistar algo.

 En fin, no hay como matar el tiempo leyendo un buen libro que por lo más inútil que pueda parecer para las nuevas generaciones, da algo de cultura, así se considere inútil. 

Si la mayoría no dispone de cultura, será porque no quiere. Nunca hubo tanta tan accesible y disponible. Nunca. La idea del analfabeto forzoso caducó hace tiempo, querido amigo. Ahora los analfabetos en España suelen ser voluntarios.[7]

Tomado de Facebook
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[1] Ciudad Satélite. Toni Hill.

[2] Gracias a la modernidad, el libro digital permite conectarse con diccionarios y así se logra tener acceso a más cultura, en la medida en que la curiosidad lo lleve a uno a esos terrenos.

[3] Su belleza le reportó la admiración de los poetas, que la hicieron objeto de sus versos.[1]​ Fue una de las mujeres más sabias del siglo XVII, en palabras de Wikipedia.

[4] Dante Gabriel Rossetti y John Everett Millais, y paisajistas románticos influenciados por J.M.W. Turner y John Constable, como Samuel Palmer y Edward Burne-Jones. También destacan otros artistas como William Holman Hunt, Ford Madox Brown, y acuarelistas como John Singer Sargent. Dice el Dr. Google, citando unos pocos.

[5] En el Hormiguero, Antena 3. https://www.antena3.com/programas/el-hormiguero/invitados/arturo-perezreverte_2025090668bbb1f5ee9f0221df3dac29.html

[6] https://www.elcolombiano.com/opinion/columnistas/sara-jaramillo-klinkert-la-conquista-de-lo-inutil-OK28994192

[7] La cueva del cíclope. Arturo Pérez Reverte.


jueves, 23 de octubre de 2025

CONFESIÓN ANTE DIOS

             Si Dios existiera, no digo que exista, ni que no exista, pues soy un ecléctico o un agnóstico y le juego al cincuenta cincuenta, pero si uno tuviera que confesarse ante Dios para que éste determinara si soy digno o no de entrar al cielo o al reino de los cielos, por hacer más pomposo el nombre, tal como nos han prometido sus agentes directos y de esa manera gozar de las glorias celestiales, que sigo preguntándome cuáles pueden ser, cómo podría ser esa confesión.

             Sería como una entrevista de trabajo en donde uno tiene que exponer y defender las cosas buenas que se suponen que nos acompañan y que nos capacitan para acceder a él (nótese que ese él es en minúscula porque se refiere al trabajo, no a Él, que se escribe con E mayúscula y tildada, por ser nombre propio o por ser Él, digo y me pregunto ahora). O quedaríamos igual de atortolados como cuando nos preguntan: cuéntame de ti. Siempre saldrán palabras favorables, porque bien idiotas si mencionamos nuestras debilidades, taras, miedos, cobardías, defectos, mal genio ni cosas semejantes, mal haría uno. O hablaría como abogado defensor, que a pesar de saber que su cliente no es tan honorable como dice, lo presenta como una víctima de la sociedad y de las circunstancias.

             Si me tocara a mí, además de quedar mudo, como siempre me ha ocurrido en casos semejantes, acudiría a lo que me enseñaron, que Dios lo sabe todo y si lo sabe todo para qué me pone a decir mentiras, medio mentiras y medio verdades o mentirillas para salir lo mejor librado.

             Entonces, Alea jacta est. Y que sea lo que Dios quiera, pues Él lo sabe todo por ser omnipresente, omnisapiente, omnisciente, ommipotente, es decir, tiene todos los atributos para ser Dios[1], ergo, sabrá de antemano cualquier defensa y de esa manera me evitaría decir cualquier mentira exculpatoria, así sea en defensa propia. 

            En conclusión, a esa pregunta tan rara, no hay necesidad de confesión y que Dios nos coja confesados y lo que fue, fue.

 

Para demostrar una mentira hay que descubrir la verdad, inspector Salgado. Hasta ese momento las mentiras no existen.[2]

Tomada de Facebook
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[1] Con este argumento cualquier ateo diría: No, pues, es el putas de Aguadas.


martes, 21 de octubre de 2025

MÁS ESTUPIDEZ

             Y centrado en la estupidez colombiana (aplicable a cualquier país del mundo, para consuelo de muchos) no me explico el comportamiento, por ejemplo, de los hinchas del fútbol.

             No son los propietarios del equipo. No les pagan por ir al estadio. No ganan ni pierden nada si el equipo gana o pierde. Se podría concluir que los hinchas son unos don nadie tanto para el equipo como para el espectáculo mismo. Y lo que es peor, fuera de ser gamines, se vuelven vándalos, agresivos y hasta hampones si el equipo gana o si pierde, da igual; peleas campales sin razón lógica alguna, al menos sin ninguna razón aceptable medianamente inteligente. Y todo para qué?

             No hay explicación, es lo más ilógico que puede haber, salvo la explicación que demuestra que es mera estupidez de hinchas colombianos que se nublan por todo. Pero es lo que hay y hay que sobrevivir en medio de tanto fanático.

             P.D.: El mismo razonamiento aplica a la política, a cualquier deporte, a cualquier religión, a cualquier fanatismo, ese que Oriana Falacci odiaba al decir que todo lo que terminara en ismo era demasiado peligroso para la humanidad. Y para consuelo de algunos, lo mismo aplica al resto del mundo, pues está demostrado que la estupidez no es de exclusividad colombiana[1].

 

… llevaba una vida monótona y aburrida.[2]

Tomado de Facebook
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[1] Siendo sincero, si las desgracias de mi país me tienen sin cuidado, es porque no puedo hacer nada, mucho menos me importa lo que pasa al otro lado del mundo, porque tampoco puedo hacer nada.

[2] El último verdugo. Toni Hill.


viernes, 17 de octubre de 2025

VÍA AL LLANO

             No soy ingeniero, ni pretendo serlo pues las matemáticas no van conmigo. No sé de finanzas, tampoco me van las matemáticas. No soy un genio (aunque quisiera serlo), soy una persona normal o más bien un viejito pensionado que como no tiene nada qué hacer, me dedico a echar globos y a escribir barbaridades.

             El problema de esa carretera la he oído desde que era niño y viene desde hace más de sesenta años, es como si solucionaran los problemas haciendo la obra donde no debería hacerla. Como si fuera un gran negocio, para unos pocos, claro está. Por eso no soy político, tramposo no soy, o al menos eso creo.

             Me preguntaba cuanto costaba cada año los problemas que tiene esa vía, no corrigiendo los errores sino en volver a cometerlos sin una solución final, sabiendo desde hace más de sesenta años cuáles son, en cuyo tiempo se han enriquecido unos pocos, jodiendo a los demás.

             Supongo que amanecí inteligente y me preguntaba si el terreno es tan frágil e inestable, si la carretera vive cediendo por cuestiones climáticas, si hay tanto deslizamiento, es que a nadie se le ha ocurrido construir toda la carreta con viaductos, en construir en piso firme, si es que lo hay, invertir de una sola vez, en vez de andar con pañitos tibios. O es que tampoco se puede. Más de sesenta años enseñando que esa carretera no sirve por esas razones y más de sesenta años de políticos que insisten en hacer lo que no se debe hacer, lo que la naturaleza claramente les ha dicho que no se puede. No es eso una estupidez más de los colombianos que tienen el poder de corregir los errores y de cambiar las cosas.

             Definitivamente no entiendo y eso que no soy ingeniero, por lo que no sé si mi opinión es valedera, pero… 

Mi madre siempre me decía que existe una línea muy fina entre el nunca y el siempre. —Will parecía confuso, así que Sara se lo explicó—. Una vez que has hecho algo malo es más fácil volver a hacerlo otra vez, y luego otra, y sin darte cuenta empiezas a hacerlo de manera habitual sin que la conciencia te remuerda por ello.

—Depende de ti. Si no te gusta cruzar esa línea, no vuelvas a hacerlo. No permitas que se vuelva fácil.[1]

 




[1] El número de la traición. Karin Slaughter.

miércoles, 15 de octubre de 2025

¿HASTA DÓNDE?

             Me preguntaba hasta dónde llegaba la estupidez de los colombianos (aunque para ser sinceros diría que de la humanidad, porque pasa en cualquier país). Nos vamos a matar por culpa de los palestinos. Los desmanes llevan a pensar qué es lo que está pasando (fuera de la eterna polarización presidencial, que no se sabe qué interés oculto tiene con Hamás).

             Palestina queda en nuestras antípodas, o por ahí cerca, no tenemos mayores relaciones con ellos y más pobreza y hambre hay aquí en Colombia (al menos más que en el otro lado si se permite a uno suponerlo) como para estar preocupados por Palestina.

             Que tienen hambre, aquí también. Que hay guerra, aquí también (aunque nadie se haya dado cuenta o ya nos hayamos acostumbrado suficientemente) y también en Ucrania, pero como esa guerra ya es un hábito pasó de moda (como la de acá) y no es que se hayan levantado mucho las voces gubernamentales a esta situación, a pesar de que los ucranianos tienen derecho a esa defensa al haber sido ocupados a la brava por el loco del Putin, que fueron los que lo invadieron (a diferencia de Palestina).

             En Palestina fueron ellos los que empezaron el pedo, como diría cualquier mejicano, sin explicación, por un grupo extremista peligroso, pero aquí estamos más preocupados por los extremistas que por los ucranianos y aún más que de lo que pasa al interior de nuestro país.

             Por eso no me explico la estupidez de los colombianos y menos la del comportamiento gubernamental. Y lo que quiero precisar es que por apoyar esa causa estamos entrando en el vandalismo por un asunto que sinceramente no nos interesa, tenemos más problemas internos como para preocuparse por el resto del mundo.

             Insensible soy? Tal vez, o sí y? Qué puedo hacer por los niños africanos que se mueren de hambre (salvo enviarle diez pesos de limosna) si no puedo hacer nada por los de la Guajira (salvo enviarles una limosna para recibir indulgencias plenarias, por cosa de la caridad según enseñaron los curas). Y recuerdo que desde que tengo recuerdos siempre nos han pedido plata para alimentar a alguien en las antípodas de este mundo, menos para los nuestros.

             Seamos realista y dejemos la estupidez de estar mirando donde no debemos y centrémonos en lo que sí es nuestra responsabilidad.

                Curiosamente leí en un artículo de prensa otra verdad que no se quiere oír: “¡Ponen una bandera de Palestina en @Uniandes! Impresionante la hipocresía: se preocupan por una guerra a 10 mil km, mientras aquí hay niños muriendo de hambre o siendo reclutados por las guerrillas. Como descendiente libanés lo digo con claridad: antes de ‘salvar’ Medio Oriente, ocúpense de salvar a Colombia”, escribió Cárdenas.[1] (Menos mal no estoy solo).



[1] https://www.elcolombiano.com/colombia/petro-responde-estudiante-critica-bandera-palestina-universidad-andes-hipocresia-genocidio-IH29847719

             He dicho (y he desahogado mi alma). 

Me contestó que el futuro es un espejismo. Que parece bonito de lejos hasta que uno se acerca y ve que es la misma mierda que el presente. [1]

Tomado de Facebook
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[1] Los amantes de Hiroshima. Toni Hill.

lunes, 13 de octubre de 2025

¿TANTA MARICADA PARA QUÉ?

             Con tanta maricada actual a lo único que nos va a llevar es al caos. Espero no se ofendan, pero si lo hacen, problema de ustedes.

             Discriminación, desigualdad, persecución, de lado y lado, de los que están a favor como de los que no, con tanta distinción sexual que viene apareciendo por estas épocas me lleva a pensar que sólo el caos nos liberará de la carga.

             Antiguamente había una sola forma de denominarlos: maricas (o locas para ser más ofensivos) o mujeres raras (para no ser tan expresivo, éramos más delicados). Hoy las denominaciones son un sinfín. Me preguntaba cuántas formas de sexualidad había (antiguamente eran hombres y mujeres y los raros, que no eran muchos, al menos visiblemente). Me atreví a consultar al doctor Google y me dijo que de un lado había cinco formas: hetero, homosexual, bisexual, pansexual y asexual. Pero agregaba que había cuatro más: polisexual, demisexual, grisexual y queer y eso que faltaba por mencionar al trans, al trangénero, trasvesti, intersexual, heterocentrista, queen, endosex que pueden ser lo mismo pero que, al parecer, les gusta distinguirse cambiando la denominación, siendo lo mismo, y qué decir del abrosexual, la relación abierta, androsexual, antrosexual, cisgénero, género fluido y no sigo porque no termino. Naturalmente no me pregunten qué significa cada uno de ellos porque sinceramente dejé de entenderlos, las vertientes me marearon y como queda claro yo soy de otra época, donde se eran hombres y mujeres y los raros. Por eso y por salud mental decidí no entender, ni confirmar, porque todo ello lleva en algún momento a ser discriminatorio, ofensivo y que, para colmo de colmos, entre ellos mismos existen sus rencillas (lo natural entre seres humanos) y todos terminamos siendo discriminatorios y discriminados.

             Es todo un acabose y como cuando no tenemos ningún argumento adicional de defensa o de explicación, porque no la tengamos realmente o porque vemos que la terquedad ajena se cierra a entender y se cierra a no entender argumento, es cuando se llega a los extremos en que las personas normales, o los que eso aparentamos, terminamos más discriminados, aunque se tenga el derecho. Eso me lleva a recordar que alguna vez, más de una, diría, la señora vicepresidenta que teníamos, al haberse quedado sin argumentos, dentro de su propia ignorancia, alegó que la perseguían por ser negra (vaya argumento). Eso por el color de piel. O cuando se obligó por ley a la igualdad de cuotas en el poder para las mujeres; otro adefesio que se impuso porque no se tenía en cuenta la inteligencia sino la situación, pues resulta que en muchos casos no estaba la persona indicada y tocaba a la brava cumplir con la ley, por lo que se terminaba tildando al hecho de machista, pero qué se le va a hacer.

             Y para cerrar en medio de este caos, cómo se podrían repartir esas cuotas cuando a esos grupos y subgrupos de los citados inicialmente exijan representación igualitaria en los puestos del gobierno? Y eso que no menciono en profundidad al ministro(a) que nombraron pero que dijo que era marica (palabras textuales) y lo desnombraron para el equilibrio de poder, pero que después nombraron y que dijo que no era marica sino mujer, pero que sí, pero que no, lero, lero. Lo que hay que ver. Y veremos cómo sería una pelea entre ellas o ellos, una pelea de locas, que es cosa seria.

             ¿Con tanta maricada no sería lo más prudente identificarnos simplemente como seres humanos y dejamos la güevonada? (nótese la irascibilidad con que ya ando).

             Me metí en honduras pero asumo lo dicho y, es más, me tiene sin cuidado cualquier título que quieran endilgarme, desde machista, racista, segregacionista y todos los demás, pero eso sí, todo menos izquierdista. 

Se os han dado tierras para instalaros como colonos. Dedicaos a trabajarlas en lugar de tratar de vivir de los subsidios sin hacer nada.[1]

Tomado de Facebook
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[1] Alarico La agonía del imperio. Blas Alasio.


viernes, 10 de octubre de 2025

EXTRAPOLACIÓN

            Los recuerdos se congelan y esa percepción de antaño es la que queda grabada como si los años no pasaran. A pesar de los años que pasan y pasan pero la imagen del recuerdo es la que queda grabada.

             Pasan los años y cuando el recuerdo regresa, lo que uno avizora es la imagen que se quedó en el recuerdo. La persona (o si se prefiere, la imagen de esa persona) que quedó en aquella grabación hace décadas, al verse nuevamente en la vida presente parece irreal, porque el recuerdo intenta imponerse. Es como el espejo, creemos que aún somos jóvenes pero al vernos frente al espejo no nos reconocemos y lo que vemos reflejado en nada se parece a la imagen del recuerdo, aquella que quedó grabada en nuestra juventud.

             Unas veces nos desilusionará, otra traerá descarga de notelopuedocreer. Así nos vemos, así nos ven, en el recuerdo, cuando traído a la actualidad, una mera realidad, será por eso que prefiero no verme con personas que hace décadas no veo, para evitar el choque entre realidad y recuerdo. 

—¿No tendrá por casualidad que ver con la llegada de tus cincuenta? Demonios los cincuenta son la flor de la vida, yo lo sé bien, tigre; ya llevo aquí un año.[1]

Tomado de Facebook
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[1] Casos de archivo. Bill Pronzini.


miércoles, 8 de octubre de 2025

¿ERES FELIZ?

             Una pregunta que me atreví a hacer. Como siempre que se hace la pregunta surge la respuesta correlativa de que qué es ser feliz, que la felicidad es transitoria, y blablablá, la natural respuesta ante lo que no se tiene respuesta inmediata, por lo que en un momento de lucidez paré la respuesta que estaba obteniendo y se me ocurrió decir que cambiaba la pregunta por esta otra: Estás satisfecha con tu vida?

             Mutis en el foro. Esta pregunta sí generó un silencio, elocuente, en su mayor parte, inquietante, en la otra. Pregunta que desarma, que invita a la reflexión y por tanto no genera respuesta inmediata, porque es de esas que hay que saber rumiar y que no condensa un instante sino todo un recorrido de vida.

             Eso me llevó a pensar que todo se reduce a la forma como se hace la pregunta. Por ejemplo, nunca se le ocurra preguntar a la pareja si es feliz conmigo (ese migo no soy yo, sino el que pregunta, aclaro, yo ya aprendí a no hacer determinadas preguntas cuyas respuestas pueden no ser lo que quisiera que fueran o que me pueden incomodar, demasiado). En fin, la respuesta en un caso así puede ser hipócrita, generalmente; pueda que sea asertiva en ese momento, porque es el momento, pero no será demasiado sincera, en cualquier caso.

             Estoy satisfecho con mi vida? Sin mayor silencio, me respondí que a esta edad y evaluando todo el tiempo, lo estoy, que hubiera querido que hubieran sucedido otras cosas con mi vida, claro está, pero no sucedieron y no se puede hacer nada para recomponer el pasado, así que debo seguir con la vida con la satisfacción de que me ha ido bien y no hay mayor cosa de qué arrepentirme, (aunque sí de una que otra cosita, debo aceptarlo).                                             

—Hágame un favor. —Ese era siempre el preludio del final—. De aquí a la próxima sesión intente concentrarse, al menos durante un rato cada día, en lo que tiene. Bueno o malo, pero en lo que compone su vida; no en lo que le falta.[1]




[1] Los buenos suicidas. Toni Hill.

lunes, 6 de octubre de 2025

ACEPTACIÓN

             Se me ocurrió pensar en que nunca nos enseñaron a aceptarnos tal cual como éramos y, hoy, me refiero a la apariencia física. Nunca nos enseñaron a aceptar lo que somos, feitos, pero ya se sabe que toda arepa tiene su tiesto.

             Muy por el contrario, supongo que desde muy niños nos dijeron lo bonitos que éramos, pues eso es lo que dice toda madre, a pesar de lo feo que realmente se sea.

             No somos tan lindos como nos dijeron nuestras madres y ahora de viejos, menos, los achaques no vienen solos. Las madres pueden engañarnos, los espejos no.

             Que el pelo es demasiado crespo o muy lacio. Que es muy negro o tiene la cara aindiada, que los pies son muy feos o que es muy quijarón.

             Y por su parte uno piensa que así nadie me va a querer, a pesar de que la historia demuestre lo contrario, pues cada tiesto tiene su arepa, como ya dije. Nada más ver a alguien apuesto con novia fea o novia bonita con esperpento a bordo. Y ese complejo de belleza y el reconocimiento de la fealdad, por supuesto, hacen que la aceptación de uno mismo se vea por los pisos. Quién se va a fijar en mí, se dice en la juventud y en la vejez se sonríe uno pícaramente recordando que la fealdad tuvo sus resultados.

             Hoy, en la vejez, cuando ya no se tiene nada qué perder, piensa uno en que qué lástima que no le enseñaron a aceptarse tal como la naturaleza había destinado, tal vez hubiera sido otro cantar. 

Ahora ya me había puesto como loco, en parte porque me sentía culpable, lo cual era una estupidez porque no tenía nada de que arrepentirme.[1]

Tomado de Facebook
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[1] Sombras en la noche. Bill Pronzini.


viernes, 3 de octubre de 2025

HAY AMORES

 

            Hay amores, ay amores!

 Efímeros y eternos.

 Nostálgicos, mientras otros han sido olvidados.

 Intrascendentes o permanentes. Apasionados, despojados, desmembrados.

 Amores cautivos, olvidadizos, enojadizos y hasta resbalosos.

 Amores de lejanía, de esos imposibles.

 Amores de cercanía, peligrosos, revoltosos y hasta angustiosos.

 

Pero no hay como aquél que no se puede olvidar, porque es el que perdura y madura, porque el que no se puede recordar es mejor olvidar. (2)

 Ay amores! Sí, hay amores! 

Acepto las circunstancias por lo que son, no por lo que quisiera que fueran. [1]

JHB 06-08-2025 MADRID  (118)


[1] Serie New Amsterdam. T-1, E-8.

(2) Nótese en la lectura los gestos realizados, sonrisa picarona, rabia y reminiscencia, todas haciendo su aparición de acuerdo al renglón leído.


miércoles, 1 de octubre de 2025

BAÑO

            Entré al baño desprogramado. Es decir, sin celular. La espera se hace más larga. Mirar de aquí para allá, de arriba abajo, totalmente desprogramado, solo con mis pensamientos.

             Eso me llevó a pensar la época de mi juventud en el baño de la casa. Muchas personas para un baño, pero había momentos en que no tenía movimiento. Esos eran los que se disfrutaban, al no tener la presión del llamado. Se entraba con un libro y en último caso con la lectura que le proporcionara el periódico que servía para el secado del piso, así fueran los anuncios clasificados, una forma de pasar el tiempo.

             Y ante la desprogramación me dio por pensar en que uno entraba a orinar y duraba algo de tiempo que no superaba el minuto. Si era otra la necesidad, el tiempo de evacuación determina la estadía.

             Hoy, entrando con celular en mano, hace que los tiempos sea muy diferentes y para el que está afuera es una eternidad, para uno es el entretenimiento del celular, donde el tiempo no vale.

             Igualmente me preguntaba sobre todo lo que un baño pudiera contar y todos los pensamientos reflexivos e irreflexivos que se podían tener, iba a decir a mano, pero eso es ya otra cosa. Y hasta se volvía uno cantante mientras se bañaba, a pesar de la voz de tarro habitual.

             Volví a mi juventud, cuando se fumaba a escondidas en el baño y luego las peripecias que se necesitaban para que el humo saliera por la ventana, sin dejar muestra de nuestra debilidad. Me veo en alguna oportunidad, toalla en mano, batiéndola para dispersar ese olor a cigarrillo, creyendo que al salir ya se había evadido, ilusiones de uno.

             En vano sería contar todo lo que un baño puede contar, pues es la imaginación de cada uno lo que el recuerdo le quiera traer. 

Un nuevo año, otro año… pero en realidad nada cambia. El paso del tiempo es inexorable, pero el hombre es una constante, no cambia: ama y odia, vive y muere igual que hace milenios. Sus acciones están gobernadas por las mismas emociones; las mismas cosas, en esencia, le deleitan o repelen, asustan o entristecen. Los escogidos aún son los escogidos, los solitarios siguen siendo los solitarios. [1]



[1] Desaparecido Bill Pronzini.