lunes, 21 de agosto de 2017

MI HISTORIA?

En alguna película (sería de Tarantino?) oí que cada persona lo único que tiene es su propia historia. Eso me hizo pensar que en efecto, uno no se lleva ni títulos, ni propiedades, ni familia, ni afectividades dejadas en este mundo. Tampoco las tiene, al no ser poseídas, sólo son posesiones, transitorias.

De otra parte, la gente sólo conoce fragmentos de la historia de uno, los fragmentos contados, los convividos, los oídos, los fragmentos unidos con otros, pero nada más.

En teoría, sólo uno conoce su propia historia. Y digo en teoría porque hay muchos fragmentos que quedaron grabados por referencias realizadas por otros testigos, por ejemplo las historias relatadas de aquellas épocas olvidadas de la infancia y aún historias de las que sólo se tiene referencia por comentarios hechos en algún momento, porque estaba borracho, despechado o simplemente desinteresado del tema. De allí que la propia historia no pueda ser completa ni fiel.

Y tampoco hay que olvidar que la memoria es traicionera y que existen tres verdades, la de uno, la del otro y la verdadera. Y uno siempre cuando quiere exculpar una situación o circunstancia no duda ni un segundo en buscar la excusa al comportamiento, para evadirlo, para olvidarlo, para no quedar en evidencia, qué pena, Dios mío!

Y cuando no tergiversa la realidad, la memoria como desmemoriada que es, cuando le conviene, por miedo, por olvido o para ocultar una realidad que sonroja, asume la parte más florida, la menos dolorosa, la más hipócrita, la más suavizada, tal vez para no ofender al yo que escribe la historia. Dios mío, si soy yo!

Y nada qué decir de aquella historia que se oculta en arcano lugar, ese que nadie es capaz de abrir, caja de Pandora que es sonrojo, secreto, misterio, tenebroso o no. Esa historia oculta que ruboriza, avergüenza, que soslaya, que traslapa la realidad. Esa no se cuenta, está oculta, ni Dios puede llegar a saber de esa parte de la vida porque va y no lo deja entrar al paraíso. Dios nos libre!

De esta manera lo único que uno tiene es su historia, lo único que puede quedar es su historia, pero de qué manera contada, con apartes ocultados, con citas olvidadas, con referencias anudadas, con subjetividad escrita y de esa manera una historia inconclusa, una historia acomodada, una vida camuflada. Siendo así, ni siquiera tenemos historia, porque fue manipulada. Qué horror Dios mío!

El hombre debería ser su propia historia, pero sin eufemismos, carajo! Y no pregunten por la mía!

Si temes a los lobos, no entres en el bosque. (1)


Foto: JHB (D.R.A.)


(1) (Cita de Stalin o dicho ruso?) Robert Harris. El hijo de Stalin.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario