(…) reafirmando
una vez más su opinión sobre los periodistas: poco profundos, bastante incultos
y dados a las más estúpidas elucubraciones. No era de extrañar que se contaran
tantas tonterías en los periódicos.(1)
Por exceso de información, diría uno como primera excusa, nos
estamos acostumbrando a leer el solo titular de prensa y a partir de eso
empezamos a sacar conclusiones, con la facilidad con que el editor quiere dirigir
el pensamiento del lector. Semejante situación se da en las redes sociales en
las que sólo se mira el titular, sin entrar en más detalles.
Nuestra lectura está siendo reinventada, dirigiéndola a que destinemos
nuestra atención a lo que quieren que leamos. Nunca pensamos en que siempre al
menos hay dos interpretaciones, olvidando también que igualmente todo tiene su
doble lectura, lo que omitimos a ciencia y conciencia por el afán que ha
llevado a no leer el contexto, solo el enunciado, a hacernos la idea que tienen
preconcebida y a tomar partido, cualquiera que sea.
Por culiprontos caemos, sobre todo en las redes sociales. Y yo me
confieso, he caído más de una vez, replico según el titular, sin verificar.
Aunque en mi defensa he de señalar que últimamente trato de no dejarme llevar y
si genera duda, al menos consulto un poco más, aunque sigo cayendo por
culipronto, me reconfieso.
Y a qué viene todo ésto?
Dos noticias que luego de digeridas dan lugar a una doble lectura.
Los bienes entregados por la guerrilla. Que relacionaron escobas y
sal de frutas. El titular me dio piedra, contra la guerrilla, naturalmente. Lo
sentí como burla (aunque en últimas esa guerrilla aprovechó el papayazo para
ser más papista que el Papa). Sin embargo, días después leí una columna de
Ramiro Bejarano(2) y tal como él lo presenta,
la guerrilla obró tal como lo exigía la ley, es decir que bien que no
relacionaran no podía ser legalizado, en pocas palabras(3).
Visto así habría que ser ponderado con la noticia, pero cada cual hizo su
agosto y sacó el provecho político que quería.
La otra noticia. Todos contra María Isabel Rueda, por un artículo
que publicó en El Tiempo sobre la inutilidad de elevar a rango constitucional
la prohibición de las autodefensas, porque la ley, de diversas maneras ya lo ha
contemplado como conducta prohibitiva. Entonces salieron los que sí, los que
no, los que tal vez, los tibios, los furibundos. Esto me hizo pensar en que la
ley, en tal caso, carece de valor porque –según algunos- no lo dice la
Constitución y, en tal medida, la ley para que tenga obligatorio cumplimiento
requiere estar en la Constitución. Ja! Ley es ley, no hay discusión o como
dicen los versados dura lex sed lex,
(pareciera que a los abogados y políticos se les olvidó ese principio). Luego
leí en otro lado que entonces, según entendí, estamos en un país en que a pesar
de existir la norma, nos encanta la reiteración y como es el país del Sagrado
Corazón si está en la Constitución reiterada entonces sí tiene más fuerza. Ja!
Pero tampoco se cumple.
Es así como estamos condenados a lecturas incompletas, amañadas en
un titular que, si se habrán dado cuenta, muchas veces no tiene coherencia con
el contenido y queda uno preguntándose si el bruto es uno, el que escribió el
artículo o ambos!
Manipulación de información? Tal vez. Pereza de leer completo? Tal
vez. Incapacidad de entender en el mundo moderno? Tal vez.
Con la experiencia y los espejos que tenemos, de poco
valen formalidades; refundar el país solo para distraernos de problemas
que no se saldarán con un cambio de normas: se trata de la corrupción y hace
rato está prohibida. No nos equivoquemos.(4)
https://www.facebook.com/photo.php?fbid=10156579879604922&set=gm.1671987896208449&type=3&theater
(1) Julia Navarro. La hermandad de la sábana santa.
(2) Inventarios a
disgusto. El Espectador.
http://www.elespectador.com/opinion/inventarios-disgusto-columna-710005
(3) Sin embargo, al contrario de lo que piensa el fiscal, la lista es
sumamente interesante, porque demuestra que en una guerra también son
importantes esas otras cosas que no están hechas para el combate. Esa lista nos
habla de la cotidianidad que tienen las confrontaciones armadas; porque la
tropa también se enferma: le da dolor de muela, cólicos e indigestión. (…)
Mientras el fiscal se encarga de revisar la lista de bienes entregada
por la guerrilla, quedan para el análisis esas otras cosas miradas con desprecio
por Néstor Humberto Martínez, esas que también nos hablan de la guerra, sin la
espectacularidad con que estamos acostumbrados a mirarla: las agujas, las
máquinas de coser, las sartenes, los colores y las lociones. Cada objeto tiene
una historia por contar y ese inventario de la cotidianidad también es
importante para conocer la guerra cuando los ejércitos no disparaban sus
fusiles. Arturo Charria. La cotidianidad entre las cosas de la guerra.
El
mejor ejemplo fue el boroló que armaron en torno a la entrega del inventario de
los bienes de las Farc para ser utilizados en la reparación de las víctimas.
Nunca antes se había hecho en Colombia un ejercicio de esta naturaleza y, la
verdad, no creo que en muchas otras partes. Pero el fiscal parecía más preocupado
por la inclusión de traperos y utensilios (si no los hubieran mencionado, la
crítica hubiera sido por haberlos excluidos) y “la vaguedad de la información
sobre las propiedades”, a sabiendas de que pedirle títulos, facturas o
certificados de tradición y libertad a una organización ilegal alzada en armas
es un absurdo. Me extraña que aún no les hayan pedido el RUT. Daniel
García-Peña. Que les vaya bien
(4) Luis Carvajal Basto. Es la corrupción, no la Constitución.
http://www.elespectador.com/opinion/es-la-corrupcion-no-la-constitucion-columna-711427
No hay comentarios.:
Publicar un comentario