A pesar de la globalización, los pueblos siguen viviendo en su
provincialismo encerrado, aferrados a su pasado, en lo que les conviene. (Debería incluirse y usar el nos, me oigo
decir)
Para la muestra un botón. Colombia tiene el café más suave del
mundo, las esmeraldas más codiciadas del mundo, el mayor caudal hídrico del
mundo, la catedral de sal única en el mundo y así mil superlativos que
teóricamente deberían enriquecer, literal y económicamente al país. Pero siendo
el mejor en todo, según dicen los superlativos, resulta que nada de eso se ve.
En minería no son los colombianos los que la disfrutan, son extranjeros
–apoyados por codiciosos colombianos- quienes se llevan las regalías y nos
dejan un mundo envenenado. La catedral de sal no es la única, en Polonia hay
otra, con lago incluido(1).
En lo hídrico, dizque Chocó tiene toda el agua del mundo, pero nada más
pensemos en cómo está Chocó y cómo cada día va de mal en peor. Y no sigo con la
lista porque evidenciando estas cosas terminamos siendo el país más deprimente
del mundo (a pesar de que las encuestas digan que es el más feliz).
Y es un mal generalizado, no sé si genéticamente heredado de los
españoles, grandilocuentes sin medida ni rubor. Y a pesar de que el tema lo
tenía en el tintero, me picó la lengua un documental sobre Guatapé (bonito
pueblo antioqueño, según vi), pero como todo en la cultura paisa -generalizada
luego de su expansión por todo el país, basta recordar aquello de Antioquia la
más educada!-, pregonan sin vergüenza que tiene el pueblo más en tal cosa, el
más en tal otra y hasta fue reconocido por la corona española por Real Cédula
de Carlos III. Uyyy! Qué honor dirán algunos. Y?
Me pregunto y me sigo preguntando: Y? Todos esos superlativos que
nos hacen agua la boca a lo largo del país, para qué nos han servido, además de
generar enemigos entre vecinos, realmente para qué nos ha servido? Y es más, cuándo
dejaremos de ser tan provincianos? Tal vez sea una de las causas de nuestro
propio atraso, el vivir de los superlativos, inventados por poetas con
rimbombantes frases que dicen tanto que terminan no diciendo nada.
Nos encantan los superlativos pero nos emberracan los otros
superlativos: los que hablan de Colombia como el mayor país de narcos, el más
violento, el más triste (mentiras, resulta que dizque estamos dentro de los
primeros más felices!), donde hay más muertos en el mundo y eso que tenemos la
guerrilla más antigua del mundo, según dicen. Pero eso sí nos emberraca,
líbranos Señor!
Para concluir, por eso pienso que
los superlativos son asesinos! Qué vaina!
Foto: JHB (D.R.A.)
[1] Pueden verse
fotos en https://viajerosdelmisterio.com/mina-de-sal-de-wieliczka-catedral/ y en su pueblo dicen que es la más
antigua del mundo! Y para no quedarnos atrás entonces: En 2007 mediante
un concurso para elegir las 7 Maravillas de Colombia; la Catedral de Sal obtuvo
la mayor votación; convirtiéndola en la Maravilla No.1 de Colombia, aunque
también fue propuesta entre las Nuevas siete maravillas del mundo moderno. https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Sal. Ja!
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