Hay unas prácticas periodísticas que me han llamado la atención y que, de alguna forma, forma parte de la estupidez de los mismos.
Van algunas:
En los noticieros
muestran las imágenes de una captura, las facciones de los hampones capturados
se nublan a manera de vidrio esmerilado, mientras las caras de los policías se
ven completicas, protegiendo a los primeros para que no los reconozcamos en la
calle, me pregunto y dejando ver a los segundos para que pueda recaer la
venganza, me pregunto adicionalmente.
En los reportajes
televisivos que se hacen, que más que reportajes son -no sé cómo titularlos,
pero brochas si son-… Como sea, entonces entrevistan a alguien como testigo de
algo, muestran la calle en donde viven, los corredores por donde entran, las ropas
que porta, pero le cubren la cara o se la hacen borrosa para que no sea
identificado, porque quiere mantener el anonimato, pero lo que tratan de
ocultar, con la tecnología de hoy, hasta un lento como yo podría descubrir
quién es. Y a veces le ponen la voz de robot, pero ni así se puede escapar el
testigo, basta con tener un poquito de método deductivo, digo yo. Otra forma de
opacar lo que puede ser descubierto fácilmente.
La señora, cuyo nombre omitimos para
protegerla, alegó un despido injustificado… Y la noticia trata de la señora del servicio que trabajaba como
empleada de la esposa del senador[1].
Blanco es gallina lo pone… Pero la empleada, cuyo nombre se omite…
Y mejor dejo así, porque por
proteger desprotegen.
Y si de protección se trata, baste
ver los realitis de televisión. Dios me proteja. Allí se ve lo peor de la ralea
humana, con esos jurados que no dejan de humillar, de someter a vejámenes, a
insultar, a dejar salir lo peor del ser humano. Y hablando de realitis, la
bajeza humana se ve representada en ellos, con locuras que solo le ocurren a
ciertos personajes, como el uso de instrumentos de tortura de la edad media[2].
Me preguntaba si en eso no hay incitación a la violencia, lo cual recuerdo es
un delito. Y una forma de dejar aparecer el sadismo de los imaginativos
creadores del programa y lo que uno termina haciendo, todo por la plata o por
la fama prometida, que en ningún caso llega.
Pero la información es lo más
importante, no hay que perderse de un capítulo, pues desde la comodidad de la
casa, el sadismo ajeno hace fluir en tercera persona el propio.
A eso nos estamos reduciendo.
… es algo
que difícilmente puede soportar nuestra conciencia de hombres que viven en una
sociedad civilizada. Pero ha prevalecido el derecho a la información. El
público tiene el sagrado derecho de saber, y nosotros los periodistas tenemos
el sagrado deber de respetar ese derecho. De lo contrario, no podríamos
llamarnos periodistas al servicio público. (Qué
ironía, me digo entre bendiciones!)[3]
[1] https://caracol.com.co/programa/2022/05/02/6am_hoy_por_hoy/1651489715_293886.html#:~:text=La%20congresista%20fue,sus%20labores%20dom%C3%A9sticas.
[2] https://www.pulzo.com/entretenimiento/maleja-desafio-quebro-con-duro-castigo-debio-resistir-asistencia-PP1388940
[3] La paciencia de la araña.
Andrea Camilleri.
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