lunes, 1 de abril de 2019

VACÍOS DE VIDA


Como si en esta vida no hubiera suficientes enfermedades, la tecnología y el mismo Internet nos ha llevado a descubrir y de contera adquirir más de ellas, pero además de las físicas (artritis, carpianas, etc.) éstas son mentales, que uno cree imaginaciones ajenas.

Cuántas veces piensa uno que el celular está sonando o que le ha llegado un mensaje y mentiras, nada de nada, solo imaginación, lo que a su vez genera un grado de angustia, tanto al oírlo sonar como al saber que no es cierto.

La angustia de salir de casa y no encontrar el celular en el lugar que comúnmente se lleva.

El miedo de atender una llamada a deshoras por pensar lo peor que puede pasar. O el de ver que quien llama es el jefe no siendo horas de atención al público.

El simple miedo de perder el celular.

O el que genera cuando se hace consulta médica con el doctor Google y el diagnóstico no es muy apaciguador.

O el exceso del selfie con su falsa sonrisa, de acuerdo con los cánones señalados por quién sabe quién (abrir los labios, mostrar los dientes, demostrar que es feliz y hacer con los dedos la ve, de no sé qué significado pueda tener). O los feos evitando salir en la selfie, porque se saben feos y que será motivo de risa. Aunque los que se hacen la selfie permanente han sido catalogados como el estado mental de constante deseo de fotografiarse a sí mismo y compartir fotos en las redes sociales para compensar la falta de autoestima y para llenar un vacío en la intimidad. No lo digo yo, lo dice dizque la Asociación Americana de Psiquiatría(1).

Y cada una de las situaciones mencionadas ya tienen su nombre propio(2), habiendo muchas más, desde el no ser aceptado por el grupo, el ser criticado y naturalmente está el pantallero, el sobrado, el venenoso y supongo que hasta el gordo del grupo, como antaño establecía la jerarquía de convivencia.

Por eso creo que el mundo estará en las manos de los siquiatras pues cada día nos hundimos más en la red y los males que ella misma traerá a la humanidad.

—Siempre hay una explicación para lo que hacemos y para lo que somos —prosiguió—. Y, si no, mírese usted misma.(3)

Óleo sobre papel, con espátula. JHB (D.R.A.)


(1) http://www.expansion.com/directivos/estilo-vida/tendencias/2016/03/06/56dc893646163f3e5f8b45bf.html
(2) Cibercondría. Telefonofobia. Retterofobia. Selfiefobia. Vibranxiety. Editiovultafobia. Phubbing.  Selfitis. Whatsappitis. Nomofobia. Las definiciones se pueden consultar en el artículo citado.
(3) Matilde Asensi. El último Catón.

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