Me puse a leer titulares de un solo periódico a pesar
de que me lo había prohibido por razones de salud mental y atiné a recaer en la
lectura sobre los corruptos. Tantas noticias al respecto y en un solo día. Solo
para mencionar algunos hago el listado:
Un solo día y terminé envenenado. Todos gritan su
inocencia a los cuatro vientos y terminan negociando con la fiscalía para
denunciar a sus compañeros que igualmente gritan con altavoz sobre su
inocencia, quienes hacen otras denuncias para ganarse los justos beneficios!
Hago un paréntesis, eso de negociar con la fiscalía la culpabilidad ha llevado
a grandes impunidades. Hampones que gritaron su inocencia y terminan confesando
para ganarse unos cuantos años de la pena, eso da pena y es culpa de los
gringos que se inventaron la farsa: Soy
culpable, pero sin denuncio a los otros soy inocente,(1) falacias de la justicia gringa que hemos sabido importar y a quién le importa?
Cierro mi paréntesis.
Y entonces me pregunto cómo no envenenarse si es la
misma prensa la que le daña a uno el día? Y me sigo prometiendo no ver más
noticias, porque todas son iguales, en tiempo y espacio, nada cambia, todo
sigue igual y yo dejando que mi bilis se alborote por todos esos episodios
vergonzosos. No hay derecho -alegórica y literalmente- , me digo, así como no
hay justicia y esperando la divina, seguro que me los vuelvo a encontrar en el
más allá, gozando de las dichas divinas. Es que no hay derecho. El problema es
que ya no creo ni en mis promesas.
Y todos gritando inocencia, pero feo y sin plata, si
me llegan a tildar de deshonesto, cómo podría hacer para demostrar que
realmente sí soy inocente? Esas son las crueldades de la vida.
Las
barreras éticas se han venido corriendo(2).
De Facebook 67189591_10157756721116424_2125529527529504768_n.jpg |
(1) Nada más ver Billions de Netflix y la manipulación de la
negociación.
(2) Piedad Bonnet.
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