viernes, 12 de julio de 2019

TIEMPO INDESCIFRABLE


            La noción de tiempo, como he venido escribiendo, directa e indirectamente, se convierte en un tema surrealista.

            Hacia la década de los setenta leí el famoso libro 1984; faltaban como catorce años si siguiera el orden del escrito. Para cuando lo leí, catorce años eran catorce años, es decir mucho tiempo. Cuando llegó el 84 pasó desapercibido, ya iba para la treintena de mi vida, el tiempo comenzaba a acelerarse y la tecnología se encaminaba a la popularización. Luego, en los noventa surgió el miedo, ya estando sistematizados, porque en el 2000 se iba a producir el caos por culpa de una imprevisión, el cambio de siglo que los computadores no reconocerían y volveríamos al día uno. Llegó el 2000 y no pasó nada, porque ante la presión del tiempo llegó la correspondiente solución.

            Naturalmente he de mencionar que en mi niñez y juventud ver el año 2000 era inimaginable, ni siquiera lograba pensar en la edad en que tendría para ese año. Era lejano, muy lejano y llegó y no pasó nada, solo envejecí. Hoy pensar en el 2050 es ver el tiempo a la vuelta de la esquina, naturalmente creo que no llegue a esa fecha, la longevidad de mi familia no llega a los ochenta años. Visto el 2000 desde la imaginación vendida por la televisión de la época, sería vivir en la era de la serie Los Supersónicos; luego del 2000, en donde ya no hay imposibles, el tiempo perdió sus límites, porque todo es posible, ya no nos asustan los imposibles, tal vez para el 2050 los viajes se harán estilo Star Treck, tanto en naves como en teletransportación y el tiempo perderá valor, como le pasó a Colón, en su primera travesía que duró dos meses y nueve días y hoy se hace en máximo doce horas.

            Estas son disquisiciones de un viejito que vivió épocas más oscuras, tiempos diferentes aún siendo constantes.

El hombre, ser levísimo, es soñado por una figura incierta, y el estado del mundo informa que “más que la creación de un ser superior somos el pasatiempo de uno bastante defectuoso”.(1)

Óleo sobre papel, espátula. JHB (D.R.A.)


(1) Georg Lichtenberg. Aforismos. Edición de Juan Villoro.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario