Esos cuatro seres decisivos
que sólo pueden ser definidos en términos del no ser: la Oscuridad, la Nada, el
Silencio, la Muerte.(1)
Leyendo esta cita de un desconocido
aforista(2),
solo conocido en su tiempo, tal como Nicolás Gómez Dávila en nuestro medio,
igualmente hoy desconocido y que usaba más la palabra escolio, me lleva a
pensar en palabras que resultan difíciles de definir, empezando por las
descritas por Lichtenberg.
Tratando de
definir cada una de ellas sólo veo las veo definidas como ausencia de su
contrario: ausencia de luz, del todo, del sonido y del ruido y el último, de la
vida. Es como tratar de definir a nuestros seres ausentes. Y curiosamente
rebusco en los diccionarios y todos ellos me llevan a ausencia. Y la ironía se
hace presente, porque de los diccionarios brillan
por su ausencia mejores definiciones en búsqueda de un mejor conocimiento.
De allí que
las cuatro palabras se encuentran hermanadas, pues en la oscuridad no se ve nada,
el silencio reina y pareciera que es el paso a la muerte. Esa ausencia me hizo
recordar a Jorge Oñate: Ausencia que me tiene solo, y hasta tu recuerdo se aleja de mí.
Nostalgia de mirar tus ojos, de sentir tu cuerpo de tenerte aquí.
Pero bueno, el cuento venía a que
hay cosas que resultan difíciles de explicar, de expresar, de contar, entre
ellas, como inicié, la oscuridad, la nada, el silencio y la muerte. Conceptos
obligados que se dan por sentados, que no requieren de otra explicación, que
buscarles otra es como buscar las tres patas al gato –que realmente no sé de
dónde viene el dicho, ni por qué tres, ni por qué le tocó al gato(3)-.
Entonces todo me lleva a palabras
que se dan por sentadas, tales como dios y patria, que si se ven hoy, resultan
vacíos –para quienes no lo vivimos pregonando, aclaro-. Son palabras, meras
palabras que sólo sirven para expresarse, pero que difícilmente podemos
definir, al darse por sentadas. Alguien ha intentado describirle a un ciego de
nacimiento lo que es el arco iris? Me gustaría verle explicando lo que es el color,
el verde, o el amarillo, o el rojo y aún el negro, si lo tuviera. En esta vida
todo lo damos por sentado.
Y visto así, todo queda sinsentido.
Pareciera que este escrito es el inicio del desquicio, si alguien pudiera
definirlo.
Qué dulce
es morir.(4)
Óleo sobre papel. Espátula. JHB (D.R.A.) |
[1] Georg
Lichtenberg. Aforismos. Edición de Juan Villoro.
[2] Aforismo: Frase
o sentencia breve y doctrinal que se propone como regla en alguna ciencia o
arte.
[3] Buscarle tres pies al gato. Dícese, propiamente, de los que
tientan la paciencia de alguno, con riesgo de irritarle. Impropiamente, se
aplica a los que con embustes y engaños tratan de probar lo imposible. Según
José Mª Iribarren, es un dicho corrompido, ya que el verdadero es buscar cinco pies al gato. https://www.fundacionlengua.com/es/buscarle-tres-pies-al-gato/art/180/
[4] Película Un método
peligroso. En palabras de Freud.
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