«Si Dios ha creado las moscas, algún
motivo debe existir», alguien lo había escrito pero, en aquel momento, no
recordaba quién había sido[1].
Pregunta
que igualmente me he hecho, como podrán imaginarse. Nunca he podido pensar en
una respuesta dentro de mis limitaciones. Lo mismo pasa con los zancudos
aquellos que mortifican, especialmente en las horas de la noche y también me he
preguntado, por qué saben elegir la hora para su molestadera? Ese es su
destino?
Parte
de una cadena alimenticia, nada más? Y por qué no han evolucionado, tal como
enseña la ciencia? Y por qué no se han extinguido siendo tan perseguidas? (Se
me interpuso un pensamiento, pensando si estaba hablando de los insectos o de
los políticos, qué semejanza tan horrible!).
Qué
motivos tuvo Dios al crear tanta variedad de animales, de tamaños y hasta de
invisibilidades, qué carajos lo motivó? Pensaba en San Francisco y su cuidado
al caminar para no hacer ningún daño a la madre naturaleza que tanto protegió
(sin éxito, naturalmente).
Todo
esto tiene un motivo, naturalmente. Perder el tiempo pensado en cosas baladíes,
en vez de torturarme pensando en cómo estamos, que es más deprimente. Y así
tampoco pienso cuándo me tocará vacunarme, otra tortura más en la que estoy
obligado a pensar.
Es mejor distraerse, me digo, porque también tuvo que tener algún motivo para crearnos, supongo. O tal vez lo hizo para pasar el rato?
Y para responder la pregunta inicial, me valgo de la
misma fuente:
—… ¿te acuerdas quién fue el que
escribió: «Si Dios ha creado las moscas, debe haber un motivo»?
—San Agustín, comisario. En las
Confesiones. —Bordelli asintió poniendo cara de saberlo.
[1] El
comisario Bordelli. Marco Vichi
No hay comentarios.:
Publicar un comentario