miércoles, 17 de marzo de 2021

EN QUÉ ESTÁS PENSANDO

             Preguntó él.

 -          En nada, dijo ella.

 Como si en nada se pudiera pensar, en una nada presente, llena de contenido así fuera baladí, como si pensar en nada fuera posible, salvo que estuviera pensando en la nada, como si se pudiera acallar el pensamiento de esa manera.

 -          En qué piensas, preguntó ella.

 -          En la nada, dijo él.

 Como si en la nada se pudiera pensar, pensaba ella.

 En la nada en que ellos vivían, pudiera pensarse. El mismo pensamiento le llevó pensar en otra pregunta que en determinadas circunstancias se hacía: Estás brava? O Te pasa algo? Y la respuesta infalible, cuando lo estaba: No. O Nada, según se preguntara. Así, una sola palabra que contenía todo aquello que le embargaba, es decir, que sí lo estaba o sí le pasaba, pero que resultaba inconfesable porque de antemano se sabía que la tormenta se aproximaba.

 Son esos momentos en que es mejor no preguntar, porque la respuesta absurda es el indicativo del movimiento contrario, pero que es mejor no profundizar, para evitar la tormenta, es mejor dejar que la nada sea nada, ya se le pasará, prefiere pensar uno. Ese dejar pasar, muchas veces amaina la tormenta que se avecina, pero en otras, es el acumular la fuerza suficiente para terminar en tornado, en el momento menos pensado. Gajes del oficio, me digo.

 Por eso me digo, es mejor no pensar en nada, como si fuera posible no pensar en nada.

 

Los tiempos cambian, piensa el viejo, pero al parecer no tanto[1].

Tomado de Facebook
159105905_205027521419673_1627376406648786594_n


[1] Maurizio de Giovanni. El método del cocodrilo. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario