miércoles, 22 de marzo de 2023

RECORDACIONES

                Un día de recordaciones sobre todo de recuerdos de los que ya se fueron, de abuelos ya olvidados, de padres no tanto y de tantos otros conocidos que han seguido su tránsito por esta tierra hacia lugares más lejanos, más extraños o a lugares en donde ya no lo son.

 

Pesares y pasares por la vida, aunque Alguien lo recordaba, entonces. No fue olvidado por completo. —Siempre hay alguien que recuerda[1]. Así es, siempre hay alguien que les recuerde, así sea fugazmente.

 

                Y leo sobre, al parecer una leyenda tailandesa:

 

—No has llorado —dijo.

—Ya he llorado suficiente —dijo.

—No quiero entristecerle demasiado —dijo —. Le resultaría más difícil llegar al cielo. Sería más difícil si tuviera que nadar entre mis lágrimas.[2]

 

                Y llega también el recuerdo de la despedida. Esto es lo que suele decirse cuando alguien muere, que quién lo iba a imaginar, como si fuera el primer difunto de la historia. Pero se mueren todos, nos morimos todos, aunque cada muerto parezca el primero.[3]

 

                Y para culminar el recuerdo, pudiéndose ser el siguiente en la lista, de palabras ajenas, concluyo: En las primeras ceremonias fúnebres a las que uno asiste se sitúa en el último banco, y sale incluso a fumar un cigarrillo si la cosa se alarga demasiado. Pero a medida que los años transcurren vamos avanzando banco a banco en dirección al muerto hasta ocupar su sitio.[4]

 

                Parece que ya me aproximo al altar, me dice socarronamente el pensamiento, con descaro, sin sonrojo alguno, pero con una certeza que me deja pensativo.

Tomado de Facebook
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[2] Arnaldur Indriðason . Invierno ártico

[3] Cuentos de adúlteros desorientados. Juan José Millás.

[4] Cuentos de adúlteros desorientados. Juan José Millás.

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