lunes, 31 de marzo de 2025

PARA PENSAR

  

El lenguaje técnico que la describe, aunque con suma precisión, no expresa ni de lejos lo que es morir, morirse. El motivo principal de esto es que la muerte no le ocurre a quien se muere, que ni cuenta se da, sino a quienes quedamos vivos. La muerte es un asunto de los vivos y no de los muertos porque solo los vivos la sentimos y padecemos. Pero ¿cómo expresar eso que sentimos? La prosa técnica y precisa tiene una frialdad de quirófano, de mesa operatoria, blanca, dura, marmórea, quizá con alguna salpicadura de sangre sobre las sábanas desinfectadas, pero nada ahí genera la ilusión de la vida, que es la que nos aterra de la muerte.[1]

 

            Y así me quedé, pensando.

Tomado de Facebook
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[1] Salvo mi corazón, todo está bien. Héctor Abad Faciolince. 


viernes, 28 de marzo de 2025

DECISIÓN, AZAR, DESTINO, PREDESTINACIÓN?

             He estado dedicado a oír podcasts (palabreja que no he podido pronunciar y menos escribir correctamente) y en entrevistas diversas he oído que son recurrentes las preguntas que se hacen, como aquella de que si no hubiera estudiado lo que estudió qué habría hecho en la vida. Vaya pregunta, creo que la mayoría responderíamos con un rotundo: ni idea (en mis buenos tiempos diría npi). O por qué estudió lo que estudió. Yo respondería que ni idea (npi) y tuve alternativa, pero fue la que escogí. Seguramente en estos momentos me preguntaría por qué no estudié la otra opción y la respuesta seguiría siendo la misma: ni puta idea (npi para los que no sabían de esta sigla).

             Y así podríamos formularnos muchas preguntas cuya respuesta termina en lo mismo: ni idea. Estudié lo que estudié y pensaba que mi vida se centraría en ella. Pero vaya sorpresa, un abogado aprendiendo Excel, estadísticas, riesgos, administrando personal, dirigiendo diversas áreas, casi ninguna relacionada con la profesión. Afortunadamente logré salir adelante, los retos fueron grandes, pero llevaderos. Pero si me preguntan cómo llegué a esos trabajos, la respuesta sigue siendo consistente: ni idea.

             Y no me pregunten cómo llegué a casarme, a no tener lo que pude tener, a lo que aspiraba, pues todas las respuestas son similares, al menos en mi caso, ni idea. Ni puta idea, pero por esos caminos me condujo la vida y no fueron elegidos por mí, por mi querer, por mi aspiración, se fueron dando.

             Y ante los dilemas de vida y de lo que realmente aconteció, al menos con mi vida, me surgió la pregunta, retórica naturalmente, fue decisión mía? Fue el azar que se atravesó en mi camino? Fue el destino o la predestinación ya escrita en el supuesto libro de la vida, escrito antes de tener conciencia?

             No tengo ni idea, ni la más remota idea, soy lo que soy, hice lo que hice, fui el que fui, eso es lo único claro que me quedó en la ambigüedad de lo que representa la vida y pareciera que nunca fueron decisiones mías, para colmo de desgracias (¿).

             Esa es la vida. 

… lo que solemos llamar verdad es sólo una mentira más, pero mejor publicitada.[1] 

Tomado de Facebook
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[1] Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. Pablo Tusset.


miércoles, 26 de marzo de 2025

DESILUSIÓN

             Cuando el pasado se queda grabado en el presente, como si siempre hubiera estado presente, es imagen que se queda en eterno presente, como si fuera presente, sin que el tiempo hubiera podido desmejorarla, ni tan siquiera difuminarla ni decolorarla, es pasado fijo en presente, sucediendo así cada vez que el recuerdo lo retrotrae.

             Basta con imaginar el mosaico de egresados de hace cuarenta o cincuenta años. La imagen que allí aparece es la que quedó grabada a pesar del tiempo, a pesar de la ausencia de los años, es imagen que no se trastoca, que es permanente, que se quedó en presente a pesar de ser un pasado, bien lejano. Es imagen que no se actualizó, estática en su juventud y grabada así en ese recuerdo.

             Imaginar un reencuentro después de tantos años es ver, a pesar de todo, un reencuentro de desconocidos y más aún verles en presente, pasados todos esos años con las consecuencias de la edad. Cuarenta o cincuenta años más viejos, más arrugas, más deterioro, pues el tiempo no pasa en vano. Los comentarios surgirán, son apenas naturales, de los cambios sufridos y las imágenes guardadas de ese mosaico pasado, pensando que el tiempo no había pasado, no son nada halagüeñas enfrentadas a ese nuevo presente a un cambio de imagen obligatorio. Nada qué decir de los comentarios que se harán: cómo está de viejo; sí la vio lo arrugada que está; y lo bonita que era; está gordo panzón, como si no se cuidara; y fulanito con la pinta que tenía y verlo ahora. Son comentarios obligatorios.

             Y si entre ese mosaico estuviera la exnovia nunca olvidada, recuerdo de bonita mujer, cuarenta o cincuenta años más vieja, se produce un choque mental fenomenal, de no te lo puedo creer, de completa desilusión al no ver la belleza de antaño sino la vejez del presente, un golpe duro al recuerdo, a la ilusión que llevan al desengaño, decepción, desesperanza, aunque en algún recóndito espacio de suspiro de menos mal.

             Gran desilusión se lleva uno, es un golpe tremendo al recuerdo.

             (Eso sin ver el otro lado de la moneda, uno está cuarenta o cincuenta años más viejo y uno igualmente estuvo en boca de todos en aquella reunión, cómo está de viejo, calvo, ojeroso, cansado y sin ilusiones y esa exnovia eventualmente también suspirará pensando en menos mal…) 

—Por otro lado —continuó—, no sé si alguna vez he estado realmente enamorada. Tengo algunos recuerdos lejanos, de cuando era joven, pero ahora esos recuerdos me parecen actuaciones, simulaciones. Ni siquiera sé lo que significa estar enamorada. A veces eso me asusta. Entonces pienso que soy así, qué le vamos a hacer, habrá que resignarse. Tal vez tengo un defecto de fábrica aquí —dijo mientras se acercaba el puño cerrado al corazón—. No sé si entiendes lo que quiero decir. Y si te soy sincera, ni siquiera sé por qué te estoy contando todo esto. ¿Tú lo sabes?[1]

Tomado de Google
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[1] Rencor. Gianrico Carofiglio.


lunes, 24 de marzo de 2025

APRENDER A SENTIRSE MEJOR

             Son cosas que no enseñan en el colegio, creo que ni siquiera se aprenden en la vida porque parece que tenemos un mensaje subconsciente que nos limita, por aquello de tanto oír eso de que no tienes talento, no sirves para eso y de oírlo en los semejantes terminamos diciéndonos a nosotros mismos lo mismo, con lo cual reafirmamos la creencia. No, no lo merezco, termina uno creyendo.

             De esa manera sabemos, no conscientemente, que nos robaron la voz. Claro, hay que aceptar cuando no se tiene talento, cuando uno no lo merece, cuando son ciertas las limitaciones que oímos. Pero igualmente es claro que uno puede cambiar, las cosas no son tan categóricas como nos las dicen, el arte hace el maestro y la repetición hace que uno mejore, no que se convierta en un talentoso pero al menos nos hace ver que las cosas pueden cambiar, aunque la pereza es mayor y es la que nos impide insistir y llevar la contraria a lo que oímos. De esa manera nos robaron la voz y dejamos que así fuera.

                Nos robaron la voz cuando nos castraron y nos dijeron que no teníamos ningún talento, que no servíamos para eso, ni para lo otro ni para lo de más allá. Y entonces debe llegar un momento de rebeldía o de conformidad. En el primer caso la rebeldía puede hacernos demostrar, al menos a nosotros mismos, que sí podemos, bien, mal o regular, pero que sí pudimos cambiar, solo basta con aprender y con ello aprendemos a sentirnos mejor, al menos con nosotros mismos, tal vez los otros no lo vean e insistan en nuestras falencias, pero desde que aprendamos nosotros a que no todo lo que dicen es cierto, terminamos sintiéndonos mejor, pues esa es la idea.

 A la sociedad que nos rodea hay también que aprender a llevarles la contraria, porque no siempre la mayoría tiene la razón. 

Desde entonces corre por mi sangre una sed de aventuras maravillosas, pero todo lo que me gustaba resultaba irremediablemente o ilegal o demasiado caro, por lo que la mayor parte de las veces he tenido que conformarme con seguir, con algo de envidia, las aventuras de los demás. En el cinematógrafo y en los diarios veo tantas cosas grandes y maravillosas que les suceden continuamente a todo el mundo: quién gana una fortuna y quién la pierde, quién es ascendido y quién degradado, quién asesina y quién es asesinado; a mí no me sucede nada. La única vez que estuve encerrado en un ascensor toda la noche con una señora, la señora era ancianísima y olía a moho; luego, cuando miro por el ojo de una cerradura, veo siempre la misma cosa: otro ojo que me mira.[1]

Tomado de Facebook
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[1] Como ser pobres. Hans Ruesch.


viernes, 21 de marzo de 2025

SER

             No puedes huir de lo que eres. Una frase al vuelo oída en alguna película. En últimas es la aceptación de alguna otra frase filosófica que enseña que uno es lo que es (yo y mis circunstancias, yo soy así y así soy y otras citas más que se podrían traer a colación).

             La cuestión es que no nos conformamos con lo que somos, generalmente queremos ser más, creo que nadie quisiera ser menos o tener menos de lo que tiene. Un cierto grado de inconformidad, pareciera que propia de la vida, tal vez para no ser tan conformista con la vida, pero es la vida misma la que nos llega a enseñar que debemos conformarnos con lo que somos. Es tanto como a esta edad de pensionado querer tener una fortuna que no logró a lo largo de los años, no lo logrará jamás salvo que del cielo le llegue una herencia insospechada o que la lotería por cuestiones del azar sea la que nos saque de ese querer inconforme, de resto, en lo que me resta de vida, no va a llegar y menos si no hay herencia posible ni lotería comprada. Por eso se debe aceptar con lo que se es en el momento (yo y mi circunstancia, repetiría, no es posible cambiarlo). Y aún a pesar de que sigamos soñando en querer ser lo que no fuimos, en querer ser lo que quisimos pero no obtuvimos, en fin, en vivir en un deseo que no se cumplirá, al menos el aquí y el ahora, como aprendí en mis tiempos mozos, son la respuesta para evitar la insatisfacción. (Lo sé, lo vine a aprender muy tarde, sesenta años tarde, pero ya nada puedo hacer, así es la vida).

 …  de lo que en realidad nos hablan y susurran, siempre, es de ese tema tabú, de esa sombra a cuyos pies vamos pegados: la esquiva pero palpable figura de quién querríamos ser, quién podríamos haber sido, quien renunciamos a ser, quien nunca seremos.[1] 

En el cinematógrafo y en los diarios veo tantas cosas grandes y maravillosas que les suceden continuamente a todo el mundo: quién gana una fortuna y quién la pierde, quién es ascendido y quién degradado, quién asesina y quién es asesinado; a mí no me sucede nada.[2]

Tomado de Facebook
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[1] Muerte y vida de Bobby Z. Don Wislow.

[2] Como ser pobres. Hans Ruesch.


miércoles, 19 de marzo de 2025

LA VIDA QUE ATROPELLA

             Leí un artículo que así se titulaba, de Sara Jaramillo Klinkert[1], que por cierto me gusta como escribe, que concluía:

 Yo creo que es importante elegir nuestras luchas y conocer nuestras posibilidades, pero es aún más importante aprender a resignarse, a detenerse. Porque esa vida feliz y perfecta que nos incitan a alcanzar no existe. Todos, eventualmente, seremos atropellados. Sólo queda pedir sabiduría para distinguir si la resignación viene de la pereza, el cansancio, la comodidad o la deformación de la realidad. Y, sobre todo, mucha valentía: bien para detenerse, bien para seguir pataleando, según sea el caso.

 Y el punto culminante fue esa afirmación, certera pero que nos negamos a aceptar: Porque esa vida feliz y perfecta que nos incitan a alcanzar no existe. Y eso me llevó a su vez a la otra lectura de novela negra que andaba leyendo, en que hablaba del nihilismo[2] de un personaje, lo que a su vez me llevó a ilustrarme un poco sobre el tema, pues la palabreja la oigo mucho y la investigo y cada vez que la leo tengo que volver a investigarla porque la filosofía al perseguirme, me enreda y me hace olvidar. Naturalmente mi conocimiento se limita a lo que me dice el doctor Google al que le creo ciegamente, ante mi imposibilidad de profundizar en tan profundos conocimientos. Eso he de confesarlo. No soy tan culto como parezco, en mi caso todo es apariencia.

 Y luego de mi rápida investigación (aunque suene a sarcasmo), vi que unas de las características del nihilismo eran: Considerar que la vida carece de significado, propósito o valor y Considerar que la vida es lo que se hace, no lo que se dice que se debe hacer.   

             Parece que me va bien el nihilismo, tanto como me va el ser agnóstico, o al menos pensar que lo soy, porque uno nunca sabe si se es o si no se es, ahí está el dilema. 

«Dadle a un hombre una máscara y os dirá la verdad»[3] 

Tomado de Facebook
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[2] El nihilismo es una doctrina filosófica que considera que al final todo se reduce a nada, y por lo tanto nada tiene sentido. Cita del doctor Google.

[3] Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. Pablo Tusset.


lunes, 17 de marzo de 2025

LECTURAS

             A partir de una lectura[1] aparecieron las contradicciones cotidianas que lo ponen a dudar a uno hasta de la misma realidad. Una conversación intrascendente, claro está, de novela, claro está, pero no por ello menos cierto y que pone a dudar hasta al más valiente, veamos entonces.

 O (O es el hipocorístico[2] de Ophelia, una protagonista, aclaro) se ha regido siempre por la máxima que afirma que «la ignorancia es felicidad». Esto la convierte, en su opinión, en una de las personas más obstinadamente dichosas del planeta. Ella, por descontado, ignora la procedencia de esa cita. Lo contrario sería un contrasentido. (Thomas Gray, Oda a un paisaje lejano de Eton College, por si alguien quiere saberlo).

 Su amigo le contesta: Lo que ignoras puede hacerte daño. Y mucho.

 Dicen que lo que uno ignora no puede hacerle daño. Tercia otro personaje. (La ignorancia, ya se sabe, es felicidad). Pues se equivocan.

 La cuestión es que de pronto ambos están equivocados o ambos están acertados, todo depende de cómo se vea.

 Y esto me lleva a un pensamiento que me rondaba, de la versatilidad del idioma y de cómo se pueden implicar contrarios creando nuevas nociones, no muy acertadas en mi pobre opinión, como, por ejemplo, siguiendo la misma lectura: 

—El realismo mágico no existe —replica Chon—. En el mundo real no hay magia.
—Ni realismo en el mundo mágico —dice O.
—Esto es el mundo real —contesta Chon.
—¿Cómo lo sabes? —pregunta ella.
Ahí le ha pillado.

 A mi también me pilló porque en purismo una cosa es mágica o es real (como por ejemplo el matrimonio, que de magia se pasa al realismo, a pesar de García Márquez), pero surgido el realismo mágico está en todas las artes, la contradicción se quedó para siempre, a pesar de su contradicción.

 Y de ahí salté a la transformación idiomática de los últimos años, en casi todos los ámbitos de la vida cotidiana, lo que me ha llevado a pensar, a raíz de conversaciones oídas que quedé retrasado en el entendimiento de la conversación a la que estaba acostumbrado, ahora oigo palabrejas que me parecen traídas de los pelos, por lo que me tomé la molestia de copiarlas para constatar si soy el único que se perdió en el camino idiomático, por lo viejo que estoy y que me quedé atrapado en ese pasado mío.

 En arquitectura, por ejemplo, sabiendo que los arquitectos son dados a maximizar su propio trabajo, oídas en Discovery Home and Health: La madera le da un aspecto gentil a la casa (gentil a la casa?). El techo es casi demasiado bajo (casi demasiado bajo?). La personalidad de la habitación (esta se va ganando el premio). Es un lugar atemporal (esta superó la anterior). Este cuarto respira cultura (ni que estuviera hablando de una biblioteca y pensaba qué pensamientos surgirían al llegar al cuarto principal). Es que es una diversidad funcional (por lo que vi era más bien disfuncional). Con sus líneas limpias y frescas (refiriéndose a una pared) y agregando: la pared se pinta de azul para abrir la sensación de frío sicológico (lo que me trajo a la memoria los momentos en que mi mamá me mandaba miradas de frío sicológico) y hasta me hizo reír oír cómo se definía un estrecho pasillo como un angosto muy ancho. 

Ahora todos se valen de lo que antaño se llamaban las licencias poéticas que usaban los conocedores de ese tema, los poetas de antes.

 Y baste mirar también los locutores deportivos con sus licencias y su pobreza idiomática, que mi Dios me perdone, pero se pasan y que no profundizo porque la lista se haría eterna. Como aquello del minuto noventa más uno, acaso es diferente al minuto noventa y uno? Digo yo. O en otra alusión a la cultura, que decía que el rey momo, el del carnaval de Barranquilla, que respiraba cultura (Dios mío, si él representa al relajo, hasta a la indecencia, al menos a lo que entonces se pensaba que era eso).

             Pareciera que hoy lo mejor es hablar con eufemismos, parece que así se ofende menos y pasa uno por más culto, como aquello que se acaba de mencionar en Europa por el conflicto entre Rusia y Ucrania, gracias a la sal que el Trump le agregó, que obliga a la misma Europa a tener más armas de disuasión nuclear porque ya no es correcto hablar de bombas; como en el actual gobierno que ya no se puede hablar de secuestros de poblaciones o militares sino de retenciones transitorias, como si la palabra amortizara el daño o se ofendiera deliberadamente a los secuestradores).

             Y para terminar, como estamos en el moderno mundo de lo ecológico, agregado para todas las actividades humanas, me llamó la atención oír de las verduras ecológicas, esas no las conocía, pero deben ser más caras que las verduras corrientes, con las que me alimentaron. O el ecosistema de empresas o de comercio, al que aludió algún alcalde y el lago de datos, al que aludió otro, en entrevista colectiva que en estos días vi.

             Tal vez sea un viejito retrasado o atrasado o atrapado en mi tiempo, pero sinceramente en el mundo actual me está quedando grande entender el actual lenguaje, lo que quiere decir, en otras palabras, que ya ni entiendo el lenguaje actual que no se sí es propio de mi propia atrofia senil o que el futuro me atropelló. 

… y ya sé que es una comparación difícil de entender pero también es difícil de entender la relatividad del tiempo y todo el mundo se la traga.[3] 

Tomado de Facebook
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[1] Rotos. Don Wislow.

[2] No pongo la palabra como forma de darme importancia de sabedor, pues a mí me tocó buscarlo porque se me había olvidado cómo se denominaba a esa forma de reducir nombres y naturalmente el doctor Google me ayudó: Las variantes cariñosas de los nombres propios se llaman hipocorísticos. Son diminutivos, acortamientos o derivaciones que se usan para referirse a alguien de forma familiar o afectiva. Es más, eso lo aprendí por allá en el año 1969, cuando estaba en primero bachillerato, si mal no recuerdo y naturalmente pasado tanto tiempo era cierto que ya, con esta edad, debía haberlo olvidado, como efectivamente me sucedió.

[3] Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. Pablo Tusset.


viernes, 14 de marzo de 2025

TORTURAS

                Estar siempre despierto debe de ser la locura: he oído decir que sometido un gato al tormento de impedirle dormir acaba adquiriendo tendencias suicidas. No sé si es un experimento científico contrastado, pero yo he decidido creerlo. Y si no es cierto no será por culpa de la hipótesis, sino de los gatos, que no la cumplen.[1] 

 Eso fue lo que leí y me puso a pensar (raro no?). Como lo debe ser el absoluto silencio, la absoluta oscuridad, la absoluta soledad... y no por culpa del gato.

 Absoluto, una palabra con diferentes significancias, gramatical, filosófica, religiosa o en sicología y con imposibilidad total de poder pensar que absolutamente es así, porque es absoluto (de tanto repetir la palabra, la noción pierde interés y se vuelve una constante hasta odiosa de oír).

 Y lo más curioso del tema es que nunca hemos sentido en carne propia el tal absoluto, nunca hemos vivido el absoluto silencio, ni la absoluta oscuridad y mucho menos, la absoluta soledad, siempre hay una absoluta sombra que vislumbra su contrario, cuestión bastante curiosa, pues si lográramos estar en un absoluto silencio (entendiendo que ni el pensamiento se hiciera presente en ese momento), en la absoluta oscuridad (que ni el cosmos nos daría) o en la absoluta soledad (que la sociedad no nos permitiría), terminaríamos como el gato y a pesar del gato que si no se suicidó al menos enloqueció. Tal vez ese absoluto sea la mejor tortura que usan los expertos en ese tema.

Foto JHB


[1] Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. Pablo Tusset.


jueves, 13 de marzo de 2025

SI NO EXISTIERA

             Si no existiera Dios y no digo que no exista, pero tampoco que exista, simplemente decía que si no existiera -suponiendo que sea así y que sea el creador de todo lo existente, tal como nos fue enseñado- definitivamente más que Dios debía ser un artista, un completo artista, como aquellos del renacimiento que eran de todo en uno -pintor, escultor, arquitecto y hasta astrónomo-.

             Es deslumbrante ver en el horizonte y en la comodidad un amanecer o un atardecer de fotografía. O una noche estrellada sin luces ni nubes que impidan el panorama completo, de fotografía. O el mar, calmo o alborotado, con su eterno vaivén y su constante sonido monótono pero arrullador.

             Y podría describir mil sitios y situaciones semejantes, cuya perfección hacen creer en un creador -nada de aquello que llegó big y se estrelló con bang y tome para que lleve que con un solo golpecito la vida apareció, naturalmente que solo en el planeta tierra (ya estoy pontificando como cualquier creacionista)-.

             Y pienso en el cuerpo humano (afirmación aplicable a cualquier animal), ver la perfección de la construcción de ese cuerpo, interno y externo, la belleza en tal construcción. Nada más ver a un bebé durmiendo en el regazo para poder admirar la belleza del cuerpo humano, se notan hasta las venillas que alimentan cada parte, no se ven las autopistas neuronales, ni el sistema límbico, a duras penas el muscular y qué decir del esquelético, cada parte una parte, cada parte un complemento, cada parte en su individualidad siendo el conjunto. Una verdadera belleza -para quienes lo han pensado, para quienes se toman el tiempo para perder en pensamientos de esta admiración-. Tal perfección solo hace pensar en un creador artista -ingeniero, arquitecto, científico y hasta escultor, todo en uno- y parece que estoy escribiendo como cualquier creacionista, pues me cuesta creer que una célula se encontró con otra célula, por allá en el fondo del mar y tome para que lleve, surgió el sapo que copuló con quién sabe qué e hizo que saliera otra especie, que se convirtió en pez, que lo llevó hasta la playa y en suspiro de oxígeno lo convirtió en lagarto, que con tres pasos más, pasó a mico y de ahí a nosotros, con las desviaciones consabidas -pareciera que estuviera escribiendo como cualquier antidarwiniano-.

 Como sea, la mano que intervino en crear tanta belleza solo puede ser la de un artista tan perfecto como sus obras -a pesar de que los artistas, por regla general, no son tan perfectos como sus obras-.

 Contradictorio, lo sé, pero me gustaría pensar que fue un artista el creador de tanta belleza que nos rodea y que igualmente somos, no importa el nombre que pueda tener o el nombre que no pueda tenerlo, pero el milagro es mágico y como tal lo acepto, envidio a ese artista que lo que debió ganar en últimas es el orgullo de esa creación. 

A veces vuelve del trabajo a tiempo para ver ponerse el sol desde la terraza del apartamento y es flipante, como dicen los niños. Si no puedes creer en Dios Padre, se dice Lou —que, como judío no practicante no sabe en qué creer—, ver cómo se pone el sol sobre el océano te hace creer en Dios como artista.[1]

(Foto JHB)


[1] Rotos. Don Winslow.










miércoles, 12 de marzo de 2025

CONTRADICCIONES DE SUPUESTOS BUENOS CIUDADANOS

             Dos noticias me pusieron a pensar en lo buenos ciudadanos y personas que somos, siempre y cuando no haya autoridad a la vista. El pensamiento caucho, podría denominarlo, porque somos buenos ciudadanos o personas según conveniencia y precisamente por eso nos podemos sentir buenos ciudadanos, pero de vez en cuando nos saltamos esa bondad precisamente a conveniencia, lo que visto con lupa no nos hace tan buenos ciudadanos como aparentamos.

 Una de ellas. Dedicada a los abogados, buenos ciudadanos, buenas personas podría pensar uno, pero que entre el diablo y escoja. Obligarán a abogados a devolver dineros retenidos o apropiados de sus clientes[1]. Si un abogado está facultado para recibir (dineros o cualquier objeto), por principio el abogado debe cumplir y devolver al cliente lo que corresponda. Una máxima que no tiene interpretación, así de simple. Si no lo devuelve, pues el abogado es ladrón y como tal, delincuente. Entonces para qué se necesita una nueva ley que así lo exprese, si en las existentes hay leyes que así lo contemplan. Pero bueno, como se trata de abogados, mil interpretaciones tiene la ley, cada cual a acomodo y la interpretación caucho da para todo. Pero a eso hemos llegado.

             La otra perla. Por ocultar cámaras debajo de los puentes de Bogotá, los conductores reciben aclaración de la Alcaldía Mayor[2]. Qué aclaración tiene que dar la alcaldía, algo como: perdón, pusimos unas cámaras debajo del puente, tenga cuidado, no se exceda… Lo que nos faltaba. La norma es clara y dice que en la ciudad, según los lugares, no puede excederse de cierta velocidad. Las cámaras se ponen (donde se le dé la gana a la alcaldía) precisamente para que no se violen las velocidades y así, como prueba, poder imponer la sanción correspondiente. Así de simple. Si me excedo de la velocidad máxima, pues tome para que lleve, por irresponsable y por no respetar la ley. La ley caucho, en su interpretación. Las cámaras no han sido bien recibidas por los conductores en Bogotá …  por comparendos considerados injustos porque había dispositivos camuflados detrás de postes, árboles, … que pasaban desapercibidas, dice la noticia. Válgame Dios, lo que faltaba.

             Si se dice que no haga algo o que tiene sus limitaciones al hacerse pues es claro que no se necesita estar aclarando nada, pero creo que el exceso de derechos nos ha llevado a estos extremos. Solo faltaba eso: que en la interpretación de la ley podamos usarla como un caucho, a gusto de consumidor, la estiro a mi conveniencia. Será por eso que estamos como estamos? Y en eso ayuda la tecnología, con esos programas que avisan que adelante hay policías o controles y ahí, por el miedo a la multa, rebajamos las velocidades como buenos ciudadanos. Válgame Dios! 

            Y todavía preguntan a qué se debe mi mala leche, en ciertos temas!

Tomado de Facebook



[1] https://www.ambitojuridico.com/noticias/general/procesal-y-disciplinario/obligaran-abogados-devolver-dineros-retenidos-o

[2] https://redmas.com.co/colombia/Por-ocultar-camaras-debajo-de-los-puentes-de-Bogota-los-conductores-reciben-aclaracion-de-la-Alcaldia-mayor-20250220-0051.html

lunes, 10 de marzo de 2025

HABÍA UNA VEZ

            Había una vez un parque, con su correspondiente cancha de básquet, había sido remozado hacían unos dos años cuando mucho, estaba en buen estado (salvo los aros de la cancha que se los habían robado, supongo), no tenía filtraciones ni se hacían charcos, estuvo bien hecha la reparación, incluidas las líneas dibujadas para que sirviera de multipropósito, como se dice ahora (básquet, microfútbol, volibol y si se quiere, como lo hacen para los viejitos, con zona de ejercicios). De resto estaba en perfecto estado.

             Y un día apareció el lobo feroz. Es una alegoría, para que se note que es un cuento. Vinieron obreros, maquinaria y en cuestión de dos días abrieron hueco, levantaron piso, rellenaron con arena, apisonaron y volvieron a poner asfalto, pero no a toda la cancha, solo a un cuarto de cancha. Solo a un cuarto de cancha, no a todo ni a la mitad, solo a un cuarto de cancha. No metieron tubería, no hicieron nada más. Eso fue todo. Y se fueron. Listo el pollo.

             Lo único que pude pensar, como buen mal pensante que soy, a quién le debían algún favor, ese contrato fue facilito, no pusieron vallas anunciando la obra, ni dieron tiempo a reaccionar para averiguar sobre el contratico.

           Les faltó volver a pintar las líneas correspondientes. Supongo que ese es objeto de otro contrato, para pagar otro favor, fácil y sin dolor.

 Moraleja, como todo buen cuento, no es un cuento, sí un cuento chino, pero eso fue lo que vi en el parque que queda frente a mi casa. Decía que la moraleja solo demuestra que estamos jodidos. 

el saber que con dinero ni siquiera la muerte es igual para todos, por mucho que se empeñen los jodidos pobretones que sueñan con alguna suerte de justicia. No era verdad eso de que a cada cerdo le llega su san Martín.[1]

El contrato del favor


[1] Un millón de gotas. Víctor del Árbol Romero.


viernes, 7 de marzo de 2025

ALGUNAS FRASES AJENAS

             Frases de esas que lo dejan a uno pensando y otras curiosidades que hoy uno no creería que pasaban.

 Por ejemplo, que el fracaso es huérfano:

 Al humillado rey persa lo asesinaron sus propios generales, que lo culpaban de los descalabros (el éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano).[1] 

                O que en otras épocas el valor de ahorro estaba en otras cosas diferentes al oro y podían valer más que él:

 Las especias de la India eran insustituibles. Habían sido siempre productos caros, pero la drástica disminución de los suministros los puso por las nubes

La pimienta llegó a constituir un valor tan sólido que, a falta de oro y plata, se reconocía como medio de pago en los contratos. La pimienta, el clavo, el jengibre, la nuez moscada se guardaban en los arcones de la alcoba, entre las joyas de la familia.[2]

                O que la corrupción no es algo nuevo:

 Un filósofo anónimo que firma Elsicario lo expresaba así hace años en una hoja volandera: «Los imperios decaen por dos circunstancias: la ineptitud y corrupción a nivel humano y moral de sus líderes y el despilfarro y la falta de austeridad en sus sociedades, corrompidas con el sustento fácil que proporcionan sus dirigentes. Evidentemente una actitud vigilante contra estos vicios de la sociedad es misión imposible dado el carácter humano de las mismas, que más pendiente del “bien vivir” que de otras preocupaciones de mayor altura moral, prefiere relajarse hasta la extinción, antes de afrontar el esfuerzo que supone superarse.»[3] 

                O que el lenguaje claro se puede cambiar para sentirse moderno:

 Antes las llamaban «guerrillas», pero ahora se le da otro nombre: «conflicto asimétrico». Es increíble que haya gente capaz de inventar semejantes términos. ¡Conflicto asimétrico! Otro nombre para la misma cosa.[4]

                O que existen religiones que no lo son, pero lo son:

 El marxismo es otra religión, con los mismos abusos: doctrina que exige obediencia absoluta (totalitarismo), sacerdocio que la administra (los ideólogos del partido) y casta dirigente que vive del trabajo de las bases. Por tener tiene, y ha tenido, inquisiciones, herejías, herejes y autos de fe, en su propio estilo, claro, pero no menos sangriento.[5] 

                O que había pensadores inteligentes a los que no les pararon bolas:

 A Platón, que en su República reclamó el acceso de las mujeres a las tareas de gobierno y a todos los oficios: Ninguna ocupación en el gobierno del Estado corresponde a la mujer por ser mujer ni al hombre en cuanto hombre, sino que las dotes naturales están similarmente distribuidas entre ambos, y la mujer participa, por naturaleza, de todas las ocupaciones, lo mismo que el hombre.[6] 

             Son cosas que dan miedo en este mundo moderno que, a pesar de todo, volvemos a revivir. 

aunque no sé si usted habrá notado, padre, que ya los mendigos no son como los de antes, ahora les falta cierta dignidad que no perdían nunca.
—Cómo estará la patria que hasta los mendigos son más pobres que antes, o, para serle sincera, ahora son miserables, cuando en mis tiempos eran solo pobres.[7] 

Tomado de Facebook
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[1] Historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[2] Historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[3] La historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[4] Salvajes. Don Wislow.

[5] La historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[6] Manifiesto por la lectura. Irene Vallejo

[7] Salvo mi corazón, todo está bien. Héctor Abad Faciolince.


lunes, 3 de marzo de 2025

VERGÜENZA

             De antemano advierto que este blog es escrito con toda la mala leche que puedo tener, sobre todo hablando de política. Excuso la omisión de la lectura, pero es que unas noticias me alborotaron de tal manera que no podía dejar de escribir sobre la vergüenza, la que me da tener un gobernante como el que tenemos, lo que me hace avergonzar también de este país, pero…

             Una, eran unos petardos (que además del explosivo incluye a estos gobernantes) que fueron colocados por el ELN en varios lugares del país y ya aproximándose a esta ciudad (lo sé, como ya están acercándose tanto, ya toca mis intereses, pues claro y?). Uno de esos artefactos explotó e hirió a una mujer. El policía y el empleado del gobierno (nacional) salieron explicando la situación y sin mencionar al grupo guerrillero, trataron de minimizar el incidente y hasta las heridas de la mujer, como si estuvieran dando la lección que les habían enseñado e instruido, terminaron siendo tan minimizadas que uno termina pensando que la víctima es la que debería pedir perdón por estar en donde no debía estar y los mentados funcionarios hicieron lo posible para no mentar en voz alta que todo era culpa del ELN.

             Sentí una piedra y una vergüenza gigantescas, pensando en que eso no era posible, aún a sabiendas que en este gobierno todo es posible y que son las víctimas las que están obligadas a disculparse por estar en donde no debían estar, según las autoridades.

             La otra, noticia de Medellín. El gobierno (nacional) logró que un grupo de extorsionistas de unas comunas se comprometieran a no extorsionar en esos lugares durante algunos meses (un abrazo por no extorsionar, estamos muy agradecidos, parecían decir).

             Y hecho el acuerdo, en un lugar público y con buena asistencia, terminaron todos (hampones, funcionarios del gobierno -nacional- y demás invitados) abrazándose, aplaudiendo, gritando felices. Válgame Dios. Ahora debemos estar agradecidos porque los hampones nos dan un respiro. Lo que me faltaba por ver, extorsionadores y gobierno abrazándose. Gracias por no extorsionarnos, por unos meses, lo que pase después no importa, como tampoco si se van a extorsionar por esos meses a otro lugar. Gracias señores extorsionadores, gracias señores del gobierno -nacional-, a pesar de que saben quiénes son los hampones, saben en dónde están y que por un abrazo se volvieron intocables, como si la promesa de un hampón valiera de algo, aunque también es cierto que la promesa de un gobierno -nacional- valiera de algo. Protege a los hampones y desprotege a quienes debían amparar. Bonita cosa.

             En otros tiempos tuvimos un discutido presidente, es cierto, pero ese al  menos tenía bolas, no le temblaba la voz cuando ordenaba dar chumbimba ventiada a los hampones. Si yo… sí, pensaba, si yo tuviera el poder no dudaría en ordenar la chumbimba ventiada para todos los hampones y guerrilleros, darlos de baja sin agüero, las enfermedades se atajan a tiempo y se eliminan de una vez todos los síntomas y secuelas, es como la gangrena, hay que cortarla de tajo (y reconozco que se me salió el hitlercito que hay dentro de mí), pero el poder no lo tengo y parece que el gobierno -nacional- está jugando a compincharse con cuanto hampón hay para utilizarlo en un futuro no muy lejano, creo. Y así también se luce buscando el premio Nobel de paz, hoy desprestigiado porque se lo dan al mejor postor, aunque el premio que reciben en efectivo bien vale la pena.

             Por eso es que no me gusta hablar de política (ni de religión), porque termino de mala leche (emputado, se diría sin eufemismo) y es por todo eso que este gobierno -nacional- me da mucha vergüenza, vergonzoso y vergonzante y no sigo porque termino con diez páginas adicionales llenas de epítetos contra estos gobernantes ignorantes y adicionalmente ineptos que nos gobiernan.

             Luego de esto creo que debo hacer unos retiros espirituales, para ver si el Arcángel Miguel me presta su espada, tal como lo indica la biblia, para arrasar con ineptos y criminales. Conste que la biblia me autorizaría esta venganza porque lo haré con la espada de un arcángel.

             Amén.

 

Su tocayo, compatriota y conmilitón Carl Schurz nos ha dejado este retrato del prócer: (…), corpulento, de frente ancha, de cabello y barba intensamente negros como su fulgurante mirada. Poseía fama de gran erudito en su especialidad, y dado que yo sabía muy poco de sus descubrimientos y teorías socioeconómicas, estaba deseoso de escuchar palabras sabias de los labios de ese hombre famoso […]. El caso es que me defraudó: nunca he conocido a una persona tan presuntuosa e hiriente. A ninguna opinión que divergiera de la suya le concedía el honor de una consideración mínimamente respetuosa. A cualquiera que le contradecía lo trataba con un desprecio apenas encubierto. Cualquier argumento que le desagradaba lo contestaba con una cáustica burla sobre la deplorable ignorancia, o bien sospechando de los motivos de aquel que se había atrevido a manifestarse. O sea, el típico sectario dogmático que se cree en posesión de la verdad.[1]

Pensé que estaban hablando de Petro, pero no, era de Lenin o de Stalin, o de ambos, ya no recuerdo.

Tomado de Facebook
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[1] La Revolución rusa contada para escépticos. Juan Eslava Galán.