viernes, 14 de marzo de 2025

TORTURAS

                Estar siempre despierto debe de ser la locura: he oído decir que sometido un gato al tormento de impedirle dormir acaba adquiriendo tendencias suicidas. No sé si es un experimento científico contrastado, pero yo he decidido creerlo. Y si no es cierto no será por culpa de la hipótesis, sino de los gatos, que no la cumplen.[1] 

 Eso fue lo que leí y me puso a pensar (raro no?). Como lo debe ser el absoluto silencio, la absoluta oscuridad, la absoluta soledad... y no por culpa del gato.

 Absoluto, una palabra con diferentes significancias, gramatical, filosófica, religiosa o en sicología y con imposibilidad total de poder pensar que absolutamente es así, porque es absoluto (de tanto repetir la palabra, la noción pierde interés y se vuelve una constante hasta odiosa de oír).

 Y lo más curioso del tema es que nunca hemos sentido en carne propia el tal absoluto, nunca hemos vivido el absoluto silencio, ni la absoluta oscuridad y mucho menos, la absoluta soledad, siempre hay una absoluta sombra que vislumbra su contrario, cuestión bastante curiosa, pues si lográramos estar en un absoluto silencio (entendiendo que ni el pensamiento se hiciera presente en ese momento), en la absoluta oscuridad (que ni el cosmos nos daría) o en la absoluta soledad (que la sociedad no nos permitiría), terminaríamos como el gato y a pesar del gato que si no se suicidó al menos enloqueció. Tal vez ese absoluto sea la mejor tortura que usan los expertos en ese tema.

Foto JHB


[1] Lo mejor que le puede pasar a un cruasán. Pablo Tusset.


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