viernes, 7 de marzo de 2025

ALGUNAS FRASES AJENAS

             Frases de esas que lo dejan a uno pensando y otras curiosidades que hoy uno no creería que pasaban.

 Por ejemplo, que el fracaso es huérfano:

 Al humillado rey persa lo asesinaron sus propios generales, que lo culpaban de los descalabros (el éxito tiene muchos padres, pero el fracaso es huérfano).[1] 

                O que en otras épocas el valor de ahorro estaba en otras cosas diferentes al oro y podían valer más que él:

 Las especias de la India eran insustituibles. Habían sido siempre productos caros, pero la drástica disminución de los suministros los puso por las nubes

La pimienta llegó a constituir un valor tan sólido que, a falta de oro y plata, se reconocía como medio de pago en los contratos. La pimienta, el clavo, el jengibre, la nuez moscada se guardaban en los arcones de la alcoba, entre las joyas de la familia.[2]

                O que la corrupción no es algo nuevo:

 Un filósofo anónimo que firma Elsicario lo expresaba así hace años en una hoja volandera: «Los imperios decaen por dos circunstancias: la ineptitud y corrupción a nivel humano y moral de sus líderes y el despilfarro y la falta de austeridad en sus sociedades, corrompidas con el sustento fácil que proporcionan sus dirigentes. Evidentemente una actitud vigilante contra estos vicios de la sociedad es misión imposible dado el carácter humano de las mismas, que más pendiente del “bien vivir” que de otras preocupaciones de mayor altura moral, prefiere relajarse hasta la extinción, antes de afrontar el esfuerzo que supone superarse.»[3] 

                O que el lenguaje claro se puede cambiar para sentirse moderno:

 Antes las llamaban «guerrillas», pero ahora se le da otro nombre: «conflicto asimétrico». Es increíble que haya gente capaz de inventar semejantes términos. ¡Conflicto asimétrico! Otro nombre para la misma cosa.[4]

                O que existen religiones que no lo son, pero lo son:

 El marxismo es otra religión, con los mismos abusos: doctrina que exige obediencia absoluta (totalitarismo), sacerdocio que la administra (los ideólogos del partido) y casta dirigente que vive del trabajo de las bases. Por tener tiene, y ha tenido, inquisiciones, herejías, herejes y autos de fe, en su propio estilo, claro, pero no menos sangriento.[5] 

                O que había pensadores inteligentes a los que no les pararon bolas:

 A Platón, que en su República reclamó el acceso de las mujeres a las tareas de gobierno y a todos los oficios: Ninguna ocupación en el gobierno del Estado corresponde a la mujer por ser mujer ni al hombre en cuanto hombre, sino que las dotes naturales están similarmente distribuidas entre ambos, y la mujer participa, por naturaleza, de todas las ocupaciones, lo mismo que el hombre.[6] 

             Son cosas que dan miedo en este mundo moderno que, a pesar de todo, volvemos a revivir. 

aunque no sé si usted habrá notado, padre, que ya los mendigos no son como los de antes, ahora les falta cierta dignidad que no perdían nunca.
—Cómo estará la patria que hasta los mendigos son más pobres que antes, o, para serle sincera, ahora son miserables, cuando en mis tiempos eran solo pobres.[7] 

Tomado de Facebook
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[1] Historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[2] Historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[3] La historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[4] Salvajes. Don Wislow.

[5] La historia del mundo contada para escépticos. Juan Eslava Galán.

[6] Manifiesto por la lectura. Irene Vallejo

[7] Salvo mi corazón, todo está bien. Héctor Abad Faciolince.


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