“Duns Scoto llegó a decir que “la persona es la
última soledad.”
F. Savater. El arte del ensayo
Hoy la cantidad de
información es tal que uno termina desconcentrándose por estar tratando de
abarcar el todo, lleno de constantes partes. Por estar pendiente, pierde cosas
importantes; por concentrarse en otras, también pierde nimiedades de esas que
pueden hacer feliz. Y en esa misma medida he venido acumulando artículos que
para mí resultan o resultaban de interés y pueden venir a definir el estilo de
vida, a tratar de ilustrar por qué las cosas son como son y no pueden ser de
otra manera, en una palabra por qué los colombianos de ‘mágico realismo’ somos lo más contradictorios, los más
contradictores, dejando ver lo peorcito que hay dentro de nosotros.
Unos usando la información
para desinformar; otros, desinformando a la brava; otros más imponiendo ideas,
otros falseándolas y muy pocos, poquísimos, tan cándidos, tan inocentes, tan
buenos, que por obra y gracia de los demás, también se están contaminando.
Llegará el día en que la inocencia y la bondad sean un lujo, que nadie se puede
dar, aunque los ‘malos’ se vestirán de ellos, para guardar las apariencias.
En cada aparte que
transcriba trataré de hacer el comentario que me merece, seguro que lleno de
ironía, como ya está asentándose en mí; de aplausos, creo que muy pocos; de
rabia, los muchos, al igual que otros que me dan ‘puta piedra’, es decir, sin eufemismo. Veré al final cómo me sale
el ejercicio y ya ustedes juzgarán.
En cualquier momento
pueden parar la lectura, por aburridora, por deprimente y saltarse al último
párrafo, no pasa nada, porque en este país no pasa nada, todo sigue igual.
1. EXCUSAS
Y MANIPULACION
“Con el paro camionero estamos viendo una película vieja. Y no es vieja sólo
porque desde 1995 haya habido 25 de estos paros. Lo es porque la vemos varias veces
al año en distintos sectores de la economía. Siempre salen los representantes del
gremio en cuestión (a veces legítimos, otras veces de representatividad discutida)
a decirnos que no conocemos a fondo su negocio, y que si tan sólo supiéramos los
costos a los que se enfrentan, entenderíamos por qué es necesario que el gobierno
les subsidie esto o lo otro, o que le impida a tal o cual competidor “desleal” o
“injusto” participar en el mercado. (…) El problema de todas estas exigencias es
que buscan beneficios para sectores económicos aislados y no para todo el país.
Sus demandas son buenas únicamente para ellos pero nos cuestan a todos: resultan
en mayores impuestos y en costos más altos de transporte, de alimentos, y de servicios
financieros. (…)Está bien exigir, porque sólo exigiendo seremos una verdadera democracia.
Está bien protestar, y de vez en cuando está bien paralizar el país, pero sólo sirve
si se piden reformas sistémicas, de fondo. Si es para subsidiar un fertilizante,
una chatarrización, o para impedir importaciones baratas de bienes y servicios que
benefician sobre todo a los pobres, vamos a seguir hundidos en el subdesarrollo.”
Luis Carlos Reyes. Paros
que valgan la pena. (http://www.elespectador.com/opinion/paros-valgan-pena)
En este país, en que los
negocios son tan malos, siempre a pérdida, son los más invertidos. Un cupo de
taxi ya cuesta casi $130 millones, pero el negocio es malo y hay sobrecupo. Los
buses, a punto de quebrar porque no hay gente, pero pasajeros es lo que hay.
Cuando conviene, el colombiano se ajusta a lo que conviene y llora, cuando no
le conviene. Así somos.
2.
LA VANAGLORIADA DEMOCRACIA Y ESTADO
“Democracia
no solo es el gobierno de las mayorías, sino el respeto de los derechos de las minorías.
El Estado de opinión se ha pronunciado mayoritariamente por Hitler, Stalin, Pinochet,
Maduro, que no son ejemplos de demócratas.”
José Fernando
Isaza. Democracia. (http://www.elespectador.com/opinion/democracia-0)
Para los autores, la democracia está enferma porque la gente ya no
ve en el Estado esos mecanismos de protección y amparo que lo justificaron,
sino un aparato burocrático encadenado por unas fronteras físicas y unas
regulaciones que lo hacen cada vez más inútil. Porque el poder verdadero,
localizado en un flujo global de capital, se ha separado de la política, que
sigue operando a nivel nacional y local. En un pasaje Bauman habla de
gobernantes reunidos un viernes para tomar decisiones económicas cruciales,
solo para esperar el lunes, temblando, a ver si los mercados se comportaron
como ellos esperaban.
Mauricio Sáenz. Estamos
al borde del abismo. http://www.revistaarcadia.com/opinion/critica/articulo/mauricio-saenz-zygmunt-bauman-estado-de-crisis-libro-resena/50007#
Un gobierno equitativo es aquel que reparte las cargas entre todos, no
castiga a quienes siempre pagan porque no es capaz de poner en cintura a
quienes realmente toca por miedo a perder votos, compromisos políticos o, lo
que es peor, incapacidad o ignorancia.
Por eso estas líneas son para ustedes. Son un llamado para que recuerde
que la única manera de proteger su trabajo y su esfuerzo es haciendo uso de la
democracia cuando corresponde. El voto, sobre todo en las regiones, debe estar
alejado de los corruptos que nos roban sin cesar. El Congreso está lleno de
representantes que han tomado sus curules como propias y las heredan o ceden
porque saben que son herramientas poderosas que les permiten defender sus
intereses económicos y personales. Por eso hoy, cuando más necesitaríamos un
Legislativo realmente interesado en defender a sus constituyentes discutiendo una
reforma tributaria de manera firme, comprometida y honesta, muy posiblemente
veremos una a la que le colgarán prebendas que les permita continuar robando de
nuestros bolsillos y defendiendo los suyos. No se le olvide que ahora falta
plata no solamente porque el petróleo está generando menos ingresos nacionales,
sino porque en momentos en que estaba caro se robaron toda la plata. Recuerde
que a uno le suben los impuestos cuando hay déficit, pero nunca cuando hay
excedentes. Tenemos que entender y repetirnos: no son dineros de la nación, son
dineros de los contribuyentes, a ver si nos duele un poco la próxima vez que
vayamos a votar. Entre tanto, nada que hacer, estamos jodidos.”
Luis Carlos Velez. Economía: Estamos jodidos. http://www.elespectador.com/opinion/economia-estamos-jodidos
Desde hace un
tiempo para acá, los ciudadanos venimos asistiendo impávidos al ejercicio
constante de la arbitrariedad como instrumento para la acción política, como
medio para tramitar las demandas ciudadanas y como motivación para la toma de
decisiones oficiales. Las vías de hecho, como se les dice, se están
convirtiendo en el mecanismo predilecto y expedito para doblegar las
instituciones y violar la ley con total impunidad. Así las cosas, nos
embarcamos en una travesía que nos conduce irremediablemente al primitivo
estado de naturaleza, en donde se impone la ley del más fuerte y no existe la
posibilidad de réplica o el derecho de apelación.
NICOLÁS URIBE RUEDA La política de las vías de
hecho http://www.elespectador.com/opinion/politica-de-vias-de-hecho
19. ¿Cuándo saldrá Colombia del siglo 19? ¿Cuándo entrará al siglo 21?
¿Logrará llegar al siglo 22?
18. ¿Por qué los intolerantes siempre exigen tolerancia? ¿Por qué los
fanáticos piden respeto? ¿Quieren de lo que no dan?
ESTEBAN CARLOS
MEJÍA Pregunticas
camanduleras http://www.elespectador.com/opinion/pregunticas-camanduleras
A propósito
de la desobediencia: frente al poder, el periodismo muchas veces navega entre la
superficialidad, la frivolidad, el amarillismo y el amiguismo. Así, los medios cumplen
mal su deber frente a la opinión pública.”
Juan Carlos
Gómez. Un premio a la desobediencia.
http://www.elespectador.com/opinion/un-premio-desobediencia
La paz que les destruyeron y las guerras que
les impusieron esos europeos, impotentes y defensivos hoy frente a la migración
masiva, consecuencia humana y económica de sus políticas imperiales. Están
literalmente “comiendo de su cocinado”.
El mundo vive un reordenamiento salvaje del desvencijado orden
mundial movido por una globalización adelantada sin legitimidad, sin reglas
acordadas ni poder público para garantizarlas; nunca el sistema de Naciones
Unidas había sido tan irrelevante y los sistemas de integración regional
tan en crisis. La actual es una realidad donde, como en los tiempos de los
Bárbaros, reina y se impone la ley del más fuerte, que algunos denominan, de la
selva.
Una globalización que no trae, como lo anuncian sus
propagandistas de oficio, la ampliación de los ámbitos de vida y de
posibilidades para “la gente” y las economías nacionales. Le sirve a unos
pocos, al famoso 1% que aparece en todos los planteamientos de crítica al
desorden existente: del Papa Francisco y Bernie Sanders a Los Indignados
europeos y norteamericanos. Un desorden que aprovechan y acrecientan los
exsocialistas, la China confuciana y la Rusia zarista.
Ese 1% convirtió a la economía mundial en un verdadero casino,
como diría Keynes, en el cual la dominación del capital financiero impuso
como prácticas habituales la especulación y los enroques, que subyugan el
trabajo y el esfuerzo de millones, con la ayuda de una tecnología sin reglas ni
propósito distinto a crecer indefinidamente, que ha banalizado el trabajo,
especialmente de los jóvenes, condenándolos a medrar en los márgenes de
sociedades cerradas, enfermas y egoístas, vulgar caricatura del ideal liberal
del hombre autónomo y libre.
En el horizonte crece el vendaval del rechazo ciudadano a una
política impotente o connivente con la situación; su rabia y su
frustración empiezan a explotar en medio del temor al futuro y de desconfianza
frente a los partidos y los dirigentes; es el terreno preciso para el populismo
que promueve la acción directa del pueblo o de éste arropado
por un líder carismático que encarne y canalice esa rabia ciudadana.
Juan Manuel Ospina. Occidente: a comer de su cocinado http://www.elespectador.com/opinion/occidente-comer-de-su-cocinado
En efecto, estamos jodidos, ya no sentimos el estado, ya no
nos sentimos parte de esta nación, ya no hay ante quien quejarse, no queda otro
camino que el de rumiar la frustración, tomar la justicia en las manos o
desahogarnos con linchamientos, porque ya no nos sentimos parte de nada y como
no somos nada, como somos invisibles, solo esperamos la oportunidad para gritar
nuestro descontento, como sea, generalmente dejándonos llevar por la mala leche
de los colombianos, eso somos, en eso terminamos.
3. TOLERANCIA
EN LA INTOLERANCIA, DE YO PARA MI, PERO NO PARA USTÉ!
Para
informar sobre un tema hay que explicitar los puntos de vista que sean
pertinentes. La pertinencia es lo que enmarca, no la oposición. Hay que ser muy
cuidadoso al plantear un debate en términos que no existen pues se termina por
crear una ficción que adquiere realidad y se multiplica como un mito. No se
trata de censurar voces, sino de presentar una discusión por lo que es, y de
establecer con criterio lo que es relevante contar.
Catalina
Uribe. El “framing” y la convivencia en los colegios. http://www.elespectador.com/opinion/el-framing-y-convivencia-los-colegios
Algunos xenófobos creen que pueden pasar
de incógnito. No van por la vida afirmando abiertamente: “soy xenófobo” o “soy
racista”. Aprendieron a seleccionar la máscara más apropiada para cada ocasión.
Intentan ser sutiles. Pero no siempre funciona. Piensan que los inmigrantes
somos “los otros”. Piensan que somos “ellos”. Y como escribió el filósofo
Zygmunt Bauman, “ellos siempre son demasiados. «Ellos» son los tipos de los que
debería haber menos o, mejor aún, absolutamente ninguno”… Umberto Eco habló
sobre la necesidad ancestral de construir enemigos: “Tener un enemigo es
importante no solo para definir nuestra identidad, sino también para
procurarnos un obstáculo con respecto al cual medir nuestro sistema de valores
y mostrar, al encararlo, nuestro valor”. En su disertación, Eco habló de
“enemigos” célebres: judíos, gitanos, brujas, negros, mujeres y, por supuesto,
extranjeros.
Sorayda Peguero El coco.
http://www.elespectador.com/opinion/el-coco-0
Me ha sorprendido en los últimos días escuchar en boca de quienes se
dicen de pensamiento liberal y progresista epítetos cargados de odio,
descalificadores, sin espacio para el diálogo.
Como si cuando alguien pide inclusión y respeto fuera una solicitud
exclusiva “para mí y para los que piensan o son como yo”, pero que no aplica a
los demás.
… Se puede estar en desacuerdo con ella, pero lo que resulta grave es
la ola de insultos que desató su intervención. Es claro que las opiniones
tienen un límite marcado por el respeto al otro pues las sociedades, en buena
hora, hoy no aceptan la homofobia, el racismo o el machismo. También hay leyes
que establecen cuándo se cruza la línea de la injuria, la calumnia o la
discriminación, pero agredir sin escuchar, como hicieron muchos, es una actitud
tan grave como la que se intenta evitar con la ley de convivencia.
Algunas voces que se levantan en defensa del respeto a la diferencia
se escucharon esta vez tildando a la diputada de loca, desquiciada, delirante y
otro calificativos de grueso calibre que prefiero no repetir. El matoneo fue
grave y pocos salieron en su defensa porque su posición es hoy políticamente
incorrecta. Por eso vale recordar que la convivencia es para que quepamos
todos, aunque el extremismo en el que estamos nos cierre los oídos frente a los
demás. Estamos lejos como sociedad de tener en la práctica el país que consagra
nuestra Constitución: un país incluyente que no discrimine ni por raza, ni por
género ni por razones económicas, políticas o sociales. Eso dice la ley, pero
no se ve en la calle, ni en los medios, ni en las redes.
… La diferencia nos enriquece y en el escenario de la opinión debería
valer todo, excepto la agresión a los derechos de los demás y que alguien
intente imponer por la fuerza su manera de ver el mundo. Lo grave es que de los
debates pasamos a hechos extremos que van más allá de la palabra como un
referendo que pretende crear un modelo de “familia óptima” que no existe en la
vida real.
Tendríamos que construir un país en el que quepamos todos: los
heterosexuales y los homosexuales, los creyentes y los ateos, las madres
solteras y los abuelos que cuidan hijos, las familias con dos padres o dos
madres, las parejas con hijos o sin hijos… No hay familias ideales, ni personas
ideales, solamente personas y familias imperfectas que deberíamos esforzarnos
un poco más en el respeto al otro.
De todos los insultos que me llovieron por recoger en un debate radial
los planteamientos de la diputada, al lado de otros que la controvertían, me
quedo con uno que los resume todos: “usted me da asco”. Tengo mis ideas y
creencias, como todos, pero escucho y respeto a los que piensan distinto aunque
crea que están equivocados. Si eso le da asco a algunos, lo lamento. Creo que
el debate alimenta el cerebro, nos enseña y nos hace crecer. Escuché en la
polémica de la diputada, además de insultos, planteamientos serios, honestas
inquietudes de padres o profesionales que han investigado el tema, quienes sin
ser homofóbicos tienen preguntas pertinentes sobre la implementación de la ley.
Preguntas que quedaron sepultadas bajo el alud de insultos de aquellos que
levantan la bandera del respeto y la inclusión.
Yolanda
Ruiz Convivencia para que quepamos todos. http://www.elespectador.com/opinion/convivencia-quepamos-todos
La historia de
Colombia está hecha de fechas cambiantes. Como los nombres: Bacatá, Santa Fé de
Bogotá, Bogotá, otra vez Santa Fé, otra vez Bogotá. Ese mismo día Quesada le
puso nombre al país: Nuevo Reino de Granada. También provisional, como habían
sido los de Tierra Firme y Castilla de Oro y Nueva Andalucía; mucho más tarde
vendrían otros: Colombia, Gran Colombia, Estados Unidos de Colombia… Hasta
llegar a la actual “marca Colombia”, o a la recentísima “Colombia es pasión”.
La búsqueda infructuosa de la identidad.
Antonio Caballero.
Historia de Colombia. http://bibliotecanacional.gov.co/proyectos_digitales/historia_de_colombia
“Es ilustrativo el
caso de un cacique de las sabanas del Sinú que relata Fernández de Enciso en su Summa
Geographica. Le leyeron, a él sí, el tal Requerimiento de sumisión y le
tradujeron su sentido. Respondió que lo de Dios y la creación, que sí, que
bueno. Pero que Y que fuese allá ese rey a tomar la tierra, si se sentía capaz,
que ellos le pondrían la cabeza ensartada en un palo”.
Antonio Caballero.
Historia de Colombia. http://bibliotecanacional.gov.co/proyectos_digitales/historia_de_colombia
Por vivir entre los mismos estamos
acostumbrados a que el mundo exterior refleje lo que creemos privadamente, pero
los tiempos hacen que esta costumbre ya no pueda sostenerse. Antes incluso de
combatir la misoginia y homofobia, hay que empezar con el mínimo básico de
aprender a tolerar al vecino. Aguantarse lo que uno no comparte es difícil. Sin
embargo, la dificultad no elimina el deber de callarse y mantenerse lejos de la
conciencia y de la vida de los otros. Por fuera de la casa, nuestra relación es
de ciudadanos y sólo como ciudadanos se puede relacionar con nosotros el
Estado. Pero dentro de la casa las cosas cambian, el Estado no puede entrar,
pero nuestros valores privados tampoco pueden salir, así sin más.
Catalina Uribe. http://www.elespectador.com/opinion/cartillas-de-educacion-sexual-y-voluntad-de-agresion
Si te quedas callada, pierdes. Si te pones brava, pierdes. Si lloras,
pierdes. Si le dices a tu papá o a la maestra, pierdes. Y si peleas, sobretodo
si peleas, siempre pierdes. Pierdes porque eres tú, porque eres gorda,
eres ridícula, usas gafas, eres lesbiana, eres bajito, eres amanerado, eres
negro, eres indio o eres pobre, y no hay nada que puedas hacer al respecto.
Frente al matón, en el patio del colegio, siempre pierdes porque existes, y el
matón ya te vio, y no hay nada que puedas hacer salvo dejar de ir al colegio.
COLUMNISTA
INVITADO En el patio del colegio. http://www.elespectador.com/opinion/el-patio-del-colegio
Esto nos sincera. Me refiero a la creciente polarización en la que
está metido el país y que esta semana tuvo momentos realmente malucos, que
vienen 'in crescendo' derivados de otros episodios anteriores similares.
El viernes, pasada la
penúltima ola – porque la próxima semana habrá otra - más de uno se estaba
haciendo preguntas y cuestionando si en esta explosión de juicios, alegatos y
marchas hay realmente interés por el avance de toda la sociedad o si priman
cuentas de cobro, cálculos políticos y beneficios personales.
Estamos pelando el
cobre. Y eso está bien porque gracias a que el “debate” ha tenido un grado tan
bajo o primario de reflexión y un nivel tan alto de intolerancia y zafiedad,
cerramos la semana hastiados. Todos.
Los colombianos somos
éticamente tibios; confundimos carácter con agresión y nos cuesta asumir la
responsabilidad individual. Preferimos abrazar a un credo o a un caudillo, o
desentendernos del asunto, en el clásico no sabe/no responde. Por eso hemos
padecido tanta violencia y otros la han promovido con entusiasmo.
De ahí que lo bueno
de la semana y de estos meses, sin desestimar el riesgo que contiene, es que la
polarización nos ha sacado de la zona cómoda y llevado a tomar posiciones, cosa
a la que no estamos acostumbrados como sociedad, a menos que sea en materia de
fútbol. Ha sucedido, además, sin darnos tiros.
Pero nos faltan los
matices. A muchos les conviene que sigamos pegados al blanco/negro, que el paso
de la intransigencia al fanatismo se haga más corto, ágil e insospechado y por
esa ruta llevarnos a otro escenario de confrontación y violencia. Los temas de
la semana –sexo, derechos, laicismo - nos tocan a todos porque nos hablan del
cuerpo; del respeto y garantías que queremos para nosotros - ¿y para los demás,
qué? -; y de los acuerdos que tenemos, nos faltan o irrespetamos como sociedad.
Lo que queda, al
final de cuentas y de tanta manipulación, es el reflejo de lo que de verdad
somos. Si nos miramos en ese espejo se hace más evidente que necesitamos
terapia. A punta de catarsis nada se construye.
Pequeño manual de
supervivencia
1. Buscar el
silencio: todos debemos dejar por unos días – al menos por unos pocos,
retomando lo dicho por Juan Carlos Henao en Voces RCN - a Santos, Uribe, al
procurador, al fiscal , partidos y el consumo de política barriobajera. Por
salud propia, como quien deja la comida rápida: dieta de política chatarra.
2. Encontrar los
matices: el miedo nubla la capacidad de entender y valorar las diferencias. El
mundo, la vida, la mente y las relaciones son complejas, variadas. Durante esta
semana trate de no preguntarle a nadie qué piensa, cómo la ve, qué nos espera.
Descanso mental.
3. Dejar de
reproducir la estupidez: absténgase de retuitear las imágenes ofensivas, que
denigren a las personas, independientemente de cualquier condición, de su
filiación política, de su credo religioso (si lo tiene), de su condición
económica, social, o su equipo de fútbol.
4. Hacer deporte:
celebre los Olímpicos, a sus deportistas favoritos y a los que ha descubierto.
Cada cuatro años tienen la capacidad de unir a un país que durante ese mismo
tiempo los políticos han tratado de desbaratar.
5. Leer ayuda:
ubíquese en el terreno de la realidad, no en el de los supuestos, los dogmas,
los chismes. Busque la información, contrástela y valórela. Hágase cargo de
resolver sus dudas, de enfrentar sus miedos.
Poly Martínez Manual de supervivencia
Un motivo más de orgullo para ser colombianos. No nos soportamos los unos
a los otros, pero nos mentimos mutuamente, Bertrand Roussell dijo: “Todo esto ocurriría muy rápidamente si los hombres desearan su propia
felicidad tan ardientemente como desean la miseria de sus vecinos”, pareciera que conocía algún vecino colombiano. Y sí, me da piedra y
pareciera que empiezo a sentir odio hacia el prójimo, a ese que tiene por regla
de vida la de ser ‘el vivo’, la de joderse al otro, antes que él lo haga, qué
desgracia la mía!
No diré que todo
eso produce dolor de patria, porque ya ni patria tengo, ni patria siento, me
tocó ser colombiano, como dijera en alguna oportunidad García Márquez, pero si
por mi fuera, ojalá pudiera haber sido ciudadano del mundo y hasta judío
errante, para que nadie me jodiera la vida y pudiera vivir si no en paz, al
menos en la tranquilidad de cuatro paredes invisibles.
“De los hombres solo sabemos que mueren y no son felices:
merece la pena sin embargo intentar que sigan siendo hombres.” (¿)
F.
Savater. El arte del ensayo
Foto: JHB (D.R.A.)
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